Chupar pollas

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Tuve hace poco la suerte de dar con un «machote» que ante la obviedad de que su argumentación no tiraba para adelante se pasó a la ofensa, con reiterados mensajes como «vete a comer pollas» o «cómeme la polla».

En un primer lugar ya me vi obligado a exponerle que en mi libertad individual me dedico a lo que me da la gana y que las prácticas sexuales no hacen a nadie más ni menos, además de que no era mi tipo. Así es el mundo heterosexista en el que vivimos que cualquier «machote malote» se piensa que por el hecho de ser varón blanco heterosexual es el objeto de deseo de cualquier mujer u homosexual (normalmente piensan que estos últimos desean siempre propasarse con ellos).

No deja de ser paradójico el hecho que una práctica tan común como la felación sea usada como insulto, supongo que es por la herencia grecolatina en donde el que cumple el rol de «complacer» al otro se «rebaja». Me imagino que esto se ha visto acrecentado por el porno ya que en el heterosexual las mujeres son representadas como objetos sedientos de sexo y ansiosas por complacer al hombre,y en el porno homosexual normalmente el que cumple el rol de activo es más musculoso, más grande, etcétera que el que cumple el rol de pasivo que suele ser más canijo y está a la entera disposición del otro (curioso que la felación se centre más en el activo en este tipo de porno, tema a desarrollar) obviando entre otras cosas que lo más común es que los roles se alternen.Pero volviendo al tema del que hablaba, este «machote» desde su pedestal de varón blanco heterosexual se dedica a decir a los demás que realicen x o y práctica ya que las identifica con rebajarse, con ello considera que está quedando por encima cuando en realidad el único que se degrada él mismo con una homofobia de manual.

Es llamativo cómo tales actitudes aún siguen reproduciéndose hoy en día y cómo la sociedad sigue vendiendo una imagen cuanto menos curiosa de lo que son las prácticas que la gente lleva a cabo como fruto de su libre albedrío. Por un lado nos venden que una mamada es de lo mejor que te pueden hacer pero por otro lado se nos dice que hacerlas es sobajarse en el escalafón social. Cuanto menos contradictorio.

En fin, que «no es puta, sino la puta manera que tienes de decírmelo» y a este chulesco «machote» varón blanco heterosexual se le ha tenido que venir abajo el mundo al ver que no es el objeto de deseo de los demás y que sus «insultos» sólo le degradan a él al reflejarle nítidamente como un ser retrógrado en lo social y en lo sexual.

P.D.: Si tenéis morbo por saber cuál era el tema... El chaval es además protaurino.

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