Mordiscos y Rasguños

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Era un nuevo día en el pequeño pueblo, Yui salió al bosque junto a su fiel amigo de aventuras Hachiko, claro que esta vez con el permiso de sus cuidadoras pero que no fue mucho tiempo ya que debía estar en la iglesia antes que llegara su padre Seiji.

Los dos amigos se la estaban pasando muy bien hasta que escuchen unos pasos cerca de ellos.

—Oh no-Dijo Yui-Escóndete Hachiko y no salgas hasta que te avise

El animal entendió la orden y se escondió en unos arbustos cerca de un árbol.

Ya un poco calmada con que su amigo está a salvo decidió enfrentar al causante de esos pasos.

— ¡¿Quién esta hay?!

Como si hubieran escuchado su llamado, de unos matorrales salieron dos niños que eran un poco mayores que ella.

Yui no era de juzgar a nadie por su apariencia pero sentía que ellos no traerían nada bueno. Los dos parecían ser gemelos.

— ¿Quién eres tú?-Dijo un niño

La pequeña niña rubia iba responder pero el otro niño respondió la pregunta de su compañero.

—Ella es la niña antisocial de la hablan en el pueblo, solo se la pasa en esa iglesia

—Ah, cierto, la adoptada

— ¿Adoptada?-Dijo extrañada-Mi padre es Seiji Komori y no soy adoptada

— ¡Ja! Eso no es cierto, no te parece en nada al padre Seiji

—Dicen que ella es hija de un antiguo amorío del señor Seiji-le dijo el otro al chico

— ¡Eso no es cierto!-Defendió la rubia

— ¡No te atrevas a levantarnos la voz, adoptada!

— ¡Que no soy adoptada!

— ¡¿Entonces como explicas que no te pareces en nada a *tu padre*?!-contrataco el otro

—Seguramente tengo rasgos de mi madre

— ¿Y entonces como explicas que no estés con tu mami?-Dijo uno con el tono burlón

—Fu...Fue de viaje

—Ya no te engañes, nosotros solamente queremos ser buenas personas y hacer que veas la realidad

—Tu

—Solo

—Eres

—Una

— ¡ADOPTADA!-Gritaron al unísono ambos chicos acercándose a la niña

Yui no quería creer las palabras de unos chicos que eran prácticamente unos desconocidos pero ellos tenían un buen punto ¿Por qué no se parecía a su padre? ¿Porque nunca conoció a su madre? ¿Porque jamás le dejo salir y tener amigos? ¿Sera porque los del pueblo saben la verdad y él no quiere que ella lo sepa?

Los chicos planeaban hacer sufrir más a la inocente Yui solo por diversión mientras que ella estaba en un debate mental.

—Grrrr

Los tres presentes se voltearon hacia dónde provenía ese gruñido. Una tenía dos de preocupada mientras que los otros tenían solamente puro terror y pánico en sus miradas.

— ¡Un lobo!-Grito uno

— ¡Vámonos! Grito el otro

Ambos iban a emprender la huida pero no fueron lo suficientemente rápidos. El pequeño lobo rasguño el brazo de un niño y al otro le dio una mordida.

Al que le dio la mordida lo lanzo al pobre animal lejos chocando con el árbol.

Los niños no siguieron hay y se fueron corriendo con lágrima gritando *¡Mami!*.

— ¡Hachiko!-grito preocupada, corrió hacia su pequeño amigo-Oh no...-Estaba al borde las lágrimas al ver su estado

Estaba inconsciente, el golpe que se dio contra el árbol fue recibido por su cabeza, más que nada por su ojo derecho, y lo que más le perturbo fue la sangre a montones que empezaba a salir por la herida.

—Te voy a llegar con las hermanas-cogió al lobezno con delicadeza y se fue corriendo hacia la iglesia

(...)

— ¡¿Pero qué te paso Yui-chan?!-Grito alterada al ver a la niña entrar a su cuarto con su vestido lleno de sangre

— ¡Es Hachiko! ¡Tuvo un accidente! ¡Está muy herido! ¡Y es por mi culpa!-Grito con voz desgarradora por las lágrimas

—Avisare a la hermana Alicia, mientras ve a cambiarte de ropa, nadie puede verte así, coloca tu ropa sucia en una bolsa negra y la llevas a la bodega

—En...Entendido-Dijo entre sollozos

—Ya verás que todo estará bien-le acaricio su cabeza-Una última cosa

— ¿Si?

—Vigila que nadie se acerque a la bodega y que nadie te vea con la bolsa

—Bien...

(...)

— ¡Ya llegamos!-Entraron ambas señoras dando una patada a la puerta

Ambas quedaron con una expresión de aterrada al ver el estado de la pequeña criatura.

— ¿Qué fue lo que paso Yui?-Dijo la señora Alicia tratando de aguardar la calma mientras que sacaba los implementos médicos junto a la otra señora.

Yui empezó a nárrales todo lo que sucedía mientras que ambas adultas estaban tratando con la herida del cachorro. No omitió ningún detalle.

—...Y eso fue lo que paso

Las monjas se vieron entre sí con preocupación, se suponía que el padre Seiji dejo muy en claro que Yui no debería saber nada de eso pero tal parece que la verdad saldrá a la luz tarde o temprano.

— ¿Es cierto que soy...adoptada?-Dijo con tristeza

—Nosotras...no sabemos de eso

—El único que te podría decir la verdad es tu padre, hermanita Yui

—Pero aunque sea cierto, seguirás siendo parte de esta iglesia y de igual forma también seguirás siendo su hija

Esas palabras por parte de ambas animaron a la niña que asintió con una dulce sonrisa.

Ambas monjas pudieron curar las heridas del lobezno pero su ojo no se ponía curar, por lo que usaría un parche de ahora en adelante para que no le duela la vista.

Yui se la pasó horas cuidando a su peludo amigo, en espera que despertara, junto a las monjas que también le tuvieron cariño al animal en el corto tiempo que convivían.

(...)

Así se la pasaron las horas en espera, hasta que por fin despertó, para la alegría de las féminas.

Las señoras le dieron algunas indicaciones sobre cómo debería cuidar ahora a Hachiko y también algunas restricciones cuando ella vuelva a salir.

(...)

Ya llego la hora de que Yui volviera a la iglesia para recibir a su padre. Antes de irse le dejo la bolsa de ropa a las monjas y se despidió de Hachiko deseándole buenas noches.

∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆

¡Hola a todos!

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy.

Me llego la inspiración de golpe y me la pase escribiendo todo el dia.

Este capítulo tiene alrededor de 1055 palabras.

Recuerden dejar sus comentarios, votos y seguirme.

Loverin157

Entrenando a mi mascota [Diabolik Lovers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora