Primer día.

19 0 0
                                    

No parece convencional emocionarse al ver a una persona.  Pero admito,  siendo ella la chica que siempre había buscado,  me exaltaba solo con imaginarme a su lado.  Me estaba arreglando para ver a ese hermoso ángel que a mi vida ha llegado,  no sabía que ponerme,  quería verme presentable para ella,  no quería decepcionar con mi apariencia poco femenina,  pero que Carajos,  si me quiere,  que lo haga tal cual como soy.  Me terminé de arreglar y emprendí mi camino,  exactamente de mi casa a la de ella hay 1 kilómetro y medio,  considerando el echo de que mi madre no sabia que iría a verle,  así que tuve que reforzar mi mentira yendo a la casa de mi ex compañera de clases.  Pedí una llamada prestada y marqué su número,  cuando atendió no sabía que decir,  sabía que estaba a tan solo minutos para verla,  y lo mejor aún para darle su regalo.  No acostumbro a esforzarme por dar regados,  pero ella lo valía,  lo vale,  y lo hará por mucho tiempo. 

Fijamos el encuentro y me dirige a su casa,  en realidad dure un momento afueras de su casa,  no sabía si gritar o quedarme esperando a que saliera.  Confieso que estaba muy nerviosa pero de igual manera grité su hermoso nombre,  primero vi a su madre y después la vi a ella.  Maldición estaba hermosa a pesar de que ella se quejaba de algunos aspectos de su persona,  rayos se veía bellísima,  tal vez exagero pero estaba perfecta,  es perfecta,  al menos para mi. Entre a su casa,  volví a entrar a esa casa,  volví a ver ese cuarto,  al cual ya había entrado y donde había planeado declararmele la primera vez que la vi.  Esta vez se sentía diferente,  ya no era una desconocida,  ya no era otra chica que intentaba conquistarla.  Era su novia,  por lo que me había esmerado tanto,  soy su novia y me encantó sentirme así. La abracé, quería abrazarla, quería sentirla cerca, quería sentir su olor,  sentir su piel, sentir su hermosa figura cerca de la mía.   Sinceramente si nunca se hubiera dado esto,  igual hubiera seguido a su lado,  por el simple echo de que me importa y de que es muy especial en mi vida.  Pero ahora que lo logré no pienso dejarla ir,  no pienso dejarte ir. 

Salimos de su casa y nos Dirjimos a una parada de autobús,  nos sentamos y ella procedió a darme mi regalo,  bueno un detalle,  el cual me gustó muchísimo y aprecio que se haya esmerado tanto en hacer algo para mi.  Le di su regalo,  admito que me hubiera encantado haberle llevado un ramo de flores o algo así,  ella se lo merece,  pero prometo compensarlo la próxima vez.  Aunque una de las tantas cosas buenas en ella es que en verdad no es interesada,  valora la presencia,  pero igual vi su expresión cuando lo vió y creo que le gustó mucho.  Estaba nerviosa,  debido a que estaba acostumbrada a no intentar nada por que era mi amiga,  y que ahora si pueda intentarlo todo por que es mi novia me ponía exaltada.  Después de hablar,  echar bromas,  chistes malos,  mirarnos.  No podía esperar más para poder besarla,  habían pasado 365 con mis ganas de poder hacerlo,  mi ganas se notaban demasiado,  pero mis nervios me traicionaban,  hubo un momento en el que simplemente me acerque y ella me besó,  pero fue rápido porque yo estaba distraída,  me encantó que haya tomado el primer paso pero después de que tomé valentía solo me le acerqué y la besé,  con las ganas con las que había querido besarla hace mucho tiempo,  esta vez en mucho tiempo,  obtuve un beso correspondido y aunque fue rápido amé sentirla conmigo,  amé tenerla conmigo,  amo tenerla conmigo.

Después de hablar solo un rato más nos fuimos a su casa de nuevo. Estábamos casi llegando cuando nos encontramos a su madre y a su mejor amigo.  Saludé a su amigo y caminamos a su casa,  entramos y ella se fue a cambiar su camisa.  Damn amo su espalda,  si,  confieso que no sabía esto en mi hasta hace un tiempo y tengo un fetiche.  La espalda es simplemente excitante para mi y no es por exagerar pero tiene una espalda hermosa,  tal vez para ella suene raro pero si,  amo tú hermosa espalda.  Admito que quería entrar a ese cuarto y pecar de muchas formas con ella,  pero mis nervios y su amigo me llevaron a quedarme sentada y como una cobarde ver su hermosa silueta sin camisa mientras mi mente imaginaba un millón de cosas. Después de salir de su casa me acompañó hasta cierto punto,  íbamos agarradas de manos y amé tocar su mano,  caminar así fue especial y muy lindo para mi.  Cuando llegamos a este punto,  la besé,  la abracé, la miré y me despedí. Planeando en el resto del camino nuestro próximo encuentro.

Confieso que amarla es mi vicio,  pensar en ella es mi más grande desvelo y sus besos mi gratis e irresistible droga.  Esta vez tener un amor correspondido es maravilloso y único,  sobre todo en esta época.  Me encanta cada detalle de ella,  su cabello desarreglado,  sus hermoso ojos café, sus manos,  que comparada con las mías,  hacen bastante tarea.  Su hermosa piel,  amo su piel,  amo sentirla,  amo esa parte de ella que a cualquiera vuelve loco, esa parte que muero por hacer mía,  amo todo de ella,  desde su carisma, hasta cuando esta nerviosa.  Es simplemente perfecta para mi,  entró a mi vida y quiero que se queda hasta que se me acaben los días de vida,  hasta que mi piel se vuelva arrugada y débil con el tiempo,  hasta que mis pulmones no den más. Cuando sea mi último día, planeo mirarla con tanto amor,  porque sé que estuve con el amor de mi vida,  porque sé que siempre estuve con la chica indicada.

Que los días cuenten. (She) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora