Capitulo 53

4.4K 251 4
                                    

Aquella cínica sonrisa no salía de su rostro. Sentí que la sangre me hervía. ¿Qué diablos hacia él aquí?.
-¿Qué quieres?-le pregunté de mala manera. El volvió a mirar a ______.
-¿No me vas a invitar a pasar?-me preguntó.
Me quedé quieto en el lugar, no iba a dejarlo pasar. Sentí unas pequeñas manos apoyarse en mi espalda. Giré mi cabeza y la miré. Ella asintió levemente.
-Pasa-le dije a mi padre y me corrí de la puerta. Él entró y miró a su alrededor.
-Buenos días, ______-le dijo a ella.
-Buenos días señor Vélez-le respondió.
-Espero no haber llegado en un mal momento.
-No, para nada-dijo ______ y sonrió de manera falsa. Rei por lo bajo-Estábamos por desayunar. ¿Quiere desayunar con nosotros?.
-No gracias-dijo el y se sentó en una de las sillas. ______ me miró y sonrió de manera dulce.
-¿Qué lo trae por aquí señor Vélez?-le preguntó.
-Necesito hablar unos asuntos con Christopher-le dijo de manera tajante.
-Bueno... yo ya me estaba por ir y...
-No, tú no te vas a ningún lado-la detuve. Ella me miró-Cualquier cosa de la que me quieras hablar puedes hacerlo delante de ______, padre.
Él me miró fijo y luego miró a ______. Ella se veía algo sorprendida.
-Es un asunto delicado-prosiguió él.
-No interesa. Yo no tengo secretos con mi novia. Si no se entera ahora, se va a entrar después.
-¿Novia?-preguntó confundido.
-Oh, como fui tan tonto de no decirte papi-dije irónico y me acerqué a ______ para abrazarla de costado-Te presento a tu nuera... ¿no es encantadora?.
Ricardo nos miró atónito. Giré mi cabeza para mirar a ______ y sus mejillas estaban totalmente enrojecidas. Levantó la cabeza y me miró. Le guiñé un ojo y negó divertida con la cabeza.
-Asi que son... novios.
-Si-dijo ella asintiendo-Espero que le agrade la idea de tenerme en su familia. A mi me encanta que usted sea mi suegro-noté aquel particular tono de sarcasmo.
-Claro que estoy contento... No te imaginas cuanto-le dijo él. Noté algo muy extraño en aquella afirmación. Lo miré fijo, tratando de saber que pretendía.
-¿Y bien? ¿A qué has venido?-le pregunté de manera cortante.
-Cariño, no seas tan grosero. ¿Por qué no le ofreces una taza de café a tu padre?-me preguntó mi bella novia. La miré y ella alzó ambas cejas.
-Oh si, tienes razón amor-le dije-Papi, ¿quieres café?.
-Un poco estaría bien-me dijo él. Agarré una taza y serví el café. Me acerqué al oído de ______.
-¿Puedo escupir un poco en él?-le pregunté. Ella soltó una leve risa y ambos miramos a mi padre.
-Un poco no estaría mal. Creo que ha arruinado algo-susurró ella.
-Ha arruinado todo-le aseguré. Tomé la taza y se la di a mi padre-Aqui tienes.
-Gracias-susurró él.
-Bueno, ¿a qué has venido exactamente?-le pregunté mientras me sentaba frente a él.
______ tomó un vaso de jugo y se sentó a mi lado, mirando fijamente a mi padre. Él la miró y luego volvió su vista a mi.
-Quiero que trabajes conmigo de nuevo-me dijo.
-¿Para qué?-le pregunté.
-Porque lo necesito. Ya te dije una vez que hay veces que yo no puedo firmar los papeles y como tú eres mi hijo, necesito tu ayuda.
-¿Qué clase de ayuda señor Vélez?-preguntó ______ apoyando el vaso en la mesa.
Él la miró con recelo. Estoy completamente seguro que no le agrada para nada que ______ este sentada frente a él escuchando todo. Principalmente porque no puede haber como quiere.
-Tenemos muchos negocios señorita Brooks y no puedo atenderlos todos.
-Que lastima señor. Pero, ¿no le contó Christopher que esta semana que viene tenemos exámenes en la universidad?-preguntó y me miró-¿No le contaste, cielo?.
La miré extrañado. Nosotros no teníamos ningún examen o algo parecido esta semana. Entonces entendí aquello. Miré a mi padre.
-¿No te conté papá?-le pregunté. Él me miró serio-Lo lamentó otra vez. No sé qué pasa conmigo últimamente que me estoy olvidado de contarte tantas cosas importantes.
-Bueno, eso no es nada-dijo ______ y me sonrío-Entonces señor Vélez... no creo que Christopher pueda ayudarlo esta semana y tampoco la otra.
-¿Por qué?-preguntó él de mala gana.
-Christopher y yo... estamos trabajando juntos en la oficina de mi madre y le prometimos que en las próximas dos semanas íbamos a ayudarla en un proyecto muy importante que tiene. ¿O no amor?.
-Si... también me olvidé de aquello. ¡Qué cabeza de novio la mía!-dije divertido y con ______ nos echamos a reír.
Ricardo estaba más serio de lo que la situación ameritaba. Simplemente me encanta verlo así. Molesto, sin saber que decir, ni que hacer.
El timbre de la casa volvió a sonar. ______ me miró y yo la miré. Ambos fruncimos el ceño.
-Que solicitados que estamos hoy, Christopher-dijo ella poniéndose de pie-Yo iré a abrir.
______ se alejó de mí y miré a mi padre.
-No me gusta para nada las atribuciones de esta jovencita-me dijo por lo bajo. Sonrei levemente.
-Me importa un comino si te agrada o no. Yo la amo y eso es lo importante-dije sin dejar de mirarlo.
-¿Acaso tengo que venir yo hasta aquí para que mi hijo me dé la hora?-escuché su voz y me parecé.
Rápidamente me puse de pie. Ella entró al departamento. Mi padre giró la cabeza y la miró. De sus ojos destelló algo que hacia mucho no le veía... Obsesión.
Ella dejó de caminar al verlo alli parado. ______ se quedó quieta a su lado y miró preocupada la escena. ¿Qué diablos hace ella aquí?.
-Anne-habló mi padre.
Vi que los ojos de mi madre se humedecían y entendí que el pasado y todo el dolor volvieron a ella como si nunca se hubieran ido.
Una sonrisa estúpida se cruzó en el rostro de mi padre. Volvi la vista a mamá y sus ojos cada vez estaban más cristalinos.
-Anne, mi amor, has vuelto-dijo Ricardo. Mi madre dejó de mirarlo.
-Creo que no... que no he venido en un buen momento... Vuelvo más tarde, hijo-dijo ella con voz temblorosa.
En un instante que no percibí, mi padre se acercó a ella.
-No, no, no te vayas-dijo y la tomó de un brazo. Mi madre comenzó a forcejear para salirse de su agarre.
-Suéltame-le dijo sin mirarlo.
-¿Por qué Anne?, si has vuelto a mi... Sabía que un día ibas a volver.
-Ricardo... ya suéltame-dijo ella en tono nervioso.
Me acerqué rápidamente a Ricardo y lo alejé de ella.
-Vete-le dije. Él me miró y su mandíbula se tensó.
-Otra vez tú-susurró. Miré a ______.
-Lleva a mi madre a la habitación, ______. Espérenme ahí-les dije.
______ asintió y tomó a mi madre del brazo para dirigirla al cuarto. Cuando ellas dos estuvieron alejadas de la sala, miré de nuevo a Ricardo.
-¿Qué te sucede? ¿Acaso estás mal de la cabeza?-le pregunté.
-Otra vez tú-volvió a susurrar. Lo miré extrañado.
-¿Qué quieres decir con eso?-pregunté.
-Tu madre ha vuelto y tú otra vez la alejas de mi.
-¿Qué?.
-Tú eres el culpable de todo-dijo elevando un poco su voz.
-Ya no tenemos nada más de que hablar Ricardo. Voy a pedirte que amablemente te vayas de mi casa. Ahora.
Me miró con odio. Un odio que no veía hace mucho en su mirada. Mi padre está enfermo, está completamente loco.
-Está bien, está bien-dijo y se acercó a buscar sus cosas-Como siempre tú ganas en esto, pero no me voy a quedar con los brazos cruzados hijo. Vas a pagar haberte metido en medio de tu madre y yo.
-Como digas-le dije y le hice un gesto de que ya se podía ir. Él salió del departamento y se giró a verme.
-Ya lo veras-dijo con una leve sonrisa.
Cerré la puerta con fuerza y sin pensarlo me dirigí a la habitación.
-Respiremos juntas Anne... tranquila-______ estaba arrodillada frente a mi madre y le sostenía las manos con las de ella. Me miró-Ve por un vaso de agua, Christopher. Tu madre está con un ataque de nervios.
Asentí y volvi a salir para buscar el vaso con agua. Volvi al cuarto y pude ver la angustia de mi madre. Le entregué el vaso y ella temblorosa lo tomó.
-Lo siento-se disculpó cuando terminó de tomar.
-Tranquila, ya se fue-le dije.
-Tuve que haber llamado antes de venir-habló mientras unas cuantas lágrimas caían por sus mejillas-Solo quería darte una sorpresa, hijo. No pensé que tu padre iba... iba a estar aquí.
-Yo tampoco lo sabía, mamá-dije y me acerqué para sentarme a su lado-Pero ya se fue... él no va a hacerte nada.
-Yo no tengo miedo por mi, Christopher-dijo y me miró a los ojos-Tengo miedo por ti. Tu padre está mal... muy mal.
-Eso no es noticia-le dije. Ella negó con la cabeza.
-Ricardo está enfermo, hijo... Él está loco.
-Tranquila-dije y la abracé-Él no va a hacerte daño ni a ti, ni a nadie.
Miré a ______ y pude ver la preocupación en su rostro. Eso me partió el alma. Un día que debió comenzar hermoso, terminó volviéndose una reverenda mierda.
Luego de calmar a mi madre. La acompañamos a que tomara un taxi. Antes llamamos a Phill para que la esperara y contarle lo que había pasado. Volvimos a entrar al departamento después de despedir a mamá.
Solté un cansado suspiro y me tiré en el sillón. Tapé mi rostro con ambas manos.
Sentí como ______ se sentaba a mi lado. Me tomó del brazo y me jaló hacia ella. Me apoyé sobre su pecho sin quitarme las manos de la cara. Juro que tengo unas ganas terribles de gritar.
-Tranquilo mi amor, todo va a estar bien-susurró mientras acariciaba mis cabellos.
-Lo siento amor, no quería que pasaras por esto-me disculpé. Ella me alejó para poder mirarme a los ojos.
-No seas tonto, no tienes porque pedirme perdón. Lo que pasó, no fue tu culpa.
-Maldito hijo de... Lo odio-aseguré. Ella acarició mis mejillas.
-Odiando a tu padre no ganas nada, Christopher. Como dijo tu madre, él está enfermo. Necesita ayuda, solo eso.
-Solo eso-susurré y acaricié su rostro-Ojala fuera tan fácil amor, pero no sé si viste el rostro de él cuando vio a mamá. Se transformó completamente. Él parecía un lunático. Miró a mi madre como si fuera una obsesión para él.
-Por eso mismo, mi amor... Él necesita ayuda-dijo. La acerqué a mi y la abracé. Escondí mi rostro en su cuello y respiré su aroma.
-Tú también eres una obsesión para mi, ______-le susurré. Ella se alejó para mirarme a los ojos-Pero jamás... escucha esto, jamás te haría daño.
Ella sonrió levemente y se acercó a mi para besar mis labios.
-Lo sé mi amor. Y tú también eres mi obsesión-susurró sobre mi boca. Me volvi a acercar para poder besarla completamente.
-Te amo-le dije sin dejar de besarla.
-Te amo más-musitó y se alejó despacio-Voy a llamar a mis padres para decirles que mejor dejemos el almuerzo para otro día.
Se quiso poner de pie pero la detuve. Me miró extrañada.
-¿Y quien te dijo que lo íbamos a dejar para otro día?-le pregunté.
-Christopher, no creo que sea un buen momento-me dijo. Sonrei y negué con la cabeza.
-Claro que si es un buen momento, mi amor. Tus padres y nosotros vamos a ir a almorzar juntos. Algo me dice que al final vamos a sacar algo muy bueno de este día. Eso te lo puedo asegurar.

My Little Obsession >Christopher Vélez y tú< (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora