Parte 27, un gusto Nao

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(Nao a de ser algo así pero con cabello negro)

Capítulo 27

La mañana era fresca, agradable, y el sol trataba de colarse entre las esponjosas nubes grises, los poquísimos rayos de sol se colaban a través de una ventana, en la habitación de una chica realmente afortunada, pues quien viera la escena diría que el chico que la acompañaba en la cama era una un dios griego, o un ángel, sin embargo era lo contrario, un demonio tan sanguinario que solo pronunciar su nombre daba escalofríos, su mirada era penetrante, intimidaba y su presencia dejaba claro que no era cualquier persona, intimidaba a todos, menos a Kagome, ella más bien siempre sintió curiosidad.

Todo era paz y tranquilidad, después de larga noche que pasaron era justificable el cansancio, Naomi había entrado en dos ocasiones la habitación de su hija, la primera a las 7 de la mañana, ya que deseaba preguntar por la salud del hombre extraño, y la segunda porque había escuchado que algo se había caído, si bien sabía que su hija había cambiado, pensó que lo básico de su educación estaba intacto, pero la falta de prendas aparente, le dijo lo contrario, no quiso hacer escandalo ya que sota estaba muy cerca, pero le tendría que dar una magnifica justificación, ella quería nietos con orejas de perro, pero la marca en la frente tampoco se vería tan mal.

Sesshomaru fue el primero en despertar, desorientado y con un poco de dolor de cabeza, le doria hasta recordar lo que había pasado, y todo regreso a su mente, quiso incorporarse, pero los brazos femeninos se lo impidieron, no recordaba cómo es que Kagome estaba desnuda al igual que él, el ruido de alrededor era insoportable, el olor que provenía de todas partes era horrendo, y aquella habitación estrecha, y más para el lord del oeste, pero despertar a su lado aminoraba un poco las cosas malas, ya le explicaría ella como es que estaba ahí.

Kagome estaba por despertarse, pero aun no quería abrir los ojos, se sentía feliz y no quería arruinar el momento, hasta que sintió que alguien bajo de ella se retorcía ligeramente, seguro que su demonio tendría varias preguntas para ella, su nueva apariencia le permitía captar todo con mayor nitidez y el ruido de las calles era espantoso, sin decir nada se incorporó de un salto, olvidándose de la falta de ropa y cerro de golpe la ventana, cuando recordó que no llevaba nada encima ya era tarde, los brazos de Sesshomaru la habían tomado por la espalda y tapaban y masajeaban sus senos.

Kagome –mmmmmm.... Buenos días mi Lord

Sesshomaru –Muy buenos días mi Lady

El demonio tenía ganas de hacerle el amor a su angelical compañera, pero unos golpes en la puerta lo sacaron de concentración, estaba furioso, como se atrevían a interrumpirlos y de nuevo tocaron, Kagome también salió del delicioso trance, ella se dio cuenta del enojo del demonio. Cosa que le hizo gracia.

-Shhh.. Tranquilo amor-dijo en un susurro solo para él- Quien?

Sota –Kagome mama dijo que bajaras a desayunar, y tus amigas quieren venir, al abuelo se le ocurrió decir que estas bien y que estas aquí.

-ahhh bien ahora bajamos.

-No debes matar a mi familia, sabes ahora que lo veo, tu ropa ha quedado inservible, y mi pijama favorita también, gracias a tus destrozos, de esta madrugada, en fin veré si mamá guarda algo de ropa que te pueda quedar, y tendremos que ir de compras, ahora déjame cambiarme, y no pongas esa cara, profanamos la casa de mi madre.

Sesshomaru –Yo no recuerdo eso, y si no es molestia, me dirías que demonios paso ayer y porque no hay nada conocido aquí?

-Bien, mira ayer un demonio extraño nos atacó, me distraje y lanzo su veneno, no lo vi venir pero tu si y te interpusiste entre él....... (Y le conto toda la historia) y eso fue todo, termino bien supongo yo.

Mi Sol y estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora