Capítulo 9: (Jueves)

15 2 0
                                    

Estos días mi hermano y yo hemos estado ayudando en el bar a junto a mis padres, luego por la tarde nos arreglábamos para ir a ver las procesiones, por la noche íbamos al bar hasta las doce y luego nos arreglábamos de nuevo y salíamos.


El martes me encontré con Gonzalo, estuvimos saliendo casi seis meses, se acabó por las discusiones y porque me fui a vivir a Madrid, desde entonces cuando vengo a veces me lo encuentro y a veces quedamos, aunque ya hace bastante que no quedamos porque ya paso de él y de sus tonterías. El martes intentó besarme pero le rechacé, no me apetece ya que la última vez que nos vimos discutimos bastante.

Es alto, rubio, de ojos color miel, musculado, juega a futbol y canta flamenco, tiene mucho carácter al igual que yo y a veces es un poco chulo. Es un año mayor que yo, y lo conocí porque es amigo de Carlos.


Ya es jueves, esta noche es especial cada año en Sevilla, ya que es la madrugá, salen muchos pasos y se recogen al medio día del viernes. Es muy bonito aunque acabas bastante cansada  ya que no se duerme en toda la noche.

 He quedado con mis amigos a las doce y media para ir a ver  salir a los pasos e ir viéndola y tomar algo, seguramente nos juntaremos con el grupo de mi hermano.

Me visto con unos vaqueros negros, blusa blanca con un escote de pico bastante grande, chaqueta de cuero negra, mis convers y una mochila mostaza. Son todavía las doce y cuarto cuando termino de arreglarme por lo que contesto a los WhatsApp mientras termina mi hermano.

Nacho me dice que qué me cuento, estos días no hemos hablado mucho ya que he estado ocupada, dice que tiene ganas de verme y la verdad es que aunque me de miedo reconocérmelo a mi misma, yo también tengo ganas de verlo. Me llama.

-¿Qué tal guapa?

-Bien ¿y tú?

-Bien, cansado.

-¿De qué?- sonrío, suele decir que está cansado y no es que haga mucho de vacaciones.

-De la playa- suelto una carcajada- ¡oye que la playa cansa!

-Ya, ya- digo con sarcasmo.

-¿Qué haces?

-Esperar a mi hermano  para salir, ¿y tú?

-De camino al botellón con Rubén- Rubén también tiene allí un apartamento.

-Ahh.

-A ver que haces por ahí eh.

-Lo que yo quiera, soy libre- rio.

-No no, tú para mi.

Rio- ya ya, a ver que haces tú.

-Yo nada, si yo soy muy bueno.

-Seguro que sí, bueno te dejo que nos vamos ya.

-Vale, avísame cuando te vayas a casa.

-Hoy no voy a casa hasta mañana al medio día.

-Ostia, ¿te quedas a ver toda la madrugá?

-Sí.

-Que guay, tiene que ser muy bonito.

-Pues si, bueno adiós.

-Adiós, tengo ganas de verte- me tira un beso.

-Yo no- le devuelvo el beso y cuelgo.


Cuando llegamos al punto de encuentro ya están todos allí, mi hermano ha tardado mucho y como nos ha hecho esperarlo a María que vive en el portal de al lado mía, y a mi para no venir solo hemos llegado los tres tarde. Nos vamos saludando y cuando llego a Carlos me doy cuenta que está con dos más, los cuales son Gonzalo y Jose, otro amigo de ellos y primo de Sara. Saludo a Jose pero a Gonzalo ni lo miro, paso por delante de él y me agarra del brazo.

ImpredecibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora