Dia 2:
Te extraño, desperté tarde, vi mi celular, y lo recordé; ya no hay mensajes de buenos días, ya no hay mini mariposas diarias por esos mensajes que aumentan mi energía al 1000%, solo queda seguir durmiendo, pero me es imposible, me es imposible cerrar mis ojos y dejar de pensar en tu recuerdo, en tu sonrisa, tu mirada noble y tu cabello perfecto. Lo que más extraño hoy, es tu voz; extraño tu cálida e imponente voz, extraño escucharte decirme "te amo" por mas falso que sea, extraño escucharte cantar, escuchar tu voz cuando estudias, extraño tanto escuchar tu risa, si pudiera volver a escucharla, la guardaría, para dejarla sonar
cuando el silencio cruce la soledad. Pero por sobre todo, extraño tu voz diciéndome que todo estará bien, que te encanto, que estas enamorado y que estas feliz a mi lado, porque después de escuchar eso viene un beso, un beso diferente a los otros, un beso perfecto salido del alma que refleja lo mismo, no es necesario seguir hablando después.
Es ridículo, pero por esto no quería despertar, no quiero enfrentar este día, no quiero caminar sola por las calles heladas donde pasamos los mejores y peores momentos de nuestra relación, no quiero pasar sola por aquel lugar donde te escuche decirme "te amo" por primera vez, no quiero que llegue el fin de este día, y no haber escuchado tu voz ni siquiera por un audio. Tu voz me recuerda a mis más bonitos sueños, donde aún extraño y deseo nunca despertarme para pasar mayor tiempo contigo. Y Debo ser fuerte, en mi celular siguen tus videos, nunca te dije pero los veía casi todos los días cuando extrañaba escucharte, cuando estaba aburrida de estudiar y quería recobrar fuerzas, incluso cuando estábamos de malas, tenía eso, mi pedacito de felicidad guardado, y ¿sabes algo? El ciento por ciento de las veces que los vi, subían mi animo, mis energías y porque no decirlo, mi felicidad, porque ese, el chico de los videos era mi pareja, ese y nada mas, y si verte a través de una pantalla me hacía feliz, en vivo y en directo, imagínate lo que sentía....
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Extraño extrañarte
AcakUn relato real, mis sentimientos reales de manera epistolar, cartas que nunca enviaré