Estoy condenada a estar presa en el pasado, estar estancada en el.
No poder sentir nada bien, ser excluida por la sociedad y exiliada a la oscuridad, donde la luz del sol no llega.
¿Sabes lo que se siente ser diferente?, simplemente no encajar con los demás. Escondiendo la cara por miedo a ser lastimada, lastimandote a ti misma por el odio provocado por los demás.
¿Sabes lo que se siente encerrarse en tu cuarto nada mas a llorar?, con la musica fuerte para que los demás no escuchen tus gritos.
No, tu no tienes idea de lo que es eso, tu no sabes lo que es como yo.
Estar en una depresión sin nadie hay para salvarte, estar encerrada en un mundo en el que tu odias.
¿Sabes lo que es?, sentir como si te ahogaras mientras todos los demás respiran?
No, no lo sabes.
Yo no pedí esta vida, es mas, yo no he pedido vivir. Quisiera acabar con esto de una vez por todas, acabar con las lágrimas, el dolor, los maltratos. Yo no pedí existir.
Cada puto día de mi vida deseo mi muerte, con la experansa de que mi sueño se haga realidad.
Maldita vida de mierda la que me ha tocado.
Sacudo un poco mi cabeza, tratando asi, de que esos pensamientos salgan de mi mente por un momento. Me he ganado un fuerte dolor de cabeza al dejar mi mente libre.
Miro por la ventana del asiento del bus, falta poco para llegar, es increíble que después de tantos años yo aun recorde la dirección exacta.
- Oye tu, ¿estas sorda?- Giro mi cabeza para asi mirar al responsable de interrumpir mis pensamientos - ¿Puedes quitar tu maleta para poder sentarme? -analizo a la persona que tengo en frente; cabello castaño oscuro, piel morena, ojos pardos, de verdad que la chica que tenia enfrente era hermosa.
- Si claro -coloco mi pequeña maleta entre mis pies, la verdad no estaba tan cómoda.
- Gracias -Dice descaradamente, con un toque de enojo en sus palabras.
No le tome importancia, no tiene caso discutir con alguien a estas alturas, y la verdad, no tengo ni fuerzas ni ganas de hacerlo.
- No eres de por aquí, ¿cierto?- Clava su mirada en mi, esperando a que responda.
- No, soy de los ángeles, ¿como lo supistes?
- Simple intuicion, eso y que tu asentó te delata, ¿como has llegado hasta por acá, tan lejos?
- Vengo a visitar a mi abuela.
- ¿Como se llama tu abuela?
Dudo en contestarle, ¿porque hace tantas preguntas?.
Como si estuviera leyendo mis pensamientos dice:
- Tranquila, es solo curiosidad, estoy aburrida y necesito joder a alguien - me regala una sonrrisa amistosa que no me deja totalmente convencida.
- Se llama ... - No debería decirle el nombre de mi abuela, todos se rien al escucharlo - Eleonora...
Noto como se muerde el labio para no reírse pero es en vano, estalla en grandes carcajas, mientras yo no le encuentro el chiste a eso.
- Perdón pero es que... ¿porque les ponían nombres asi? -vuelve a reirse- Lo digo porque mi abuela también tiene un nombre parecido - Me quedo esperando a que me lo diga. Sus mejillas se tornan rojas al tratar de contener la risa- Diocelina - dice haciendo una espesie de cartel imaginario con sus manos para luego echarse a reír de nuevo.
La verdad es que si le encuentro chistoso eso de los nombres raros de las abuelitas y todo pero..., no me rio porque, primero, no la conozco, y segundo, simplemente no quiero hacerle creer que me agrada.
- Ya, lo siento, perdón, muy mal chiste pero cambiando de tema, ¿como te llamas? - Me mira con exprecion seria, alguna pesca de humor había desaparecido de su rostro.
- Stefany Grace.
- Ah... bueno, mucho gusto stefany, yo me llamo Charlie Miller.
No digo mas nada, no quiero que esta conversación siguiera, quiero bajarme del bus y estar sola. Miro por la ventanilla otra ves y para mi suerte estámos a unos cuantos metros de la casa de la abuela. Me pongo de y me dispongo a bajarme, sin despedirme de la chica la cual ya se me había olvidado el nombre, bajo lo mas rápido posible del bus.
Ya queríero estar en casa de la abuela, hay algo que apresio mucho de la abuela, y no solo es su comida, ella siempre me daba mi espacio, nunca me siento asfixiada con ella, simplemente si yo estaba en mi havitacion, ella no llegaba e inrrumpia mi privasidad, la abuela hablaba simplemente cuando era necesario, claro esta, que si tu querías hablar con ella, ella no te rechazaria.
Camino los cuantos metros que faltan y cuando estoy frente a la puerta me fijo que el mismo bus en el que me he venido antes se para a unas tres casas después de donde yo me encuentro y de este se baja nada mas y nada menos que la chica molesta de antes, ¿charlie?, si, charlie se llamaba dicha extraña.
Se percata de mi mirada sobre ella h voltea, nos mantenemos la mirada durante lo que parecen minutos, yo con confusión y ella con alegría, una sonrisa es extendida por su rostro, abre su boca y la veo gesticular un 'hola vecina' con sus labios pero no sale ningún sonido de ellos, yo por mi parte, le regalo una de las sonrisas mas falsas y le regreso el 'hola' de la misma manera.
En estos momentos había una sola cosa que se repetía en mi mente:
¿encerio?
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She
ChickLit"Ya se, es ilógico, pero es mi deseo y ahora mi promesa. Cuando mi cuerpo desfallezca y mi alma lo abandone, aquellos a los que amo, podrán verme solo con alzar la mirada a la luna. Allí, junto a ella, yo brillaré para ellos".