• My Broken Hearth •

• 5 •

   Haruka por fin leyó la carta. Y de inmediato reconoció la letra del rubio.

Ya no quiero que me hables, maldito hipócrita.

    Nagisa miró por horas el mensaje, preguntándose por qué era un hipócrita. Nunca hablo mal de el a sus espaldas. En realidad seguia admirandolo, por lo que no podía aclarar sus dudas.

¿Por qué? Contestame por favor.

   Lo había bloqueado. No podía contactarse con el. Le mando mensajes por todos medios que conocía. No respondía a nada.

   Tres días después le respondió, para luego volver a bloquearlo.

   Si quieres respuestas ve a la azotea después de clases.

   Le comentó a Kou sobre si debería ir, la curiosidad lo mataba, pero tenía miedo de que lo lastimaran aún más. Ella le dijo que no fuera, que se olvidará totalmente de esos dos, pero , como dice el dicho, la curiosidad mató al gato (o al pingüino).

   Haruka sabía de la carta, y en realidad no le molestó el contenido, sino el hecho de que fue a su novio a quien le mandara esa carta. Le dijo tantas barbaridades que el rubio salió corriendo de ahí.

   Ahora sí nada sería como antes.