Capitulo 20

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En cuanto llegaron a México, a casa de la mamá de Manu – Él la había llamado y le había dicho que eran sus amigos y que por favor los aceptara en su casa unos días –, se fueron al cuarto que les habían pasado agotados por el viaje, y el día siguiente sería aún más agotador para Pablo pues tenía que declarar, Marizza no iría para salir con su hija, ya que si para ellos ese viaje era algo necesario para la nena era algo de diversión. Cindy se quedó dormida rápidamente, y Marizza abrazó a Pablo
Marizza: Estás nervioso?
Pablo: No, pero va a ser raro ver a ese imbécil otra vez, no sé cómo voy hacer para contenerme y no partirle la cara, por su culpa estuve alejado 5 años de mi hija… y de vos – Ella lo besó, no quiero que ella se entere de nada del por qué vinimos acá
Marizza: Lo sé, yo tampoco quiero que se entere, es muy pequeña todavía para que sepa por todo lo que tuviste que pasar
Pablo: Te amo lo sabías?
Marizza: Mmm… no me ha quedado muy claro
Pablo: No? – Marizza negó con la cabeza – Te amo
Marizza: Cómo?
Pablo: Que te amo, no puedo decirlo más fuerte como quisiera – Dijo mirando como dormía Cindy –, no quiero despertarla – Se besaron y se fueron a dormir –

A la mañana siguiente Pablo
Cindy: Papá… - Dijo estirando sus bracitos y dándole un beso en la mejilla – mamá no despierta – Ambos hicieron una cara de traviesos y se le saltaron encima para despertarla, dándole besos –
Marizza: - Empezando a despertar – Quién está ahí? – Dijo bromeando mientras le hacía cosquillas a su hija, los 3 permanecieron jugando un rato en la cama hasta que se fueron a bañar
Cindy: Yo tengo algo que decirles
Marizza y Pablo: Qué csosa?
Cindy: Lo he pensado mucho y tomé una decisión – Marizza y Pablo sonreír por la forma en la que hablaba, como si fuera grande –
Marizza: Y nos podés decir que eso que tanto has pensado?
Cindy: Ya no quiero ser tan solita – Ellos la miraron extrañado, sin entender a qué se refería –
Pablo: Qué querés decir princesita?
Cindy: Que quiero tener un hermanito – Ambos tosieron por la sorpresa, no se esperaban que dijera eso –. Verdad que sí? Verdad que me van a dar un hermanito?
Pablo: Ehh… - Miró a Marizza con cara pícara – no sé, podríamos llamar a la cigüeña, no Marizza?
Marizza: No creo tan pronto…
Cindy: Qué cigüeña? Ash, ya sé que la cigüeña no existe – Y se fue hacia la cocina dejándolos sin habla –
Marizza: Qué cosas le anduviste diciendo Pablo?
Pablo: YO? Y yo por qué nena? Vive con tanta gente que… - Marizza lo calló de un beso y cayeron a la cama besándose –
Marizza: Pará Pablo – Pero él no frenaba sus besos, estaba como descontrolado –. Pablo pará – Dijo mientras se reía e intentaba apartarse –
Pablo: Por qué?
Marizza: Cómo que por qué? La mamá de Manu está ahí, nuestra hija también – Lo besó y luego se apartó –

En el comedor
Pablo: Evidentemente nos dejaron solos, no? Estamos solos nosotros 3
Cindy: Sí!!
Pablo: Les tengo una sorpresa
Marizza: Qué cosa?
Pablo: Vamos a ir a pasear por la ciudad ahora – Le hiso una seña a Marizza de que después él tenía que ir a lo que había ido –

Y así fueron a recorrer la ciudad, lo pasaron increíble como una gran familia y por un segundo Pablo y Marizza se habían olvidado del por qué que habían ido hasta allá, pero no, a la vez no podían olvidarse de la persona que tanto daño le había hecho alejándolos durante 5 años e impidiendo que pudieron formar una familia, más tarde llegaron a casa y Pablo se preparó para irse, estaba muy nervioso
Marizza: Pablo… no te puedo dejar solo
Pablo: Marizza ya lo hablamos, además con quién vas a dejar a Cindy?
Marizza: Cómo que con quién? Le puedo pedir el favor a la mamá o a la hermana de Manu… va a ser solo un momento, es que… tengo un mal presentimiento, y si me decís que no, voy igual
Pablo: Pff… está bien, no sé qué le vas a decir a nuestra hija, pero está bien, vamos – La besó –
Marizza: Te amo – Se volvieron a besar y se abrazaron fuertemente, a Marizza cada vez le venía más fuerte ese palpito, algo le decía que no todo iba a acabar bien y tenía un miedo terrible –
Marizza: Tengo miedo, no sé… es algo acá
Pablo: No tengas miedo, ya te dije que te voy a proteger, a vos y a mi hija, te lo prometo
Marizza: Y a vos quién te protege?
Pablo: Yo, esta vez no voy a dejar que se salga con la suya, voy hacer lo posible porque no salga nunca de la cárcel –
Marizza: Eso espero
Pablo: Pasando a otro tema – sonrió pícaro –. Por qué no le cumplimos el sueño a Cindy?
Marizza: Qué decís?
Pablo: Y por qué no?
Marizza: Me encantaría, pero dejemos que pase un poco esto, no sé… que se solucione lo de Javier y después… vemos, sí? – En eso le llega un mensaje de texto a Pablo –
Marizza: Qué pasa?
Pablo: Un mensaje, ahora lo veo – Sacó su celular y leyó el mensaje, se quedó boquiabierto y miró a Marizza sin saber qué decir –
Marizza: Qué pasó Pablo? Por qué esa cara? – Pero él no decía nada – Dale Pablo hablá!! Que pasa? – Dijo más nerviosa, el silencio de Pablo y su presentimiento la hacían que se pusiera más que nerviosa –
Pablo: Es que…
Marizza: Qué cosa?
Pablo: Lee vos – Le pasó el celular y ella también leyó el mensaje –
Marizza: No puede ser, yo sabía que algo iba a pasar, te lo dije Pablo, te lo dije –
Pablo: Y ahora qué hacemos?
Marizza: Mi hija donde está mi hija?
Pablo: En el living
Marizza: Traela, yo voy hacer algo – Pablo la fue a buscar rápidamente –
Cindy: Qué pasa por qué tienen esas caras?

Si Hoy No Te Tengo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora