Camp Half-Blood - 6

359 30 10
                                    

Bueno, sé que hace muchísimo tiempo que no subo nada, y lo siento. No sabía cómo seguir la historia, qué "rumbo" tomar con los personajes... Pero bueno, acá está; espero que les guste. Y lo siento si tardé tanto que pensaron que no la iba a seguir, o algo así. Gracias por leer 😊.

Katie Gardner sintió que sus piernas se aflojaron. Es decir, él había estado mirándola mientras cantaba, la canción no podía ser para otra. Pero ella sólo reaccionó cuando él dijo su nombre; fue en ese momento cuando todo se concretó: ella era a quien Travis quería, se lo acababa de proponer, le había cantado una canción frente a todos... Oh, esperen. Frente a todos. Katie salió de su estupor, abandonó su mirada en los ojos de Travis, para descubrir que había docenas de personas mirándola. Ella no pudo hacer más que sonrojarse furiosamente, y él, temiendo que ella entre en pánico o algo por el estilo, y que todos sus planes con ella acaben frustrados, bajó del escenario y la tomó de la mano para llevarla a un lugar más privado.

Katie se dejó llevar hasta la punta del muelle, donde ambos se sentaron silenciosamente frente a la luna, dejando colgar sus piernas en el aire.

- Uhmm... Bien, ¿Debo tomar esto como un sí ? ¿O hace falta una proposición más formal? ¿Quieres que me ponga de rodillas, Gardner? -Murmuró el semidiós con esa típica sonrisita suya en sus labios, y logró robarle otra a los labios de su compañera.

Katie se había sentido flotando todo el tiempo, oh, las cosas eran maravillosas. Ese chico que siempre la molestaba, al que ella siempre le gritaba, pero al que en el fondo siempre había querido, estaba ahora confesándole sus sentimientos por ella. Esto era demasiado perfecto para ser real... Oh. Por. Los. Dioses. Es cierto. Algo hizo "click" dentro de la semidiosa. Tonta, estúpida, imbécil. Por supuesto que esto era demasiado bueno para ser cierto: debía de ser una broma. Normal tratándose de un Stoll, pero ella nunca creyó que jugaría con algo como los sentimientos.

- ¡TÚ! ¡ESTÚPIDO INSENSIBLE! - Estalló ella, y se apresuró a abrir su mano para dejarla marcada en la mejilla de Travis en una dura cachetada.

-Pero... ¿Qué? ¿Qué haces? ¿Qué estás diciendo? - Travis abrió mucho los ojos al ver la reacción de ella, y se llevo las manos a su adolorida mejilla - ¡Estás loca, mujer!

-¿Loca? ¿Osas llamarme loca? -Katie se levantó de allí, y Travis hizo lo mismo- Tú eres un idiota. Estúpido hijo de Hermes, no se cómo alguna vez creí en ti. Fui una tonta al confiar en ti... Agh. Ni siquiera sé qué estaba pensado cuando te canté aquella canción. Espera, tengo razón. No estaba pensando...

Travis había abierto la boca para recriminarle, pero cada vez ella no lo había dejado hablar con sus gritos. Ahora vio su oportunidad de defenderse.

- Tienes razón... Tienes razón -Ella lo miró con la boca abierta, había estado esperando que él niegue que todo había sido un juego... ¿Pero ahora lo estaba admitiendo? - Tienes razón: no estabas pensando. Lo estabas sintiendo. Cuando cantaste esa canción, no lo hacías desde el cerebro. Lo hiciste desde aquí - El hijo de Hermes cometió el error de querer señalar el corazón de Katie, y ella apartó su mano de un manotazo.

-¡Quita tus manos de ahí, pervertido! No te basta con jugar conmigo, también me mientes y ahora quieres tocarme... ¡Eres un completo idiota!

-¡Ya basta, Katie! ¿No lo entiendes? ¿No entiendes que yo te quiero? ¡Esto no es una broma! - Travis se llevó las manos a su cabello, con frustración. Siempre que hablaba con ella terminaban discutiendo, pero le encantaba la forma en que el ceño de Katie se fruncía, o como ella apretaba sus labios, o los dramáticos movimientos que hacía con la mano... Los sentimientos que ella le provocaban eran contradictorios.

-¿Y cómo se supone que voy a creerte, Travis? ¿Cómo voy a saber que este no es uno más de tus juegos? - Preguntó ella, obligándose a respirar profundamente para estar algo más calmada. Mientras discutían, habían estado de pie, aun en el muelle, gritándose las cosas el uno al otro, pero ahora ella optó por sentarse. Esa noche había recibido más atención que la que hubiera merecido por todo un mes, y no quería más ojos sobre ella de parte del resto de los campistas. Travis, resignado, se sentó frente a ella.

-Katie, por favor escúchame. Esto no es una broma. No se cómo es que piensas que estoy jugando contigo, cuando prácticamente abrí mi corazón ante ti esta noche...

Ella reflexionó unos momentos antes de contestar. Es cierto que lo de esa noche había sido algo maravilloso para ella, pero también era cierto que los hijos de Hermes eran muy buenos con las mentiras, y con los engaños. Katie terminó por suspirar, antes de dar una respuesta.

-Bien, admito que actué algo impulsivamente... Son años que llevas haciéndome bromas, Stoll. Ahora: si de verdad me quieres, quiero que me lo demuestres.

Travis se quedó mudo por unos segundos. Sabía cómo conquistar a una chica en días. O cómo hacer para atraer a una por una noche para entretenerse. Pero no sabía cómo demostrar que de verdad quería a alguien, que ella era especial, y todas las cosas juntas que sentía por ella a la vez. Así que, arriesgándose a recibir una bofetada o algo peor, Travis se acercó lentamente a ella, con una mano sosteniendo su mejilla, y la besó, intentando expresarle en ese beso todo lo que él sentía por ella. Y, oh, parece haber funcionado. Porque no sólo ella no le pegó, si no que Travis estuvo más que sorprendido al ver que ella le correspondía el beso, eso se sentía lo mejor del mundo... Pero todo lo bueno dura poco. Después de unos segundos de magia, Katie separó sus labios, aunque permitió que sus frentes queden pegadas; al estar tan juntos, ella sólo pudo hablar en susurros.

-Esto está mal, Travis. Nosotros siempre hemos discutido por cada pequeña cosa, es lo que hacemos siempre que nos vemos... Todos lo saben. Somos Travis y Katie, como perro y gato, como el agua y el aceite... - Travis calló su discurso con un pequeño beso, para luego también susurrar.

- Ya lo sabes, Katie. Del odio al amor hay un sólo paso. Sólo ten un poco de confianza...

-P-Pero... ¿Y si no funciona? Sólo nos haríamos daño, Trav. Yo no debo quererte...

-Pero me quieres.

-Te quiero.

-Y haremos que lo nuestro funcione.

-Haremos que lo nuestro funcione.

-No dejaremos que pequeñas diferencias, o tonterías, nos influyan. Nos queremos, y eso importa.

-Eso importa.

-Y quieres ser mi novia.

-Quiero ser tu novia.

Camp Half-BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora