Me desperté más temprano de lo que en verdad estoy acostumbrado. Me pegue una refrescante ducha y comí un pan tostado con mantequilla antes de salir de mi departamento hacia un agotador lunes en la universidad.
El domingo se me había pasado rápido hablando con mi nana y recordando cosas de cuando era niño. La hice desistir de la absurda idea de que yo me estaba enamorando de ______. Ese concepto no está incluido en el diccionario de mi vida.
-Uno nunca sabe cuando el amor le llega, pequeño-me dijo Rose-Pero de que llega, llega. Sin avisar y sin permiso y también ahi veces en las que se va de la misma manera de la que vino.
Sacudi mi cabeza y me subí a la moto para prender marcha a las tareas del día. Llegue y me encontré a Zabdiel y Richard.
-¿Que tal Christohper?-me preguntó Richard.
-Bien, ¿tu?-le dije.
-Excelente-contestó. Lo miré atentamente.
-¿Realizada la hazaña?-dije al ver su rostro de autosuficiencia.
-Realizada-contestó. Chocamos nuestras manos. Richard anotaba otra más a su lista de mujeres, una lista larga y morbosa. Yo nunca hice una lista y tampoco pienso hacerla.
-¿Y tu, Zabdiel?-le hable a mi otro amigo. El estaba serio y parecía molesto. Mire a Richard y me hizo un gesto con los hombros.
-No sé que le pasa, así está desde que llegue-me informó Richard. Ambos nos giramos a verlo.
-¿Que pasa hermano?-le pregunté algo preocupado, nunca lo había visto tan serio. El término de fumar su cigarrillo y lo tiró hacia un costado.
-No pasa nada-contestó secamente. Otra vez Richard y yo nos miramos extrañados pero mi atención fue llamada por un auto que acababa de entrar al estacionamiento. Era nuevo, pues nunca lo había visto antes.
-Un Audi S4 Cabriolet, ¿de quien es esa belleza?-hablo Richard sin dejar de mirar el auto, hasta que una pequeña figura se bajo de allí.
-Mi ______-dije sonriente.
-Mira como se le iluminó la cara-habló Zabdiel. Me giré a verlo.
-¿Es que estás vivo?-dije y palmeé su hombro-Pensé que no.
Volvi mi vista a ______. Ella cerró la puerta de su auto y con una sonrisa de oreja a oreja se acercó a nosotros.
-Hola chicos-nos dijo.
-¿Como estás ______?-le preguntó Zabdiel. Ella lo miró bien.
-Creo que mejor que tú-dijo ella.
-Si, no sabemos qué le pasa-le respondió Richard.
-No me pasa nada-soltó exasperado-¿Acaso nunca tuvieron un mal día?.
-¿Estrenando auto?-le pregunté y logré al fin obtener una mirada fija de su parte. Sonrío mostrándome todos sus dientes.
-Aja-dijo contenta-Al fin me trajeron mi auto. Ya no voy a depender de choferes celos y de choferes aprovechadores.
-¿Eso último fue una indirecta para mi?-le dije. Richard se rió.
-Más que indirecta, diría directa amigo-me dijo Richard y palmeó mi espalda.
-Exacto-agregó ______ y nos miró consecutivamente a los tres-¿Han desayunando?-los tres negamos con la cabeza algo confundidos.
-Comi la mitad de un pan tostado-le dije.
-Yo no tuve tiempo-dijo Zabdiel.
-Y yo ganas-le dijo Richard.
-Son de terror-se acercó a nosotros y sin decir nada nos quitó el cigarrillo a Richard y a mi y a Zabdiel le quitó el que estaba por prender.
-¿Que haces?-le preguntó Zabdiel.
-No pueden fumar sin desayunar-nos dijo y arrojo los cigarrillos a lo lejos.
-Ese estaba entero-lloriqueó Zabdiel.
-Lo lamentó pero yo no puedo permitir que consuman sus vidas con estas porquerias-dijo ella algo nerviosa. Richard la miró con ternura.
-Siempre quise tener a alguien que me dijera eso-le dijo y se acercó a abrazarla, Zabdiel se unió a su tonto abrazo. Sentí una pequeña punzada en el estomago y los miré asesinamente.
-Ya, ya, suéltenla-les dije. Ambos se alejaron-No me la atosiguen.
-¡Já!-dijo ella divertida-Mira quien habla.
-Eso mismo, Christohper. Mira quién habla-agregó Richard.
-Bueno, no voy a dejar que vuelvan a fumar sin haber desayunado antes ¿entendieron?, eso les hace más daño del que ya se hacen al fumar-nos dijo. Los tres asentimos como niños pequeños-Ahora caminen que vamos a llegar tarde-agregó. Volvimos a asentir y comenzamos a caminar. Escuchamos como un montón de libros caían al suelo, los cuatro nos giramos a ver.
-¡Demonios!-dijo aquella chica y se agachó a recogerlos. ______ la miró y luego nos miró a nosotros.
-¿Quién es ella?-preguntó. Richard y yo nos encogimos de hombros.
-Se llama Emma Roberts, estudiante de abogacía. Está un año más adelante que nosotros porque es una Einstein en potencia. Una ñoña-dijo Zabdiel. Richard lo miró confundido, ¿como sabía esas cosas?, yo jamás la había visto.
-Voy a ayudarla-dijo ______ y se acercó a ella.
La chica castaña de ojos verdes levantó su mirada, que estaba detrás de unos anteojos para mirar a ______. Ella le sonrió y comenzó a juntar los libros mientras le hablaba. Con los chicos comenzamos a caminar hacia el salón.
-¿Como sabes todo eso de ella?-le pregunté a Zabdiel.
-Lo sé y punto-dijo el.
Otra vez su cara se había tornado sería. Entramos al salón y aún la profesora de derecho no había llegado. ______ entró corriendo y se paró en seco al ver que había llegado a tiempo. La mire y le hice un gesto para que se sentará a mi lado, negó con la cabeza, le hice un gesto de ¿por que?, con el rostro me señaló a Ana. Giré mi cabeza para mirarla y la rubia me miraba fijo con los ojos llenos de rabia, un escalofrío recorrió mi espalda, eso sí que daba miedo. Volvi mi mirada a ______ y ella ya estaba sentada al lado de Richard. Tomé mi celular y comencé a escribir rápidamente, envíe el mensaje, mire hasta que mi amigo tomó su celular. Sentí como alguien se sentaba a mi lado, lo miré y era Zabdiel.
-¿Que sucede?-me preguntó.
-Estoy viendo si Richard lee el mensaje que le mande-dije sin dejar de mirar al frente. Mi celular comenzó vibrar.
>Tranquilo Christohper, tengo códigos. Se que es tuya, además de que se nota que estás loquito por ella>.
Gruñi y volvi a escribir.
>No seas imbecil, solo no te pases de listo porque ya veras<.
La profesora entró al salón. Me acomodé mejor en la silla y volvi mi vista a Zabdiel. Él seguía con el semblante serio, algo le molestaba y mucho.
-¿Vas a decirme que te pasa?-le dije por lo bajo, el me miró de costado.
-Hay alguien que me perturba-contestó. Fruncí el ceño y lo miré mejor.
-¿Acaso es la chica de anteojitos?-le pregunté y sin darme cuenta elevé más la voz de lo que debía. Toda la clase se giró a verme.
-¿Sucede algo señor Vélez?-me preguntó la profesora.
-No, nada. Lo siento-me disculpe. Creo que yo estaba más asombrado que el resto de la clase, al escucharme a mí mismo disculparme por algo que hice.
-¿Estás enfermo o que?-dijo por lo bajo Zabdiel. Sonrei divertido.
-No me cambies de tema, ¿es la tal Emma?-suspiro levemente y volvió a mirar al frente.
-Si-dijo sin quitar su visita de la profesora.
-¿Que paso con ella?.
-Es una...una noña-dijo nervioso pero sin elevar la voz-Y tuvo el descaro de decirme que soy un neandertal con peinado de casco-estallé en risas. Otra vez la clase entera se giró a verme, incluso ______ y Richard. La profesora frunció el ceño.
-¿Se puede saber qué es tan gracioso?-me preguntó.
-Lo siento, de verdad lo siento-dije mientras trataba de calmar mi risa-No volverá a pasar-la profesora revoleo los ojos y volvió a escribir-¿Y por eso estás así?-le dije mientras restregaba mis ojos a causa de la risa.
-No solo me dijo eso. Sino también que era un pobre idiota que buscaba consuelo en todas las chicas con las que me acostaba y que no lograba llenar el vacío de mi vida con ninguna de ellas.
-Uuuh, eso dolió, ¿verdad?-pregunté. El no dijo nada-¿Pero porque te dijo todo eso?.
-Porque intenté seducirla ayer en la tarde en la biblioteca de aquí-me dijo.
-¿Estuviste aquí ayer?-dije asombrado. Jamás pensé que Zabdiel podría estar un domingo en la universidad.
-Necesitaba buscar un libro y vine, la vi sentada leyendo y me acerqué a ella. Maldita sea la hora en que lo hice.
-¿Te gusta?-dije al observar su total indignacion hacia ella. Se giró a verme rápidamente.
-Claro que no. Ella no es mi tipo de mujer, además de que no la tocaría ni con un palo, es la única mujer con la que no me metería en mi vida.
-Te gusta-afirmé.
El no dijo nada más, sonrei y volvi mi vista al frente. El primer caído ante los encantos de una genio, ¿quién será el segundo?, estoy completamente seguro de que será Richard y quedaré solo en mi lucha contra el machismo.
Fije mi vista en ______, con cuidado se giró a verme. Tomé mi celular y escribi debajo de la mesa, observé como ella buscaba su celular, lo abrió.
>Me estabas mirando, te caché cariño<.
Vi como ella escribía. Luego de unos segundos mi celular vibró.
>Creo que el que me estaba mirando eras tú, yo solo giré porque me sentía observada<.
Le respondí.
>¿Ahora tienes un sexto sentido?<.
Me respondió.
>Veo gente muerta jaja. ¿Esque no lo sabías?<.
Sonrei por lo bajo y guarde mi telefono ya que la profesora dejó de escribir y nos miró a todos. Comenzó a hablar.
-Bueno alumnos, vamos a hablar sobre el habeas corpus-dijo y caminó un poco moviendo sus manos-¿Alguien puede decirme algo sobre eso?.
-El habeas corpus es una institución jurídica que garantiza la libertad personal del individuo, con el fin de evitar los arrestos y detenciones arbitrarias. Se basa en la obligación de presentar ante el juez, a todo detenido en el plazo de 72 horas, el cual podría ordenar la libertad inmediata del detenido si no encontrará motivo suficiente de arresto-habló con total fluidez ______.
-Excelente señorita Brooks, se nota que ha estado leyendo-la felicitó la profesora.
-Vaya, podría ser tu abogada la próxima vez que te metas en algún problema-aseguró Zabdiel.
La clase término hasta que el bendito timbre sonó. Me puse de pie, necesitaba salir de allí para fumar un cigarrillo, ______ me había apagado el que me estaba por terminar y sentía que un pedazo de mi faltaba. Sali del salón con Zabdiel y Richard detrás de mi. Toque los bolsillos de mis pantalones y me olvide de la caja.
-¡Demonios!-dije detenido mi paso.
-¿Que sucede?-me preguntó Richard.
-Olvide los cigarrillos, ya vuelvo-les dije y regresé mis pasos hacia el salón. Me detuve al escuchar unas voces.
-¡Eres una cualquiera!-escuché la chillona voz de Ana.
-El muerto se asusta del degollado-dijo irónica ______-¡Me tienes harta Ana! ¡Ya te dije millones de veces que entre Vélez y yo no ahi nada!.
-¡Pues no te creo!-gritó ella.
-¡Pues ese es tu problema, ahora déjame en paz!-le exigió. Entre al salón haciendo que ambas me mirarán. ______ soltó un suspiro-Vélez, ven aquí.
-¿Yo?-dije haciéndome el tonto.
-¿Acaso ahi otro aquí?-preguntó sarcástica. Sonrei y me acerqué a ellas. ______ miró a Ana-¿Puedes decirle por el amor de Dios que entre nosotros no ahi nada?.
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My Little Obsession >Christopher Vélez y tú< (TERMINADA)
Aléatoire***¿Del odio al amor?***