Parte uno

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Oliver estaba en su camino de regreso al refugio cuando escuchó un alboroto calles abajo. Oliver debatió en continuar su camino, porque le dolía todo el cuerpo, y como le dijo a dig: el no podía detener cada robo porque debía estar enfocado en la lista de su padre.

Pero escuchó otro grito y gimió para si mismo antes de dirigirse hacia la pelea. Había un chico que estaba siendo empujado contra una pared de ladrillo por un hombre bastante grande.

- Cómo es que nadie te ha reclamado todavía, pequeña perra omega?.

Mierda. El chico era un omega, un hombre omega!?. Oliver nunca había conocido uno antes, ellos eran raros en su casta.

- ¡Vete a la mierda!, soy un puto beta!- el niño gritó, tratando de sacarse de encima al alfa. Oliver le hubiera creido si la brisa no se hubiera levantado y capturado el embriagante aroma de un omega sin marcar.
Era diferente de lo que había olido antes, le recordó al sabor picante que estaba presente en el aire antes de una tormenta. Los instintos alfa de Oliver estaban al máximo, la urgencia de dominar era mas fuerte de que lo había sentido jamás. Empujó lejos la oleada de hormonas, casi gruñendo para si mismo por el esfuerzo.

La atención de Oliver regresó otra vez al callejón cuando escuchó un grito y luego un gruñido enojado. El alfa había recibido un rodillazo en el estómago de parte del omega asustado.
El enojado alfa volteó al omega de tal manera que su cara quedó presionada contra la pared del callejón. El chico soltó un gemido y trato de soltar sus miembros para luchar. Cuando el hombre alcanzó la parte delantera de los pantalones del omega, una flecha apareció en su hombro.
El hombre se tambaleó hacia atrás, casi cayendo. Volteó la cabeza buscando al culpable que se atrevió a parar a un alfa de conseguir lo que quiere.

El encapuchado descendió al callejón y alzo su arco al alfa, mientras este recuperaba el equilibrio y miraba a su adversario.

- ¿Quieres ser el siguiente en tomar al omega raro?.- El alfa gritó cuando otra fecha se estrelló contra la pared detrás de su cabeza.

-No-no puedes hacer esto!- Oliver soltó un gruñido involuntario. Sintió su cuerpo sacudirse con ira. Como se atreve ese alfa a desafiarlo sobre su omega. Oliver no notó su desliz mental al estar enfocado en la amenaza actual que respiraba con dificultad y miraba furiosamente al de capucha.

- Vete ahora y capaz te deje vivir-  Soltó Oliver, sin dejar de apretar el arco. El alfa bruto se tomó un segundo para pensar en ello, pero los alfas no son conocidos exactamente por su lógica y sentido de preservación. Se dejó llevar por sus instintos, que en ese momento le dictaban que luche contra su retador.

Cargó contra el encapuchado, quien pasó su arco a la otra mano y tomó una postura defensiva. Venció al alfa en tres movimientos, apenas restringiendose a si mismo de darle otro que acabaría con su vida. Oyó un gemido del omega e inmediatamente se volvió hacia él.
A medida que se acercaba, el olor del omega se hacia mas fuerte. Sus instintos rugián con deseo de reclamar al omega por el que había luchado y ganado. Mantuvo el agarre apretado de su arco mientras se acerca cautelosamente al omega, no queriendo asustarlo.

- ¿Estas bien?- preguntó Oliver, con voz áspera.

- Sí, solo olvidé traer mis malditos supresores- murmuró para si mismo, y luego miró a Oliver con curiosidad.

- ¿Quién eres?- Esa pregunta tomó por sorpresa a Oliver. ¿Quién en Starling City no sabía quién era él?. Ignoró la pregunta.

- ¿Puedes volver a casa?-

drawn together [olivarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora