VI. Incentivo

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Quizás debería haber tomado la poca dignidad que le quedaba y seguir caminando, sin embargo ahí estaba. Retrocediendo, con el corazón latiéndole desbocado.

"¿Acaso no es obvio?" dijo con molestia

"Eres tan tierno. De cualquier forma iba a dártelas"

El más alto le arrojó las llaves mientras tiraba de su brazo, acercándose peligrosamente se dirigió hasta su oído y murmuró.

"Adiós Lou" al mismo tiempo que dejó un casto beso en su mejilla izquierda

Al tomar distancia pudo ver el arrebolado de sus mejillas y su expresión de sorpresa. Sonrío de lado y subió a su auto. Al entrar agradeció el polarizado de los cristales, sentía el calor trepar por su cuerpo y una felicidad inexplicable, lo había hecho sin pensar y lo que era más extraño le encantó. Ni Siquiera besar a Ley se sentía así.

Louis por su parte se quedó estático. Permaneció inmóvil hasta que escuchó el auto de Harry alejarse.

Reaccionó cuando su móvil comenzó a sonar…

If your world falls apart
I'd start a riot

LOUIS WILLIAM TOMLINSON!"

"Mamá…"

"¡Por supuesto que soy yo. ¿Donde estás? Hace ya dos horas que la escuela terminó. ¿Estás con el vagabundo de Zayn acaso?!"

"No. E-estoy en la escuela aún, p-perdí mis llaves y el personal de limpieza me ayudó a buscarlas"

"¡Oh mi pequeño. De cualquier forma DEBISTE ATENDER MIS LLAMADAS ESTABA PREOCUPADA! S-solo ven a casa"

"Voy para allá. De verdad lo siento mamá, nos vemos"

Al colgar, pudo volver a respirar. Dos horas. De verdad estuvo hablando con Harry tanto tiempo, lo que parecieron ser minutos en realidad se convirtieron en horas.

No es momento para divagar Lou. Tenemos que ir a casa. –se encontró pensando–

Tomó sus llaves y se dirigió a su auto (no sin antes levantar sus cosas del suelo) tenía demasiadas cosas que hacer.

Y lo más importante. Iba a matar a Zayn, jodido idiota por su culpa ahora estaba metido en éste embrollo.


Al llegar a casa. No había nadie. Lo más probable era que su madre debía volver al trabajo, por ello era tanta la urgencia de que volviera. Sabía que su madre prefería comer con él para no dejarlo solo, puesto que su padre trabajaba un poco más lejos y le era imposible conducir a casa sólo para comer con su único hijo.

Hizo su camino hasta la cocina, dejó su mochila en el suelo y encendió el horno, su madre acostumbraba a dejarle comida preparada por ella, Louis odiaba la comida de otra persona que no fuera su madre.

Al terminar sus alimentos tomó su mochila y se dirigió a su habitación, sacó sus libros sobre su pequeño escritorio y estiró los brazos. Tenía mucho que hacer… Resúmenes… maquetas… un ensayo y lo más tedioso… ensayar una canción para interpretar frente a todos en la clase de inglés. Según su profesora se trataba de un ejercicio de pronunciación y erradicar el miedo o pánico escénico.

Luego de un rato con toda su tarea finalizada (casi toda) volvió a su celular viajando por su playlist, necesitaba una canción corta y fácil, lo que menos quería era hacer el ridículo frente a todos. Ninguna canción lo convenció del todo quizás si su madre-

¡Eso era! Porque cantar una canción cualquiera. Sí, podía cantar aquellas letras que escribió para su madre algún tiempo atrás.

Buscó entre las notas de su celular y ahí estaba! Ahora sólo necesitaba practicar. Mañana será un día inolvidable -pensó-

Dejó de lado todas sus cosas en perfecto orden. Apagó la luz y se sumergió en su cama dejando que el sueño se apoderara de su cuerpo. Había sido un día largo…

Y Tú, ¿Qué Miras Tomlinson? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora