Consciente de que estoy viva me levanto y estiro cada músculo, desde la punta del pie hasta mi cuello.
Con esa larga playera que cubre mis hombros y llega hasta debajo de los muslos. Nunca me había detenido a mirar al espejo de tal manera, tenía la trenza que me había hecho la noche anterior, mis poros relucían la capa delgada de grasa que cubría todo el rostro. Esos ojos, con las pestañas naturales, sin enchinar, que creaban un delineado oscuro perfecto. Mis labios, contorneados finamente, miré mi cuello, mis brazos, la forma de la cadera, la musculatura de los muslos y mis piernas, delgadas y largas. Observé mis manos, las que siempre odié y por un instante comencé a querer.
Me vi, sin brillo labial, sin las pestañas arregladas, sin la falsa yo que quería ser para impresionar. Conmigo misma frente al espejo, con la más pura versión de mí, la chica de complexión delgada, sin busto, sin muslos prominentes. Sonrisa alargada y ojos grandes.
Ya no necesitaba que alguien viera lo bonita que era, me sentía bella en ese instante, si yo lo sabía, si todos sabían que yo me sentía suficiente, con eso bastaba.
En la mañana, esa mañana, la única persona que quería ver sonreír, contenta consigo misma, era yo frente al espejo.
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Poemario "Pedacito de mi alma"
ŞiirTodas las sensaciones que mi rostro no pudo reflejar, todas las palabras que nunca he podido decir a nadie, todas, están plasmadas en cada hermoso verso. Espero que disfrutes leyendo cada letra, tanto como yo lo hice cuando terminé de escribir cad...