𝑆𝑜𝑙𝑜 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑃𝑖𝑡𝑐𝑒𝑠𝑡 𝑆ℎ𝑖𝑝𝑝𝑒𝑟𝑠 ♡︎

¿𝐸𝑙 𝑚𝑜𝑑𝑒𝑙𝑜 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑡𝑢𝑠 𝑑𝑖𝑏𝑢𝑗𝑜𝑠? 2 ✰ 𝑺𝒉𝒐𝒓𝒕 𝑭𝒊𝒄

Después de el acontecimiento de la libreta, los ángeles eran cada vez más cercanos y el ángel oscuro era mucho más abierto con el otro. Normalmente, Pittoo y Pit estaban ocupados en la mañana: Pit entrenaba a los centuriones y el otro hacia deberes que le ponía Viridi cada día. Pero al terminar, los dos se reunían debajo del árbol y van el resto del día juntos. Ellos normalmente hablaban de estupideces o Pittoo intenta contestar alguna pregunta del castaño mientras que Dark Pit dibujaba un poco en su cuaderno.
Una vez Pit intentó dibujar también, pero solo le salieron lo que en un concepto muy básico era un árbol.
Era muy divertido para ambos estar tanto tiempo juntos, conocían cosas del otro que no tenían ni idea. Se contaban bromas, jugaban a algo al aire libre y comían.
—¿Qué dibujas hoy?— le preguntó Pit a su gemelo, hoy se veía mucho más concentrado que cualquier otro día.
—Solo es un boceto —el ángel oscuro se puso nervioso a la pregunta —. Es muy complicado y aún me falta mucho.
—¡Déjame ver! —rogó el castaño. El otro no pudo resistirse y le mostró la hoja. Era Pit apuntando su arco al frente, pero solo llevaba su cara.
—Es muy difícil hacer las manos y el arco, no puedo hacer que se vea la figura cerca o lejos y ya lo intente con las sombras e iluminación —Pit no entiendo mucho, pero quiso ayudar en el proyecto. Le propuso posar para él.
Dark inmediatamente se sonrojó, eso era... no lo sabía... muy raro. Pero le gustaría, pero sería muy raro. —¡N-no tienes que hacerlo, no te molestes! —se sonrojó.
—Oh vamos Pittoo, será divertido y no me molesta para nada —río el —. Solo déjame ir por mi arco —después de eso, salió disparado hacia la armería.
Dark Pit suspiró, esto es muy extraño. Estaba nervioso y emocionado a la vez. Entonces, de la nada una voz lo sacó de sus pensamientos —Hey hola Pittoo —saludó la diosa Palutena quién estaba caminando hacia el árbol.
—No me llames así —respondió él de los ojos rubí.
—¿Por qué? A mí parecer, Pit te lo ha dicho varias veces y tú no te molestas —sonrió al llegar al ángel oscuro y sentarse a su lado.
—Es solo que se me olvida que me llama así a veces —intentó defenderse.
—Si claro. Cambiando el tema ¿cómo estás? —preguntó la de melena verde.
—Meh, igual de aburrido de antes —confesó —. Las cosas son mucho menos interesantes ya que no hay nadie a quien matar. Ahora parecemos aburridos mortales haciendo cosas de mortales.
—Tal vez tengas razón y la vida ahora será un poco cuadrada —la mujer levantó los hombros y se dejó llevar por la brisa de verano —, pero creo que depende de nosotros hacerla divertida.
—¿Cómo? —preguntó el ángel oscuro, quién realmente estaba neutro a esta conversación.
—Eso depende de cada persona y cuáles son sus intereses —explicó la diosa de la luz —. En tu caso, creo que podríamos empezar por... no sé —jugueteó con sus palabras y la mirada —... Un romance.
Pittoo se petrificó al mismo tiempo que quedaba rojo como tomate —¡¿Eh?!
—¡Pittoo! ¡Ya regresé~! —gritó el ángel blanco al acercarse. —¡Oh, hola señorita Palutena! —saludó al darse cuenta de su presencia.
—Hola Pit –le devolvió la alegría en su saludo —¿Para qué el arma? ¿Entrenarás con Pittoo?
—No, en realidad voy a p- —en ángel blanco fue interrumpido por el otro ángel al taparle la boca.
—¡Si exacto, vamos a entrenar! —dijo Pittoo, aún sonrojado.
La diosa río entre dientes a la linda escena y lo adorable que actuaba Pittoo, pero la diosa ya lo sabia todo —No tienes que mentirme Dark Pit, ya sé que van hacer. Ya vi el dibujo —el otro solo respondió con más sonrojos y un intentó de hablar. —Recuerda que no me tienes que ocultar nada a mí y Pit ¿de acuerdo?
Ella se levantó y se teletransportó fuera de ahí con la intención de dejarlos solos. Ya en su propio templo, decidió solo pensar en lo que pasaría luego.
Era cierto que no estaba completamente de acuerdo con la idea de los dos ángeles juntos. Pues rompían varias reglas, como que ambos eran hombres y también que ambos eran la misma persona. Y sería aún peor de como los tratarían los otros dioses y ángeles.
Pero no era nada comparado con lo que Pittoo sentía. Pit sacaba lo mejor de él y eso era lo único que quería para los ángeles. Que sean felices.
Siempre consideró a Pit como su familia, un hermano menor aunque solo eran amigos. Y por ende, sentía que Dark Pit también debería ser parte de su familia.
De vuelta a los angelitos, ellos ya habían comenzado a trabajar. —Ok, apunta al frente y cierra tu ojo derecho.
—¿Así? —preguntó Pit divertido.
El otro asintió —Si, algo así. Imagina que estás disparando a un enemigo.
—Ok~
Detrás de una columna del templo se encontraban varios centuriones escondidos a la distancia observando la escena —¡Oh mira, el gemelo del capitán le está retratando!
—Si, ¡seguramente le pagó para hacerlo! —inventó uno.
—Tal vez, pero tal vez no— dijo el tercero.
El que estaba apoyado en la columna se volteó hacia sus compañeros —¿Y si... solo lo hace por qué quiere dibujarlo?
Los otros se dieron miradas extrañada —¿Significaría que ahora ellos se llevan bien?
-¿Por que no lo harían?— dijo el centurión a su lado —Son hermanos.
—No, de hecho no lo son.
Ellos tres se quedaron callados por un momento. Intentado descifrar entonces que pasaba. El cuarto, que no había hablado para nada decidió decir lo primero que se le ocurrió —Creo que se gustan. Mucho. Como novios.
Y así empezó el chisme. Ellos se fueron volando a toda velocidad a contárselo a los demás, quienes estaban súper interesados en un chisme tan jugoso.
Algunos no entendían y estaban confundidos por los gustos de su capitán, pero otros estaban simplemente de acuerdo. Uno de los más sociales de los centuriones decidió llamar la atención —¿Pero como sabemos que se gustan? No podemos confirmarlo —todos empezaron a murmurar. Era cierto. —¡Tengo una idea! ¿Por que no robamos la libreta del ángel oscuro y vemos lo que dibujó?
Todos asintieron decididos —¡Centuriones, por fin tenemos una misión!