capitulo 4

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-...... y entonces después te lansaste de las escaleras y........- La interrumpo. Me se de memoria esta historia, era el primer tema de conversación que le venía a la mente cuando llegaba visita.

- y grite "puedo volar", luego caí y me fracture el pie, si abuela ya me lo has contado cientos de veces -Digo sin animo.

Desde que había cruzado la puerta de entrada mi abuela se había encargado de aburrirme hasta llegar al limite de estar contanto cada sucio que había en el piso.

- ¿ya te dije cuan grande estas? - conecte con sus ojos, aunque estuvieran rodeados de arrugas, sus ojos eran hermosos, de un azul grisasejo.- has crecido por lo menos una cabeza y mirate estas hermosa.

- Ya abuela, para. - digo tratando de parecer tranquila, es incomodo que no solo fueran mis amigos si no también mi abuela los que me mintieran con eso.

Admitia que mis ojos negros oscuros fueran llamativos, pero el resto de mi cuerpo no era aceptable, por lo menos para mi. Mi cuerpo... no era el mejor, estaba cuatro kilos abajo de la linea de la perfección, mi cabello era negro , al igual que mis ojos, y con ondas que aveces -las mayoría de las veces-  eran indomables. Odiaba el echo de no haber heredado el cabello rubio de mi padre y los ojos grises de mi madre, para mi mala suerte había heredado lo ojos negros de mi padre y el cabello negro de mi madre, lo que quiere decir, que además de no ser bella, era la mas simple de la familia.

- Querida, deves estar cansada, sube al cuarto de huéspedes, lo arregle especialmente para ti, yo mientras tanto, estaré haciendo la cena. - camino hasta la cocina haciéndome pequeñas señas que me indicaban que subiera.

Tomo mis maletas y camino a las escaleras. Si estaba cansada, pero era demaciado orgullosa como para dejar que mi abuela tuviera el derecho de reclamarme o manipularme por que ella había sido la que subió las maletas -ya me había pasado.- Asi que subí las maletas a la habitación que me tocaba y me tire - literalmente - a la cama.

Me dormiría hasta la hora de la cena, asi que decidí ponerme algo mas cómodo que mis jeans y mi camiseta de mangas largas.

Abri mi maleta y saque una camisa que antiguamente era de mi padre, pero una noche, cuando tenia frio, lo primero que encontré para ponerme encima fue la camisa de este y desde que mi padre se fue, paso a ser mi posesión mas presiada, también saque unos pantalones cortos que gracias al tiempo lo unico que los sostenía eran los pequeños cordones que estos traian, los cuales, yo amarraba a mis caderas y estos quedaban colgados de estas.

Me bañe, me cambie, me sepille los dientes y alfin, llego el tan esperado descanso.

(...)

- stefany!, baja a comer!- escuche seguido de el ruido de los platos.

Me levante, demaciado adormilada y cansada como para cambiarme de ropa, y baje las escaleras al mismo tiempo que me hacia un pequeño rolete con mi cabello rebelde.

- Aquí estoy abuela - le avise para que no volviera a pegar uno de esos espantosos gritos que, por lo menos a mi, me ponían la piel de gallina.

Suspira y me pasa la comida por la barra, la tomo y me siento en uno de los taburetes que estaban del otro lado de la barra, no tengo hambre, no quiero tenerla ni tampoco sentirla, necesitaba bajar de peso y la comida no me ayudaría en eso.

Pico unas cuantas veces la comida hasta que mi abuela salie rumbo al comedor, ya estando sola, me adentro a la cocina y boto todo lo que esta en el plato. Miro con asco lo que esta dentrl de la basura, ¿quien pensaría que lo que los demás comen a diario, a mi me hiciera tanto daño?.

Desido seguir con mi tarea de descansar hasta que escucho mi nombre en la sala de comedor.

Me escabulló  con éxito hasta la pared que esta mas cercana a la sala y en la que puedo escuchar mejor.

- Si, ha regresado, pero ha cambiado mucho desde la ultima vez, ... es... una mujer.- era obvio que esa era mi abuela.

- Me alegro de que stefany alla vuelto a su hogar, de seguro ya no se acuerda de mi - no logro adivinar de quien es esa vos pero algo me queda muy claro, es un hombre.

- no se, talves devas subir y averiguarlo por ti mismo...- típico de ella, estar de casamentera cada vez que se entera que alguien es soltero.

- por supuesto, gracias Tedy- ¿tedy? ¿le llamaba asi a mi abuela?, siento el ruido de una de las sillas moverse.

Me quedo helada, siento la sangre dejar mi rostro.

Debo estar en mi habitación antes que el, si no, se daría cuenta de que he estado usmeando sin permiso y eso, sin duda alguna, me traería problemas con mi abuela.

SheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora