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El sonido de la cerámica rompiéndose contra el suelo, lo alertó. Asomó su cabeza fuera de la habitación, para toparse con su amado de pelo azul barriendo lo que quedaba de aquel plato.

–¿Que ah pasado?–pregunto el azabache, camino hacia 2D– Dame esa escoba, y ponte zapatos antes de que te entierres una de esas cosas...con lo idiota que eres–lo último lo dijo susurrando.

–Yo solo quería hacer el desayuno y el plato se calló...– dijo el peliazul algo apenado– Perdón nunca quise que el plato se callera.

– Si si, como sea, te perdono– después de decir eso, Murdoc se dirigió al basurero a botar lo que quedaba del plato– Ahora ponte zapatos, que esos calcetines rosas te hacen ver súper gay.

– Lo dice él que se compra esmalte negro– dejó escapar una pequeña risa, para agarrar unas converse y ponerselas.

– ¡Hey! ¡Tú también te pones esmalte!– grito el azabache desde la cocina.

Stuart camino hacia la cocina. Murdoc se estaba preparando un café, el menor metió pan en la tostadora, para dirigirse a su amado, le abrazo por la espalda y depósito un dulce beso en la nuca.

–Igual me amas y lo sabes...– 2D dejo caer su cabeza en el hombro del contrario con una sonrisa.

–Mierda...no hagas esto más cursi ¿Vale?– el peliazul rio, Murdoc no era de los típicos novios que te regalan dulces o rosas, y te llenan de besos la cara. Eran una rara pareja, una hermosa pero muy rara pareja.

Cuando el café estuvo listo, Stu tomó la taza de la oreja y dió un sorbo a aquella sustancia con un mal sabor pero muy adictivo, supuestamente aquel café era de Murdoc.

–Joder ¿Existirá algún día en que no me quites MI café?– era normal esa rutina, el mayor hacia café y su novio venía y lo robaba.

–Mmmm déjame pensar.... Nop– dijo el chico de cuencas negras, sacando la lengua afuera, haciendole burla al contrario.

Murdoc suspiro. Se puso enfrente de Stuart mirándolo fijamente, su mirada era seria. Posó sus manos encima de las del menor y dirigió la taza a su boca, dándole un pequeño sorbo, Stu quedó en shock mirando la escena. El azabache levantó su mirada, sus rostros estaban jodidamente cerca.

–¿Ahora vas a dejar de quitarme mi café?– tenía su maldita voz ronca ¿Empezaba a hacer calor o era idea de 2D?

–E-eh...ta-talvez...¿s-si?– el menor se perdió en los ojos bicolor del contrario, aflojó su agarre a la taza. Murdoc aprovecho esto y se la quitó de las manos.

–Genial...– dijo su amado y con la taza en su mano se dirigió a la sala a ver un poco de televisión, dejando a 2D gritando internamente en la cocina.

Murdoc podía ser malditamente sexy cuando se lo proponía, obviamente ocupaba eso a su favor cuando quería. Y esta vez, lo hizo de nuevo.

"Mierda caí de nuevo" pensó Stuart para, seguidamente dirigirse hacia el azabache, que estaba en la sala.

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–Aun no puedo entender...¿Por que le dices a Russ "mamá"? Es un hombre, deberías decirle "papá" o algo así– Cyborg y Noodle terminaron su jornada escolar. Ahora iban de regreso a sus hogares, así que decidieron hablar de cualquier tema trivial.

Noodle le miró, era raro comenzar a hablar de ese tema un poco confuso para los demás. Más que nada porque nadie le preguntaba por eso.

–No creo que entiendas muy bien Cy...– dijo, Cyborg le regreso la mirada.

Otoño || Russdel; 2Doc/Studoc; Cydle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora