Ese día.

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Y aquí estoy a punto de llamar a su casa de nuevo. Era temprano,  y de verdad que las ganas de besarle,  las ganas de ver esos hermosos ojos,  las ganas que tenía de tocarle me causaban escalofríos.  Un día antes nos habíamos enviado mensajes muy eróticos,  tan así,  que llegué al punto de calentarme demasiado gracias a esos mensajes,  y al parecer a ella le pasaba igual.  Dejé a un lado la mirada enamorada,  la mirada de niña tonta que ponía cada vez que la veía.  El deseo de apoderaba poco a poco de mi,  quería sentir su piel con la mía.

Entré a su casa,  como de costumbre estábamos en la sala,  estaban sus dos mejores amigos,  ella y yo.  Después de hablar un rato,  se decidió entrar al cuarto,  ya que había una conversación grupal pendiente,  en fin,  terminó la conversación,  todo iba bien.  Hubo en momento en donde su cabeza se encontraba recostada en mi pierna,  y yo en la suya,  dios!!  Sonará sexoso y lo sé,  pero es que hacíamos un 69 perfecto,  como tenía ganas de quitarle ese pantalón que llevaba y hacerle el amor allí mismo,  pero había gente,  y lamentablemente el tiempo no estaba a mucho favor que digamos.  Las miradas cambiaron entre ella y yo,  ya no era una mirada y una sonrisa,  era una mirada sería y con maldad en ella,  sin mencionar que ella se daba cuenta cuando le miraba de arriba a abajo con deseo,  imaginándome todo ese hermoso cuerpo sin ropa,  sin ninguna prenda,  sin ningún impedimento.  Sin embargo en varias ocasiones yo notaba su mirada lujuriosa posada sobre mi,  esa mirada seria con una llamita en los ojos,  nos deseamos demasiado.  En un punto me acerqué a besarla y le acariciaba el cabello.  Halé su cabello y ella suspiro de una manera muy notable, amo esos suspiros de su parte,  me ponen a mil. 

Mientras la besaba sentía su respiración agitarse,  y la mía tampoco estaba muy calmada que digamos,  acariciaba su cabello, mientras que ella sujetaba mi rostro.  Amo sus besos,  me prende sentir sus labios,  cuando su lengua se junta con la mía siento ese pequeño estreñimiento en mi,  es que me excita demasiado,  ninguna chica me había excitado de esa forma en la que lo hace ella.  Su perversidad cuando me muerde el labio,  al igual que cuando pasa su lengua por mi boca,  quiero follarla con todas las ganas y pronto lo haré.  En ese beso admito que no me aguanté las ganas de tocarle y comencé a bajar mi mano por su cuello,  sus senos,  su abdomen, hasta llegar a su pantalón.  Mi mano no se aguantó y por más que había gente ella tampoco planeaba que yo parara,  metí mi mano en su pantalón y comencé a bajar más y más,  el deseo y la lujuria nos estaban ganando,  así que ella tomó mi mano y la sacó de allí,  no podíamos pecar allí, había gente.  En el momento de casi irme,  se acercó a mi y nos colocamos contra unas gavetas que estaban en su cuarto,  ella me estaba provocando y yo caí,  como la carne débil que soy.

Pero solo es con ella,  es que es demasiado sádica y perversa,  amo que sea directa,  me altera demasiado,  y amo que me excite de esa forma.  Comencé a besarla,  y ella se había cambiado de pantalón,  se había colocado un mono,  un mono fácil de quitar,  un mono el cual si no hubiera habido gente,  ya se lo hubiera quitado sin pensarlo dos veces.  En ese momento amé ser bajita,  debido a mi baja estatura,  quedo exactamente donde están sus hermosos senos, cosa que disfruto al extremo. La beso lento y de forma ociosa,  pasando mi lengua por sus labios,  trataba de simular lo que le haría a su sexo y ella entendía,  porque su respiración se aceleraba.  Coloqué mi mano en su cintura y la halaba hacia mi,  tratando de que sintiera mi sexo con el suyo,  me estaba excitando demasiado,  ella colocó una de mis manos en sus senos,  amo que aveces sea ella la que tome el primer paso,  porque sé que no tengo que hacer todo yo,  aparte me encanta que ella misma ponga mis manos en ciertas partes de su cuerpo,  amo que sea caliente y curiosa. Le encanta provocarme,  debido a que me encanta cuando voy a besar y se quitan,  ya que eso me causa más ganas de basarle,  ella lo hacía,  cuando lo hacía ponía una cara de perversa increíble,  la lujuria era demasiada,  yo bajaba hacia sus senos y mordía uno para deleitarme de ese hermoso cuerpo.  Me tenía que despedir,  así que me despegue como pude de su cuerpo y me despedí. 

Hoy de nuevo estoy aquí en su casa,  estaba con uno de sus mejores amigos.  Pasé y la saludé,  nos sentamos a hablar un rato.  Yo cargaba la tablet y me acordé que tenía un juego que se llamaba verdad o reto,  así que nos dispusimos a jugar,  en varias ocasiones,  por suerte la mía,  elegí reto y me tocó bailarle de entre pierna a un jugador,  y como yo no quería me dispuse a bailarle.  Fue demasiado rico bailarle y por más que tenía a su amigo al lado, lo cual me causaba un poco de pena, me encantó haberlo hecho dos veces,  las cuales ella disfruto bastante. Después de eso la tablet de quedó sin baterías y se apagó,  a lo cual ella propuso jugar UNO (juego de cartas muy popular),  juego el cual días anteriores habíamos jugado,  y el cual tenía sus reglas, si el número era de 5 para abajo era un beso corto y si era de 6 para arriba era un beso largo.  Ella propuso ese juego ya que sabía lo que tenía que hacer,  y con una mirada pícara se puso a mezclar las cartas y comenzó el juego,  mientras jugábamos los tres,  ella puso su mano en mi rodilla (parte muy sensible de mi) y la cual al tacto lento y suave hace que me excite mucho.  Ella sabiendo eso se dispuso a hacer lentos movimientos con su mano en mi rodilla,  yo no aguantaba las ganas,  quería follarmela ya,  pero su cara demostraba maldad,  perversidad,  es sádica esa chica y la amo. Subió su mano y la colocó en mi sexo, a pesar de tener pantalón sentía todo,  movía su mano lento y después brusco,  me excitó,  y prometí vengarme,  ella comenzó una partida sola con su amigo y coloqué mi mano debajo de la almohada que usábamos como mesa,  mi mano quedó en ese perfecto espacio y ella abrió un poco sus piernas al ver mis intenciones.  Cuando comenzó el juego comencé a mover mi mano,  lo que me tomó por sorpresa es que ella ya estaba mojada cuando puse mi mano en su sexo,  que delicioso fue sentirle así,  esa chica estaba mojada por mi, era demasiado rico sentir su néctar en mi mano.  Movía mi mano y a pesar de que se hacía la dura,  en momentos no se aguantaba y suspiraba de una manera muy notable,  que hasta su amigo de dió cuenta.  Se mordía el labio,  sacaba y rodeaba su labio superior con su lengua,  de forma ociosa me besaba y me miraba,  estaba excitada,  ella no lo notaba pero mi mano si se dió cuenta que estaba cada vez más mojada.  Sentir su sexo con mi mano y estimularla cada vez que me besaba,  me causaba tanto placer.  Luego de esa partida excitante me tuve que ir,  pero ya muy muy pronto llegará el día en que la haga el amor a esa hermosa chica,  mi novia perversa.  Amo sus labios,  amo su sexo,  y mi boca también se quiere deleitar de el,  amo su mirada pícara,  sádica y ociosa,  amo sus intenciones malas conmigo.  Conmigo puede hacer lo que quiera.  Amo su curiosa y deliciosa lengua. Amo el hecho de que es ella a quién quiero hacer mi mujer,  solo quiero que ella me hagas tuya.  Quiero que ese día seamos una sola persona. Una sola alma y nada más,  causarnos placer hasta más no poder.  Quiero hacerte mi mujer y yo ser la tuya.

Que los días cuenten. (She) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora