Estudiar la universidad puede ser un tormento para unos y una alegría, dicha y orgullo para otros, como era el caso de Erik Lehnsherr, que durante casi toda su infancia había añorado con ese momento, crecer , entrar a la universidad, estudiar, salir con honores, conseguir un buen trabajo y seguir ayudando a su madre.
Si Erik prácticamente vivió solo con eso único motivo toda su vida, con ese sueño, nadie podía pararlo en ese sentido, el iba a demostrar que aun cuando su desgraciado padre lo había abandonado por su condición, el podía salir adelante solo con sus sueños, con sus sueños y con el amor de su amada madre... Edie, Edie era otro punto importante en la vida del joven cobrizo, de hecho era todo su mundo, ella era todo lo que Erik pudiera querer y amar en esa horrible realidad... ella estaba por encima de todo, incluso de sus metas y sueños.
Era por ella que Erik seguía de pie y con esa hermoso sonrisa, era por ella que el había salido adelante y era por ella que ese día estaba mas ocupado en la cochera que en alistarse para su examen final de la universidad.
-Hijo deberías irte a la escuela, se te puede hacer tarde- dijo una mujer desde la puerta que conectaba a la casa con el de la cochera, mirando curiosa a su hijo pues este llevaba días encerrado ahí.
-Solo deja termino con esto y ya voy- murmuro el cobrizo conteniendo su emoción mientras terminaba de retocar algunos arreglos.
-Te advierto que si no sales en 10 minutos yo misma bajare por ti y pasare por alto tus amenazas- Erik suspiro con una hermosa sonrisa, su madre jamás cambiaría, siempre se preocuparía por el.
Siguió en su mundo, depositando un collar de metal en una cajita color blanco, sujeta por un listo color vino, sonrió al ver terminado su trabajo, estaba seguro que ese sería el mejor regalo de cumpleaños que el había hecho y dado.
Guardo el regalo en su maleta y corrió rumbo a la cocina emocionado.
-¡Hasta que por fin sales!- el chico mostró su mejor sonrisa inocente- ¿se puede saber que hacías metido allá abajo cuando tienes un importante examen hoy? - el chico se encogió de hombre aun sonriendo- ¿no me piensas responder?- el chico se hizo el desentendido- Erik Magnus Lehnsherr no me ignores-.
-Si todo sale como lo planeo lo sabrás hoy después de mi examen- le dijo depositando un beso en su mejilla- pero por el momento morirás de la curiosidad- la mujer rodó los ojos cuando vio a su hijo alejarse para tomar un poco de jugo.
Sonrió con orgullo, su pequeño tiburón estaba a solo un paso de lograr sus metas y sueños- Suerte en tu examen- murmuro sin ser escuchada, con algunas lagrimas en sus ojos.
-¿Mamá te pasa algo?- pregunto preocupado desde el otro extremo de la mesa cuando la vio llorar.
Esta solo negó con la cabeza -solo estoy muy feliz y orgullosa de ti hijo- Erik sonrió con ternura acercándose a su mama para darle un fuerte abrazo- Sabes que se te hace tarde, ¿verdad?- el chico sonrió al escuchar como su mamá cortaba el momento.
Tomo su maleta y salio de su casa, no sin antes gritar "recuerda que te tengo una sorpresa esta noche, así que ponte guapa", su mama sonrió, esperaba que fuera una novia o un novio, a estas alturas ya no le importaba mientras viera a su hijo plenamente feliz.
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El cobrizo llego a su universidad con 30 minutos de anticipación, ¡ja! y su mama creyendo que llegaría tarde, el era un obsesivo de la puntualidad, jamas llegaría tarde a un lugar, primero muerto antes que eso pasara. Se sentó en una mesita apartado de sus ruidosos compañeros y saco un cuaderno de apuntes leyendo unos puntos que tenía que realizar en su trabajo después del examen.
Media hora después el examen empezó y tal como se lo habia imaginado resulto fácil y sencillo, se tardo lo necesario, entrego su examen, el profesor lo vio con una sonrisa satisfecha y eso le hizo sonreír aun mas.Salio con rumbo a su trabajo, había avanzado con lo que le habían pedido y tal vez si lo entregaba antes de tiempo lo dejarían salir temprano.
En su trabajo las cosas no habían resultado como quería y no sabia si para bien o para mal, su jefe al ver que habia terminado su trabajo mucho antes de tiempo decidió presentarlo con el dueño de aquella empresa, el cual curiosamente estaba ese día en el edificio. Lo tuvieron retenido durante un buen tiempo entre platicas que alababan lo buen trabajador que era y que merecía trabajar de tiempo completo. Salio de la oficina mas tarde de lo planeado gracias a eso, pero al menos ya tenia un buen trabajo, así que decidió que fue para bien.
Sin cambiar sus planes aun con ese pequeño retraso, fue a la floristería por un buen arreglo, después aun con su maleta y las flores en manos se las apaño para ir también por un gran pastel a su local favorito. Tenia ya todo listo, flores, pastel, una reservación en un bonito restaurante y un regalo, estaba seguro que todo eso le gustaría a su madre, y su fuera poco, le iba a anunciar que ya tenia trabajo definitivo... ¡que mejor regalo de cumpleaños para su madre!, estaba seguro que con eso ella seria feliz.
Cuando estaba cerca de su casa, empezó a notar algo raro, habia algunas patrullas y una ambulancia parados en su calle y mucha gente amontonada cerca de su casa, entre ellos algunos vecino. Un mal presentimiento empezó a crecer en su interior, soltó todo y corrió lo mas rápido que pudo.
-¡Joven no puede pasar, es una escena del crimen!-
¿Que su casa era una escena del crimen?, eso tenia que ser una jodida broma... con el juicio algo nublado golpeo al oficial intentando cruzar esa estúpida cinta, pero fue detenido por mas oficiales.
-Joven si sigue así vamos a tener que detenerlo- Al escuchar eso se puso mas agresivo, una vecina y amiga de su mama se acerco para tranquilizarlo, Erik la reconoció ya que la mujer estaba en el suelo gracias a un empujón que le dio.
-¿Que paso?- exigió a gritos Erik.
-Homicidio, el presunto culpable ya esta en custodia- trato de explicar el hombre, pero esto no resolvía las dudas y miedo en el corazón de Erik.
-Señor o me deja pasar o no respondo- murmuro el cobrizo tratando de contenerse.
-¡Es tu papá Erik!- le dijo la mujer que aun seguía en el suelo, temblando al ver a el chico de esa manera.
-Pero el hace años que se fue- volteo a verla confundido.
-El llego a tu casa hecho una fiera, tal vez estaba borracho o drogado, no lo se, pero tu mama-
-mi mama que?- pregunto al ver que la señora se callaba y desviaba su mirada al suelo- ¿¡Donde esta mi mamá!?- grito aun más alterado cuando empezó a unir cabos en su cabeza.
-Lo siento mucho Erik- y tras esas palabras el mundo de Erik se derrumbo.
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¡Yo publicando!, eso es un milagro, falta poquito para el final y me siento culpable porque no he actualizado ninguno de mis demás fics y mi mente ya esta maquinando otros... Ir a correr me despeja la mente de una manera increíble y me ayuda a divagar mucho... ¡Rayos!. Soy una irresponsable de lo peor.
Al principio planeaba escribir este fic con tema de alfas y omegas (omegaverse), pero no se :c
