Su piel

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Aquí estoy de nuevo, esperando a que llegue este ángel junto a un amigo. Por fin iba a caminar sin tener que esconderme, sin tener que fingir ser alguien que no soy. Cuando la vi, se me aceleró el corazón y se detuvo al sentirla tan cerca, porque si, aún se me acelera el corazón, como si fuera la primera vez. Y es que siempre la trataré como si fuera la primera vez, siempre la veré como si fuera la primera vez. Estaba hermosa a pesar de que en ocasiones decía que se veía un poco mal, en fin, para mi se veía simplemente preciosa, como siempre. Caminamos por aquí, por acá, caminamos bastante, íbamos agarradas de manos, en ocasiones la besaba, y por más que algunas personas nos miraban, me sentía diferente. Me sentía libre, por primera vez, me sentí independiente. Admito que casi todo lo que llevo de vida ha sido bajo la tutela de alguien, siempre con reglas absurdas, gritos innecesarios, quejas incoherente y demás imprudencias hacia mi persona, pero ese día fue diferente, el estar sola, sin contar con la asesoría de nadie, que todo fuera por uso de mi conciencia y razonabilidad de mi sentido de la orientación, fue simplemente único, me sentía feliz, feliz de poder demostrar que si sirvo para algo, que si puedo caminar por el mundo y no morirme en el intento, que si puedo lograr ser alguien, sin necesidad de escuchar esa voz que todo lo que llevo de vida he escuchado (tú no serías nadie, si no fuera por mi), pero vez, puedo caminar en el infierno y no quemarme los pies, puedo caminar en el cielo y que las nubes me sostengan, puedo saltar por el mar, sin necesidad de que el agua me salpique. Después de investigar todo lo que había que investigar decidimos regresar. Decidimos irnos a la casa del amigo que estaba con nosotras, ya que estaba sola.

Cuando llegamos ella dijo que quería ducharse, procedió a entrar a la habitación donde estaba la toalla, pero antes se había comenzado a desvestir, yo me senté en la orilla de la otra cama frente a ella, comenzó por su camisa y se quedó solo con el brasier, la veía de una manera muy ociosa, quería hacerle mía, pero a parte de que mis nervios por no saber cómo comenzar me estaban ganando, también estaba en contra (y como de costumbre) el tiempo. Solo la miraba y sé que ella estaba esperando algo de mi, pero el término (pegada) se me marcaba en la frente, pero qué carajos!!!? Soy virgen, en realidad no sé que hacer, no quería dejarla mal. Admito que mi mente se nubló por unos segundos intentando analizar lo que estaba pasando. Luego recordé, no importa si eres virgen o no, lo que importa es que (en mi caso) la amaba con todo mi ser, bueno, la amo con todo mi ser, solo podía pensar en hacerle el amor. Solo me le acerqué y la besé, ella me dijo que cuando quisiera podía quitarle el bra, pero yo solo quería verla semi desnuda, quería detallar cada parte, por más que ella no se diera cuenta. Me levanté y mientras la besaba comenzaba a inclinar su cuerpo hacia atrás, hasta que quedé por completo sobre ella, mientras la miraba le quitaba el brasier. Sus ojos reflejaban lujuria, no es que lea la mente (si lo hago), pero admito que todo lo que esa linda chica estaba pensando se lo quería cumplir. Después de besarla, besar su cuello, sus hermosos senos, quería seguir bajando, quería probar de su sexo, quería sentir su néctar dentro de mi. A pesar de que sería mi primera vez haciendo sexo oral, admito que me sentía muy cómoda, solo quería hacer y ya, pero ella me detuvo.

-Tengo que irme a duchar, después de que lo haga puedes seguir bajando. (Con esa mirada deseosa)
-Yo: esta bien, vaya y vuelva. (Posé mi mirada ociosa sobre ella, me fui levantando, dejándola semi desnuda en la cama y mirándola con tal pasión). Tuve que esperar a que se duchara.

Cuando salió del baño y se dirigió a la habitación, esperé un momento y entré. Solo miraba su hermoso cuerpo, se colocó su camisa y le pregunté por qué lo hacía, ella solo me dijo que se la iba a poner por encima solamente. Después de esas miradas ella procedió a colocarse sobre mi, amo que se coloque sobre mi. Le iba a quitar su camisa, cuando su voz hermosa me detuvo preguntando.

-Por qué siempre soy yo la que se desviste? .
Yo solo me coloqué a su disposición, ella comenzó a quitarme la camisa, hasta que esta fue a parar no sé donde. Me comenzó a besar, yo solo quería sentir su sexo con mis labios, quería causarle placer, así que le dije que se acostara por completo en la cama, ella muy obediente lo hizo. Cuando me coloqué sobre ella quería quitarle esa camisa, ella nuevamente me preguntó que por qué siempre era ella la que se desvestía. Recordé una conversación en la que ella me decía que sería mi sumisa, y procedí a repetirlo.

-Recuerda que eres mi sumisa! Después será tú turno.

Ella con una mirada penetrante me dijo: ok esta bien, perfecto.
Comencé a quitarle la camisa, cuando comencé a besar su seno, ella con su mano me dirigía a su otro seno. Solo la besaba, mordía y chupaba mientras iba bajando, quería dejar mi marca, en un momento me acerqué a su oído y le susurré que cuando quisiera podía quitarme el brasier, ella lo desabrocho y quedamos (por fin) piel con piel, calor con calor, podía sentirla. Seguí bajando hasta llegar a su braga, besé su entre pierna, su abdomen, empecé a bajar su braga, la cual y por alguna extraño razón no pude bajar por completo, solo sonreí e hice un mal chiste, ella sonrió y fui a besarla, mientras la besaba me pude dar cuenta que se la había bajado ella misma. Me concentre en quitársela por completo, primero una pierna y después la otra.

Cuando comencé a levantar sus piernas para quedar en una posición cómoda, ella solo sonreía, colocaba sus manos sobre su rostro, cerraba sus piernas y se sonrojaba. Procedí a decirle que cerrara los ojos, ella colocó su brazo sobre su rostro y yo me dispuse a hacer lo que quería hacerle hace mucho, lo cual ella también deseaba. Levanté una de sus piernas y posé mi rostro y mirada sobre su sexo. Dios!! Que glorioso fue hacerle sexo oral, nunca lo había hecho, fue demasiado delicioso sentir su sexo con mi boca y lengua, pasar mi lengua repetidas veces por su clítoris y mirar de reojo hacia arriba para ver su rostro, es hermoso ver su reacción, ver como suspiraba cuando colocaba mi lengua dentro de ella. Ver como respiraba y arqueaba su cuerpo cada vez que repetía mis movimientos sobre su clítoris, sujetaba uno de sus senos, fue excitante al extremo ver como lo disfrutaba, me causaba un placer inmenso el estar haciéndole eso, cada vez que introducía mi lengua dentro de ella, sus suspiros, me hubiera encantado escucharla gemir, pero tendrá que ser cuando por fin la haga mía por completo. Lo estaba disfrutando tanto como ella al máximo, hasta que se escuchó una voz masculina gritar.

-Paaa!!!. (Exaltada me levanté y alejé de ella) , ella hizo lo mismo.
-Risas dentro del cuarto, y miradas sonrojadas. Estaba la pena de sentimiento, pero más que todo era por el hecho, de que lo estábamos disfrutando tanto, y que de repente ocurriera esa interrupción. Fue algo que nunca me había sucedido y me causaba gracia, al igual que a ella.

Después de salir de la habitación nos dispusimos a comer, mientras estábamos en la mesa no podía evitar mirarla fijo, sería y pervertida. Porque quería hacerla mía, porque había odiado esa interrupción. Ella me miraba y en ocasiones se reía, sabía que quería más, y creo que ella también anhelaba más.
Después de que el padre de nuestro amigo se fuera había que llevarla a su casa, después de una larga charla entre los tres, salimos de esa casa y la fuimos a llevar a la suya. En el camino íbamos caminando de manos, y es que caminar a su lado me causa demasiada paz, tranquilidad. Ella es mi todo y quiero que lo sea por mucho tiempo. Llegamos a su casa, saludé a su madre, ella me acompañó hasta la puerta y solo me pude despedir con un beso, y en mi imaginación miles de escenas pasaban quiero más de su néctar, más de sus labios, más de su boca, más de su olor, quiero más de su cuerpo y pronto lo tendré por completo mío, al igual que yo seré por completo tuya.

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⏰ Última actualización: Dec 11, 2017 ⏰

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