Taehyung empezó a correr, aunque sentía que su cuerpo se debilitaba a cada paso. No existe fuerza humana que pueda detener por completo la velocidad del fuego propagándose por un lugar, los estrechos pasillos eran consumidos con una velocidad impresionante por las llamas ardientes. Las personas corrían con desesperación en busca de una salida, la que fuera.
Había una larga lista de sonidos que perturbaban los oídos de Kim Taehyung. Los vidrios de las ventanas estrellándose por el calor que no podían retener, los gritos de cada una de las personas que aún estaban atrapadas sin poder salir del lugar, la alarma de los incendios aún sonando, cosas cayéndose y posteriormente destrozándose por doquier, todo eso sumado al sonido de los latidos de su corazón que parecían querer reventar su pecho.
«Corre, corre, corre» oía que le repetían aquellas palabras una y otra vez. Pero él no podía correr y salir de aquel lugar así nada más. Algo en él le hizo querer regresar, no solamente a confirmar que no quedaran personas encerradas en alguna sala, sino porque había algo que estaba seguro que se había quedado adentro.
Así que fue en busca de aquella mochila de Jungkook, no sabía con exactitud lo que estaba ahí dentro, pero tenía el claro presentimiento de que era algo realmente importante para su amigo, por ende, para él también lo era.
— ¡Kim Taehyung sigue adentro!—Escuchó el grito de una persona a lo lejos, pero no volvería con ellos hasta encontrar aquella mochila.
Regresó a la sala, casi completamente cubierta por el fuego que no se detenía. A pesar de que su brazo tocó las llamas y provocó una quemadura de primer grado en esa zona de su cuerpo, no le importó, porque tenía en sus manos el objeto que tanto quería salvar. Así que una vez lo tuvo volvió a correr, sentía que estaba en una carrera en donde los competidores eran el fuego y él. El incendio se propagaba velozmente detrás y tanto él como las demás personas temían si lo alcanzaba.
Sintió que sus pulmones no estaban funcionando, porque dejaron de inhalar y exhalar el oxígeno, que estaba casi totalmente conformado por el humo. Empezó a toser y tuvo que detener sus pasos, porque sentía que caía. Efectivamente se había desmayado a unos escasos metros de la salida, pero antes de caer se aseguró de lanzar la mochila lejos de su cuerpo ahora inerte, al menos pudo rescatarla.
A una grande distancia de casi media ciudad de por medio, estaba un desesperado Jungkook, en medio de los blanquecinos pasillos de un hospital, rogando a quien fuera por la salud de una persona a la que estaba unido por lazos de sangre. No solamente la tristeza y la preocupación lo invadía, sino que por una razón que él desconocía tenía una sensación de miedo dentro de él. Dentro de su cabeza se estaba proyectando una película de suspenso, y justamente en ese momento estaba sucediendo una especie de escena en donde no sabía lo que iba a pasar, pero esperaba lo peor. Sentía que algo fuera de sí mismo estaba realmente mal, algo terrible estaba sucediendo y no solamente dentro del quirófano que tenía justo frente a él. Quiso intentar llamar a Taehyung, pero dejó su celular en el edificio que, fuera de su conocimiento, se estaba incendiando.
Intentó recordar el número telefónico mientras miraba fijamente la pantalla de un celular desconocido. Marcó el número que recordaba, pedía que fuera acertado y que no estuviera llamando a una persona equivocada que fuera a insultarle. Pero desgraciadamente, el celular de Taehyung estaba casi destruido, derretido por el calor del fuego alrededor del aparato.
— ¿Por qué hyung no atendería la llamada? Siempre lo hace...
Se quedó y siguió caminando lentamente por el mismo pasillo, pensando en la persona que estaba luchando por su vida ahí dentro. Y cuando estaba llegando al extremo del pasillo, escuchó a uno de los enfermeros gritando un nombre que de inmediato lo alertó.
—Disculpe... ¿ha dicho Kim Taehyung?—consultó con la persona uniformada.
—Así es, ¿se ha enterado del incendio masivo que hubo? Han llegado heridos de gravedad sin parar. Disculpe—dijo para retirarse, sin dudas tenía trabajo que hacer ahora, muchas vidas por salvar, entre ellas la de Taehyung.
El tranquilo y feliz mundo de Jeon Jungkook se convirtió en una oscura cueva que no tardó en caerle encima. Se encontraba en las ruinas de todo su mundo, todo estaba acabado, destrozado. Sentía que pronto desistiría, porque ya no podía más.
—No, por favor...—repetía, agachado, lleno de impotencia.
No supo cuánto tiempo había transcurrido, pero aquella persona que llevaba su misma sangre había logrado vivir y ahora estaba en recuperación. Sin embargo, no habían noticias de Taehyung, quien había entrado en un estado crítico.
Se tomó los días que creyó necesarios cuando finalmente estaba listo para ir a ver a Kim Taehyung en el estado en el que estaba. No pudo evitar que un par de lágrimas resbalaran por su pálido rostro al ver a su mejor amigo ahí.
—Hyung, por favor recupérate pronto...—pedía.
En medio de su llanto, repentinamente empezó a cantar la canción que había compuesto a Taehyung, mientras se dio la libertad de tomar su fría mano, que permanecía inmóvil.
—Bien, definitivamente eres mi ángel...—susurró una voz ajena a la de él, cuando terminó de cantar.
No creía en los milagros, pero empezaba a pensar que estaba presenciando uno. O tal vez fue producto de un acto de magia. Fuera lo que fuera, Kim Taehyung estaba apretando su mano, y hablando con él.
—Hyung, estás bien... has despertado—murmuró Jungkook en respuesta, pero las lágrimas no se detenían.
—He soñado contigo en el tiempo... sea cual sea, que he estado dormido. Soñé que tú tenías... alas, y me devolvías la vida que pensaba que perdía.
Ambos sonrieron.
Taehyung intentó ser paciente y esperó lo que fue necesario para poder salir de ese lugar junto a su ángel. Los dos caminaban por la acera lejos del hospital, pero a mitad de camino, el mayor jaló el brazo de Jungkook y lo hizo detenerse y darse la vuelta. Jungkook no tuvo tiempo de decir nada, porque un segundo después Taehyung lo estaba abrazando, dejando de lado toda la timidez.
—Sé que dijiste que no lo aceptarías, pero aún así... gracias—susurró cerca de su oído.
Ahí se quedó, abrazando a su ángel, aquella persona que aseguraba que lo había salvado. Y no únicamente porque creía eso, sino porque realmente amaba a esa persona.
Cuando un chico conoce a su ángel, siente que todas las cosas buenas son traídas de vuelta a su vida, se refugia en sus alas que fueron hechas para protegerlo. El ángel es capaz de formar parte de su vida, y a pesar de llamarse así y estar ahí para rescatarlo, aquel chico estará dedicado a ser su guardián. Ambos estuvieron destinados a cuidar uno del otro, salvarse, enseñarle al otro las mejores cosas de la vida, a su lado.
gracias por haber leído
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Boy meets Angel ↠ taekook.
FanfictionCuando un chico conoce a un ángel. Cuando todo lo que pensaba de pronto se ve cambiado por la luz y la paz. Cuando la personalidad juguetona y alocada de Kim Taehyung se ve iluminada por la inocencia y la necesidad de protección de un ser tan puro c...