Parte 13, manos traviesas

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Esa canción me encanto y me sirvió de inspiración

Capítulo 13

Mi día no podía empezar mejor, sentía una paz que no había sentido nunca, como si por fin fuera comprendiendo todo, poco a poco comprendía que necesitaba a Sesshomaru cerca de mí, verlo de nuevo feliz era mi nueva meta, mi vida sin el ahora no tenía mucho sentido, y sabía que si me quedaba junto a él las cosas se irían aclarando más, el escuchar las gotas de lluvia que comenzaban a caer era magnifico.

Me vi concentrada en el paisaje hasta que la mano cálida de Sesshomaru toco mi mejilla, eso capto toda mi atención, sus ojos eran profundos, la frialdad de antes no estaba, era solo el Sesshomaru de mis recuerdos, ese que mostraba sus verdaderos sentimientos en su mirada, pero aun no descubría en lo que pensaba, resultaba un poco más difícil y eso me intrigaba mucho, a pesar de sus bellas palabras una parte de mí, decía que era solo un sueño.

Sesshomaru -Eres todo lo que más quiero, no sabes cuánto he pedido que regreses, al pasar de los siglos, perdía poco a poco la esperanza de que eso pasara, el silencio fue algo frio y mis inviernos se volvieron largos y solitarios sin ti, mis sentimientos murieron contigo, cada día que paso fue insoportable, el recuerdo de tu dulce locura era lo único que tenía, lo que me sostuvo toso este tiempo.

Con cada palabra que salía de él, mis ojos se llenaban de lágrimas, saber cuánto había sufrido me partía el corazón, me volví pequeña ante su confesión, y mis ganas de abrazarlo no se hicieron esperar, me lance a él como una niña tonta y le puse un dedo sobre los labios.

-Shhh... ya nunca estarás solo, yo me quedare contigo tanto como dure mi vida, no cometeré de nuevo el error de dejarte ir solo a una pelea, me alegra saber que recuerdas todo lo que paso, pero no me gusta que te atormentes con eso, ahora estoy aquí solo para ti.

Y me abrazo tan fuerte que pensé que me desmallaría y no por lo fuerte de este, sino por el calor que sentí, sus brazos se sentían protectores, sabía que no debía preocuparme más por nada, estaba a punto de decirle algo más pero mis labios fueron sellados por los labios de mi demonio, una mano se quedó en mi cintura mientras que con la otra sujetaba mi nuca, mis manos viajaron a su cuello, y me aferre a él.

La temperatura del beso comenzó a subir, comenzó a recorrer mi espalda con su mano, y un leve suspiro escapo de mí, comenzó a mordisquear mis labios, y con urgencia abrí mi boca e introdujo su lengua comenzó a explorar con ella toda mi cavidad bucal, su mano descendió de estar en mi cintura, paso a mi trasero por encima de mi falda, para después pasear su otra mano por debajo de mi blusa, un sonoro gemido salió de mi boca, ahh estas caricias se sentían tan bien, quería cada vez más.

Pero de repente el paro de la nada, no entendí, y cuando abrí mis ojos, vi los de él, estaban más oscuros y se podía ver el deseo colarse por su mirada, lo vi pidiendo una explicación, creí que había hecho algo mal, tal vez se enfadado conmigo, ¿fui demasiado raído o algo así?

Sesshomaru -Rin y Jaken están aquí- respondió a mi pregunta no formulada, su voz era aún más ronca, resulto ser bastante seductor.

Y así era, la pequeña corrió a toda velocidad hasta llegar a mí, de no ser porque Sesshomaru me tenía aun tomada de la cintura la niña me hubiera tirado.

Rin –Señorita Kagome, que bien que está bien, el señor Jaken me ha dicho que usted me curo, muchas gracia- y la pequeña que abraso muy fuerte.

Menos mal que llego de no ser por ella, quien sabe que había pasado.

-No hay de que Rin, además tú también has puesto mucho empeño, deberías estar descansando y saliste a jugar, me hace feliz que este bien.

Rin –Señorita Kagome, ¿se quedara a jugar conmigo?, eso me haría muy feliz.

Claro que si pequeña, solo si Sesshomaru me da permiso de quedarme claro.

Sabía que eso lo haría enfadar, por más dulce que se volviera conmigo, no podría mostrarse así ante los demás, ni siquiera enfrente de sus acompañantes. Volteé en su dirección y su máscara de frialdad estaba de nuevo ahí, me encantaba eso. Sus sentimientos eran solo visibles para mí,

Sessh –has lo que quieras humana.

Y salió de la cueva, jajá, muy pronto no me diría humana, me molestaba que me dijera así, bien que sabía mi nombre.

Jaken –mi señora, al amito le costara ser como antes y demostrar todo públicamente.

-Lo se pequeño demonio verde, pero sé que pronto lo hará, no te preocupes, regrese para arreglar todo.

Bien hasta aquí otro capítulo, perdón por no actualizar pronto, pero tuve unas cosillas que arreglar y estaba un poco seca de ideas para escribir, aun así, me agrado la escena hot, que tuvieron jaja y van por más. Las quiero y sigan leyendo 

Mi Sol y estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora