Hoy a la luz de las estrellas, confieso luna que algo ha cambiado.
El verlo y sentir un desastre natural en mi, algo nunca antes provocado, un sentimiento completo, en el encontré algo nunca antes visto... locura y cordura, cielo e infierno, caos y orden, ¿el equilibrio? El se ríe de eso. Y si hablamos de su sonrisa, es la más hermosa y deslumbrante tanto como tu brillo y belleza.Que ni los ojos color celeste y miel se comparan con sus ojos marrones, y siempre que rodea con sus brazos mi pequeño cuerpo me hacen sentir en casa, protegida y amada.
Aunque todas las luces de las ciudades podrán estar apagadas, el siempre alumbrará las calles con su presencia, que era frío y el me convirtió en fuego más abrasador.
Y ¿Qué importan los demonios y los infiernos? Si lo tengo a él a mi lado. Quién diría que se formaría literatura nuestra química.
Al amanecer, ya no son los rayos del sol quienes me motivan a levantarme, el no tenerlo a mi lado me hace echarlo de menos, más que a ti cuando te marchas cada mañana.
Querida luna, me he enamorado y no como suelen enamorarse ahora, si no como un escritor ama la literatura o un químico a la ciencia, y a su lado lo que quiero es formar historia, pasar las siguientes estaciones del metro tomada de su delicada mano, y no daría lo que fuera por el, si no que muchísimo más, no me importan los tropiezos, ya que todos valdrán la pena siempre que sean a su lado, y lo voy a amar, sea el cielo o el mismísimo infierno, porque eso es el amor, entregarlo todo, caminando de su mano o muriendo a sus pies.