Esclava de la libertad [jb] [mgk]

CAPÍTULO 10: "¿Casualidad?"

|LUNES|

Los rayos del sol iluminan mi cara mientras abro los ojos. Lentamente, sacudiendo la cabeza, me levanto y voy al baño. Hago lo de todas las mañanas y entro en el cuarto. Me visto con pantalones ajustados, camisa y mis Martens. Todo en negro. Me siento frente al espejo, me plancho el pelo y me maquillo.

Después bajo las ecaleras y voy a la cocina. Kells se encuentra vestido de pantalones azulados, camisa de rayas, y sus bambas; haciendo el desayuno, con Junior al lado.

- Si cada día prepararás el desayuno, sería el paraíso ya.

- Por ti lo haré.

- Gracias. -le soonrío.

Acaba de hacer el desayuno y lo pone sobre la mesa. Cafés con huevos revueltos y sándwiches de bacon.

Desayunamos, cogemos nuestras mochilas y entramos al coche. Mientras tanto nadie habla, un silencio total nos rodea y nosotros no decimos ni mu. Llegamos a la Universidad y salimos del coche. Allí nos espera Marina.

- ¡Hola! -la saludo con dos besos en la mejilla.

- ¿Cómo es que venis juntos?

- Vive en mi casa.

- ¿Por qué?

- Me echaron de casa. -dice Kells.

- Normal chiquillo. Con las estupideces que haces.

- Gracias. -le sonríe Kells.

- De nada. ¿Y ha habido tema..?

- Marina, no te flipes.

- Es que hacéis buena pareja.

No pensé en eso.. ¿De verdad hacemos buena pareja? ¡Si somos de diferentes estilos! Aunque dicen que en el amor no importa nada, ni la edad ni la raza..¿Será cierto? ¡Sí! ¡Porque yo estoy enamorada de Kells!

- Bueno.. - empiezo a hablar pero el timbre me interrumpe- A clase.

- Adiós Kells. -le doy dos besos y a Marina también.

《》

- ¡Qué clases más aburridas! -le digo saliendo al patio.

- Ni que digas.. Iba a meterle la tiza al profesor por el culo.

- ¿Por qué? -aparece Kells sonriendo.

- Porque es más aburrido que viendo a una tortuga caminar.

- Eso es verdad. -digo mirándole.

- ¿Y qué habéis echo en la casa? ¿Solos? -Marina hace énfasis a la última palabra.

- Pues habitar chica, habitar. -le contesto.

- ¿Habéis estado... ya lo sabéis?

- Marina, ¿alguna vez te han dicho que tienes que ir al psicólogo? -le digo yo.

- No.

- Pues te lo recomiendo. Ayuda mucho.

- ¿Has ido alguna vez al psicólogo? -pregunta mirándome.

Esa pregunta me hace temblar. Después de que Adam me viole, he ido a miles de psicólogos y nadie me ayudó. Excepto, venir aquí y olvidar toda esa mierda. Miro a Kells, que él ya sabe todo lo que me pasó y se limita a decir algo cambiando de tema.

- ¿Quedamos mañana a la fiesta de un amigo?

- No lo sé.. No me querrán con esa pinta. -le digo enseñando mi cuerpo.

- Nosotros te hemos querido con esas pintas. -dice Kells.

- Mentirosos.. Aquí hay tema ¿eh? -sonríe pícara Marina.