Capitulo 7

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Desde esa noche Charlie y yo habíamos logrado tener una relación algo cercana, al final me di cuenta de que no por que era rara había que desconfiar tanto de ella.

Mi abuela seguía con sus manías y caprichos raros y yo... bueno yo seguía siento nada.

Ya había encontrado trabajo como ayudante en una tienda de arte, lo cual me encantaba: Hace unos años mi padre me había inscrito en un curso de artes, y para sopresa de todos, había logrado ser una de las mejores, desde entonces mi interez por los dibujos y pinturas era infinito.

Mi rutina era simple: Los lunes, martes y jueves trabajaba en el horario de la tarde y toda la semana a excepción de los domingos estudiaba en las mañanas, el resto del tiempo estaba en casa.

En clase de historia el profesor habla de lo importante de la formación de los jóvenes de esta generación, no me interesa en lo absoluto de lo que habla pero prefiero que sea asi.

Mi mente se concentra en la oración que dice el profesor.

"Los adolescentes de hoy en día crecen formados pero mal informados"

La frase parece cierta a simple vista, y en cierto modo, apoyo al profesor. He visto millones de chicas y chicos malgastando su vida, bebiendo y arruinando sus futuros, pero yo no puedo juzgar a nadie porque en cierto modo soy como ellos; vivo sin un propósito, sin una meta; vivo solo por seguir existiendo mas no por que enrrealidad lo este, además, talves ellos lo hagan por que lo vean de otra manera, talves eso es felicidad para ellos; vivir de libertad y extacis: No ser prisioneros de nadie y tener un futuro incierto.

Talves beben por la misma razón que yo me corto: Para olvidar las penas y el dolor por un momento, no sirve de nada hacerme daño porque no mejora nada pero solo en esos momentos logro olvidar el porque lo hago, logro olvidar los problemas y las marcas en mi cuerpo se hacen invisibles por esos escasos momentos, ya que, el dolor físico logra hacerme olvidar el dolor que llevo dentro.

La campana suena y mientras que todos salen disparados del salón yo trató de tardar mas para no tener que meterme en la manada de gente que se encuentra al cruzar la puerta.

El resto de las horas pasan largas y aburridas. Hoy es martes por lo que no me toca ninguna clase con Charlie salvo por el reseso en donde ella me acompaña.

Cuando ya me encuentro en casa; en mi habitación; en mi cama, no puedo matenerme tranquila. Me encuentro a mi misma mirando sin lógica cada rincón de la pequeña caja llamada habitación en la que me encuentro encerrada.

Mi pie derecho se mueve con un ritmo desesperante y mi cabeza da vueltas de un lado a otro; va y viene de recuerdo en recuerdo, vagando entre ellos sin ningún camino trasado.

Mi visión se nubla y me doy cuenta de que estoy llorando y lo peor es que no tengo un motivo para eso.

¿Que me pasa?  Me pregunto.

El familiar vacío se extiende por todo mi pecho y lo único que puedo hacer tomar la almohada y estrellar mi rostro en esta.

Mi mayor miedo es estar sola, sin nadie mas que mi mente. Le temo a mi mente, a las personas, a ese sentimiento de agonía cuando no te queda mas que hacerte daño.

Miedo a la soledad, al amor, a las palabras; por que al final no importa cuanto ames a algo, jamas será suficiente; no importa cuantas veces escuches las mismas palabras por que siempre seguiran doliendo lo mismo.

Jamas es suficiente para nadie, jamas va a ser suficiente amor porque jamas se podra reparar en corazón destrozado.

En un mundo, en donde el amor es solo una palabra para la seducion, no se puede esperar que todo siempre valla bien, si las cosas van bien lo único que podemos hacer es prepararnos para lo que venga después de eso. Por que es la verdad: si un día todo va bien lo único que podemos hacer es agradecérselo a la suerte por que puedes tener por seguro que no siempre va a seguir asi, siempre va llegar un día en el que todo parecerá derrumbarse bajo de tus pies, dejándote sin tener en donde pisar.

Me alarmó cuando siento el sabor del metal en mi paladar y me doy cuenta de que tengo fuertemente apretado mi labio inferior, los separo lentemente para liberarlo, sintiendo el ardor punsante mezclado con el sabor de la sandre en mi boca.

- Mierda - Murmuro en un susurro casi inaudible.

Coloco con delicadeza mis dedos sobre la herida y mi cuerpo entero parece quedarse  en un estado de of cuando los separo y veo el familiar color rojo en estos.

Pareciera que todo se hubiera calmado: Mi mente esta en blanco, mi pie a dejado de moverse de un lado a otro y las lagrimas han parado. Me parece increíble ver como mi cuerpo reacciona al dolor. Mis demonios parecen calmarse solo con el simple echo de hacerme daño.

Y hay esta la pregunta, ¿En que clase de mounstuo me he convertido?, pero también, hay mismo esta la repuesta.

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⏰ Última actualización: Aug 21, 2014 ⏰

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