Tú tenías esos ojos que yo amaba.
Entonces, ¿A dónde se fue tu mirada?La furia del deseo, vuelta ausencia, me desarmó la boca.
El gesto obsceno,
(misericorde a veces, impío otras tantas),
hoy no consume ni una culpa.La palabra en la pupila; el mensaje entrecortado al parpadear;
la voz penetrante.
La aridez, los canales que no confluyen a ninguna parte.
La mirada,
perdida entre la mala hierba y el corazón destrozado.
La ceguera flagelante que has impuesto a nuestros juegos
no tiene nombre, ni raíz, ni cielo.Sólo tú con tus ojos semilla.
Sólo yo con mis ojos de tierra.
Pero no, ninguno de los dos somos fecunda obscenidad hoy.Tú, tú tenías esos ojos que yo amaba.
Entonces, dime a dónde,
¿A dónde se fue tu mirada?