Vino Tinto

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Supongo que los seres humanos respondemos involuntariamente a una sonrisa cuando sentimos que existe una emoción afín.

Es como identificar un gesto real de un simple esbozo, es distinguir el movimiento tan puro y sutil de una chica sonrojandose.

Tal vez nunca conocerás la cantidad de melanina que existe en un ojo marrón, ni el bello reflejo de la luz en el iris, o el acto involuntario de la dilatación de una pupila.

Porque yo lo veo, en tus ojos.

Puede que nunca haya probado el vino tinto, pero a ambos nos danzan los hoyuelos. A ti en una suave bola de helado, a mi en el algodón de tu suéter.

Observo cada poro en la piel de tus manos, tu intento peculiar de cruzar los tobillos y la expresión que haces al hablar, al describir con gusto cada detalle en palabras melifluas.

Me gusta el tono castaño que reluce en cada mechón quebrado de tu cabello, la risa nerviosa que provocas en mí boca, la exhalación tranquila que siente mi pecho al conversar, la paz que hay entre los dos porque tu sonrisa es causa de que mis pomulos se tornen en un tono rojo escarlata. Siento la dulce voz que fluye, las partículas de oxígeno que brotan cuando explicas un suceso, o la forma tan linda y ridícula que tienes de jugar con una cuchara. Me tranquiliza la sutileza que hay en el movimiento que hacen tus manos, o la suave inclinación de tus mejillas.

Tal vez nunca podrás apreciar tu parpadeo,ni siquiera enfrente de un espejo. Puede que resulte algo sin importancia para miles de personas, pero me percaté de que resulta bello ver el movimiento al abrir y cerrar tus ojos.

El tiempo corre sin sentirlo, pasa al hablar. Sé que viviríamos en el mismo minuto todo el día si pudiera detenerse. Quiero que se detenga, que pase sin contar los segundos, porque frente a tu alma me siento a gusto, frente a ti me siento yo.


Poemario "Pedacito de mi alma"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora