CAPITULO 2:

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Los fuertes cambios siempre vienen acompañados de una fuerte sacudida. No es el fin del mundo, es el inicio de uno nuevo

M

Me levante temprano, algo aproximado a las 6:30 am, aunque eso no significara que no tenía sueño. Fue difícil despegar la cara de la almohada, pero lo único que logro levantarme fue la frenética vos de Hannah

- Dean, DEAN, despierta rápido, sino vas a llegar tarde al colegio.

Era un poco molesto tener que ser despertado así, que lo primero que escuches sea tu hermanita. Pero al menos era más efectivo que confiar en un despertador, que acababa de apagar hace unos minutos, para que me levante de la cama.

Frote mi cara con mis manos, mientras aun trataba de desempañar mi vista. Hasta que Hannah decidió levantar la persiana, toda la luz de la mañana me dio en toda la cara dejándome más ciego de lo que ya estaba. Frote mis ojos mientras mi vista trataba de adecuarse a la fuerte iluminación de mi habitación, irónicamente los primeros rayos de sol siempre entran en mi ventana primero.

- ¿Sabes qué día es hoy, Dean? – preguntó impaciente y ansiosa.

- No lo sé, ¿qué día es hoy?

- Es mi cumpleaños... tadaa – hizo un salto mientras extendía los brazos, como un presentados presentando su nuevo e innovador producto. – ¿no lo recuerdas?

Si lo recordaba, era de lo único que ella estubo hablando durante toda la semana. Solo quería bromear con ella.

- No, eso no puede ser, - lo dije imitando un acento similar al de un mayordomo de alta clase. – yo lo recuerdo perfectamente Señorita Crawford. Su cumpleaños fue hace un año.

- No seas todo, Dean. Estoy segura de que sabes cómo funciona eso de los cumpleaños. El tuyo es el 10 de agosto

- Bueno, si eso es cierto, veamos que te preparo mamá para desayunar.

Al escuchar eso salió corriendo de mi habitación. Siempre sabía verle el lado bueno a las cosas, era su don especial, en especial si esa cosa lleva tres cubiertas de chocolate. Mientras tanto yo debía lidiar con un problema más antes de desayunar.

Me dirigí a la habitación de Sam, esperaba que ahora pudiéramos evitarnos la rutina de cada mañana. Aunque sabía dentro de mí que eso era casi imposible, sentía que era mejor irme, pero lamentablemente tengo que hacerme responsable de él. Toque la puerta tres veces, y no recibí ninguna respuesta. Volví a insistir y esta vez sí lo escucho y seguro sabía que era yo.

- ¡Largo de aquí Dean! – la misma expresión de cada mañana.

La verdad me importa poco su opinión de mí. Desde que papa se fue no volvió a ser el mismo chico alegre de antes. Solo le importa el mismo, y los vándalos de sus amigos, como cualquier adolecente; que bueno que yo tuve que madurar más rápido y me saltee esa incomoda parte. Quiero confiar en él ,pero no me da los motivos para hacerlo. No quiero que sigua sintiéndose inútil o un delincuente. Po suerte mamá siempre deja una llave oculta debajo de la maseta al costado de su puerta, para levantarlo por las mañanas y para vigilar que no salga de su habitación por las noches.

Inserte la llave en la perilla y empuje la puerta. Aún seguía tendido en su cama.

Sus paredes estaban llenas de posters de grupos de rock y heavy metal. El cuarto estaba oscuro, las persianas aún seguían abajo. Ese cuarto podría ser el mejor candidato al más aterrador castillo de los sustos.

- Levántate de una vez, Sam – era difícil racionar con el – tienes que llegar temprano a la escuela. No querrás otra tarde de castigo, de nuevo.

Light Creatures: La Resureccion de las BestiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora