Rubius
-Miércoles...jueves...viernes. Llegó el jodido día en el que tendré que ir a esa jodida cita con esa jodida psicóloga de los cojones. Joder, no puedo ser tan desagradecido, se supone que lo que hace Beatriz es para ayudarme...bueno, lo hace sin realmente conocer que..que él no se irá tan fácilmente, no me dejará por unas simples sesiones de psicología, esto va más allá de una enfermedad, esta fuera de los límites cosa que no puedo controlar...esto no es algo que puedas arreglar con amor y mierdas por el estilo, esto es...
-Shit- el sonido del móvil me hizo reaccionar -Beatriz- suspire abriendo el mensaje del whatsapp ese.
"Alas cinco en la oficina, no me falles Ruben"
-"No me falles"- Cuantas veces me han fallado y yo tengo que no hacerlo, claro. Apague el móvil y lo mande a tomar por saco en la sala. Rendido deje caer mi cuerpo sobre el sofá e instantáneamente mi cabeza se llenó de pensamientos idiotas -Joder tío, déjame descansar un rato mi mente- ni un segundo me deja en paz, ni uno. Masajeé mi sien algo irritado por esos recuerdos que comenzaban a debilitarme...otra vez.
"Ya te lo había dicho, pequeño. Es un juego muy divertido que a mi me encanta, y a ti seguramente también te gustará mucho. Solo promete que no dirás nada a mamá ¿vale?..."
-¡Maldito bastardo!- Grité levantándome de golpe del sofá. No lloraría esta vez, no me permitiría ser tan débil de llorar por eso otra vez. Esa herida que aún supura dentro de mi ser. Eso tan profundo, tan secreto, aquellas cosas que...al final nadie creyó. Ni mi madre...
Ella y yo hace más de tres años que no hablamos y no miento, la extraño mucho, pero ya bastante tengo con lo que me dijo hace años, con esa petición dolorosa que me dio y que me descoló por completo...
Siento que estoy necesitado de un abrazo...siento la necesidad de unos brazos que me rodeen con cariño, sin dobles intenciones, sin intereses de por medio, solo con amor, ese amor que tanto e anhelado, aquel que no existe en absoluto. Por lo que sé esas mierdas del amor no existen. Lo he buscando por tanto tiempo y me han herido tantas veces, me han pisoteado de igual o pero manera que simplemente me es casi imposible llegar a demostrar algo. Y cada vez que alguien tan solo intenta mostrarme algo, simplemente lo aparto por miedo e inseguridad. No, no creo en el amor porque este me ha evadido. No entiendo, la verdad no entiendo por qué hay gente que puede ser feliz, por qué hay personas que pueden disfrutar de eso que tanto deseo pero me es imposible conseguir. ¿Por qué no puedo ser acogido por ese sentimiento del que a todos les gusta hablar? ¿es tan difícil para el amor extenderse un poquito más para alcanzarme? Solo pido una maldita caricia, un beso, un abrazo. Nada del otro mundo verdad...¿Verdad?...
-Mew...- mi cabeza estaba apoyada sobre mis manos, y estas estaban empapadas por estar ubicadas justo en mis ojos. Realmente detesto ser tan débil ante ello, pero me cuesta...realmente me cuesta..
-¿Que quieres, hermosa?- Raspy se subió a mi regazo y puso su patita en una de mis mejillas.
-Miau...- volvió a maullar acercándose para lamer con su legua rasposa las lágrimas que salían débilmente de mis ojos.
-Raspy- susurre con la voz quebrada tomándola en brazos -joder- murmure acercándola a mi pecho para abrazarla con delicadeza, ella simplemente se acurrucó allí ronroneando con suavidad. Sonreí agradecido con la gata...como amaba a estos animalitos -Gracias Raspy- la separé de mi pecho y maulló de nuevo zafándose de mis manos para ir a correr a hacer quien sabe que cosa. Ahora sí salí de mi casa sin mucho interés camino a ese incómodo lugar.

YOU ARE READING
Fragmentado || Rubelangel ||
FanfictionÉl sufre de una enfermedad que domina su cuerpo, una que no puede controlar. Una que lo obliga a actuar sin razonar. Ellos van a querer ayudarlo. Ellos lo van a amar. Ellos lo van a curar. Ellos... Él...él lo va a matar... -"Déjame enseñarte" -"Déja...