Capítulo 1. Pura.

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Aclisolar

Habían pasado ya casi tres años desde que Kagome regresó a la época feudal.
La vida era muy tranquila en la aldea de la anciana Kaede:
Miroku y Sango estaban felizmente casados y vivían con sus ya cuatro hijos, Shippo era ya un joven de trece años... se había graduado con Totosai recientemente y ahora ayudaba a Kohaku a entrenar a los nuevos exterminadores... a pesar de que Shippo y Kohaku ya no eran ningunos niños Inuyasha, Kagome, Miroku y Sango los seguían viendo como tal: un par de niños que adoraban y cuidaban con esmero.
Kagome e Inuyasha también vivían feliz y cómodamente. Tenían una hija de dos años llamada Izayoi y ahora esperaban a su segundo hijo o hija...
Miroku e Inuyasha dirigían a los exterminadores cuando había un trabajo que hacer, pero si no, Kohaku era el responsable de mantenerlos en forma...y hacia un excelente trabajo.

Por otro lado estaba la anciana Kaede, quien a pesar de los años estaba llena de energía e incluso en mejor forma que muchas de las jóvenes de la aldea; y a su lado estaba Rin.
Rin ya no era la pequeña y frágil niña de diez años que Seshomaru había llevado a vivir a la aldea hacia ya casi seis años.
Se había convertido en una jovencita alta, de cabello muy lacio, largo y pesado, sus ojos eran grandes y sus pestañas muy largas... su piel era blanca y suave...era, por mucho, la joven más hermosa de la aldea...y probablemente de cualquier aldea de los alrededores.
Rin se dedicaba a ayudar a Kagome y a la anciana Kaede en las tareas de la aldea: curaban y cuidaban a los enfermos y heridos, preparaban las medicinas y ayudaban a traer nuevas vidas al mundo.
Rin se había adaptado perfectamente a la vida de la aldea... a la vida de humana. Pero eso no quiere decir que no haya vuelto a ver a Sesshomaru, todo lo contrario. Seshomaru la visitaba muy seguido. Normalmente cada diez días, aunque a veces se retrasaba si tenia cosas que atender, pero Rin lo entendía perfecto, ya era lo suficientemente mayor para saber y comprender que Sesshomaru era el demonio más poderoso que existía ahora...y tenía asuntos importantes y peligrosos con los cuales lidiar...a pesar de eso Rin no temía por la vida de Sesshomaru, sabía lo fuerte y capaz que era... tampoco se sentía sola... a veces, antes de los diez días en los que su protector debía visitarla, Rin no podía evitar extrañarlo, así que lo llamaba... a veces sólo lanzaba su nombre al viento y otras silvaba...Sesshomaru siempre aparecía a su lado... Rin sabia que nunca estaba ni estaría sola.

La última visita del demonio a Rin había sido hacia ya siete días, así que quedaban otros tres antes de que éste volviera a la aldea para ver a Rin.. eso sí no tenia algo que hacer antes...
El día empezó como cualquier otro, la anciana Kaede y Rin se levantaron un poco antes del alba como era costumbre; Rin saldría al bosque a conseguir algo de fruta y algunas hierbas medicinales que les faltaban mientras que la anciana Kaede se quedaba en la cabaña a preparar el té.
Rin no iba sola, Kagome la acompañaba siempre.
Kagome podría ocuparse de sus deberes en la aldea hasta sus seis meses de embarazo; por ahora solo tenia tres, así que ese día acompañó a Rin como de costumbre.
Cuando Rin salió de la cabaña con el cesto que usaba para la recolección saludó a Kohaku y a Shippo, quienes estaban reuniendo a los jóvenes exterminadores para el entrenamiento.

- Hey! Buenos días chicos!- saludó Rin con entusiasmo.

- Hola Rin!
- Buenos días Rin!- respondieron Shippo y Kohaku. Después de ellos se pudieron escuchar las voces de el resto de los jóvenes exterminadores saludando a la joven... no era algo de extrañar ya que, prácticamente todos los jóvenes de la aldea se sentían atraídos por ella... siempre que Rin pasaba junto a ellos o los saludaba, se sonrojaban y la miraban fijamente por hasta minutos... en alguna ocasión más de uno se había hecho el enfermo para ser atendido por ella.
Cualquiera incluso podría decir que no sería extraño si Kohaku y Shippo la vieran de la misma forma... pero eso no era así.
Shippo era un soñador y parecía ni siquiera notar la existencia de un sexo opuesto al suyo... seguía siendo como un pequeño juguetón y Kohaku por otro lado ya estaba enamorado de una linda chica de la misma aldea, su nombre era Susu; era una chica dulce, amable y muy bonita (no mas que Rin, claro) pero Kohaku la adoraba... claro que a Rin también, pero de una forma distinta. Ambos habían sido inseparables desde que vivían en la misma aldea, ellos dos junto con Shippo eran los mejores amigos y en sus ratos libres les encantaba divertirse y hacer jugarretas... las cuales normalmente terminaban con Inuyasha empapado en agua helada o enredado en alguna trampa... eso sí, siempre gritando y maldiciendo.
Pero en fin...
Estando en el bosque Kagome y Rin recolectaban frutas y hierbas medicinales al mismo tiempo que conversaban:
-En poco tiempo cumplirás dieciséis años Rin!- exclamó Kagome entusiasmada.
- Aun faltan ocho meses Kagome- dijo Rin entre risas
- Eso es casi nada cuando se va a cumplir dieciséis- Reiteró Kagome -Dejaras de ser nuestra pequeña niñita!- Rin no podía dejar de reír ante la emoción de Kagome.
- Lo dices como si aún tuviera diez años y de la nada, en ocho meses más fuera a cumplir dieciséis. Hace apenas cuatro meses que cumplí los quince
- Está bien, está bien... es solo que... estas creciendo muy rápido... has visto como te miran todos los muchachos de la aldea?
- Pero que cosas dices Kagome- dijo Rin riéndose.

- Es en serio... no lo has notado?

-Honestamente no me importa Kagome... no se... ni siquiera puedo pensar en el nombre de otro chico que no sea Kohaku o Shippo... sabes que no conozco a nadie mas por... ya sabes.-

Kagome se quedó pensando...era verdad, Rin nunca había tenido más amigos además de Shippo y Kohaku... eso se debía a su relación con Seshomaru...
A pesar de que los más jóvenes ya no temían tanto a demonios o híbridos, sus padres, los adultos aun tenían sus reservas. No le temían a Inuyasha ni a Shippo, porque ya habían vivido ahí muchos años y protegían la aldea, sin embargo nadie podía decir que conocía a Seshomaru... nadie a demás de Rin y las personas le temían...
Kagome encontraba eso en parte injusto, Seshomaru jamás había si quiera dirigido la palabra a alguien de la aldea, nunca le había hecho daño a nadie, el solo iba a ver a Rin... incluso en ocasiones, cuando algún monstruo desviado se acercaba a la aldea, Seshomaru acudía para protegerla... aun así. .. siempre que Seshomaru se aparecía todos se quedaban en sus cabañas...
Aun así, Kagome se consolaba pensando que la mayoría de los jóvenes de la aldea tenían la misma edad que Rin y pronto estarían en posición de tomar sus propias decisiones. En esa época, los muchachos pueden incluso casarse a los dieciséis... aunque bueno... de alguna manera la cultura de Kagome había influenciado en esa aldea y ahora había chicos de incluso veinte años (como Kohaku que tenia diecinueve) que no estaban casados aun... pero lo importante es que a partir de sus dieciséis más chicos se acercarían más a Rin, ya sin la influencia de sus padres...
O al menos eso quería pensar Kagome, ya que había muchos jóvenes que ya habían llegado a esa edad y a pesar de que miraban a Rin con atracción no se atrevían a hablarle.

- Bueno, por lo menos tienes a Kohaku y a Shippo que no son unos tontos- Dijo Kagome divertida.

- Si, así es- Respondió Rin con una sonrisa.
Rin era perfectamente feliz. Nunca había si quiera pensado en casarse... para la edad que ya tenía no tenia las inquietudes que todas las demás chicas de su edad si, por el contrario, sus preocupaciones parecían ser las mismas que cuando tenía diez años: cumplir sus responsabilidades en la aldea, pasar tiempo con sus amigos y esperar a que Seshomaru regresara. Así de simple era su vida... pero eso estaba a punto de cambiar.

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