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Necesito un golpe con el látigo Necesito algo de sangre en el corte.

Jimin salio y miro a la chica viendo las luces de la iluminada cuidad de Busan. Estaba muy contento por el detalle que tuvo la pelirroja con el techo estrellado.

-Tengo hambre -la pequeña giro y miro fijamente al coreano- no quiero comer solo -camino hacia la casa con la chica siguiéndolo. Ambos comían en la mesa baja sentados en el piso, ella no dejaba de sonreír- ¿algo te parece gracioso?

-no, solo que no me has dado las gracias por hacer todo esto -Jimin rió sarcástico- vamos, ¿apoco no soy buena decorando? -miro como los tonos de rosa y azul combinaban, y aquellas luces en la pared se veían geniales, era demasiado femenino pero muy lindo-

-debo admitir que si, pero la casa rosa, no te lo perdono

-es un color feliz, como yo

-¿como tu? -puso aquella media sonrisa que conocía Happy-

-la señora Choi me puso Happy -Jimin tapo su rostro, la chica sabia que detrás de aquellas manos había una hermosa sonrisa, que no vio, pero estaba satisfecha de hacerlo sonreír, aunque se estuviera burlando de su nuevo nombre-

-así que Happy -seguía burlándose-

-al menos ya no te dirigirás a mi con un "hey", "oye", "tú" -la chica imito la voz del coreano al cual no le causo gracia pero ella estallo en risa, pues le había salido casi igual-

-si, si, que gracioso, Happy -volvió a burlarse, ambos estaban sonriendo mirando su plato casi terminado- mañana me tomare el día libre de buscar trabajo -la chica lo miraba atenta, aquella cara seria volvió- toda la semana recibí un "no" por respuesta, quiero descansar al menos el fin de semana -ella asintió-

-se que encontraras Jimin, confío que así sera -le sonrió calidamente, las mejillas del coreano se ruborizaron-

-yo... voy a dormir -se levanto y cayo en su colcha- ya la extrañaba -dijo mirando a la chica quien limpiaba todo, ella solo sonrío, pues aunque Jimin se acostaba en el suelo, en la madrugada sentía el calor del asiático a un lado de ella, terminaban durmiendo juntos, pero en la mañana era el primero en despertarse, así ella no sospecharía nada, pero ella si lo sabía. La miraba, el vestido caía graciosamente desde sus caderas un poco suelto, le quedaba muy bien, y su rojizo cabello le gustaba. Miro hacia el techo y aquellas estrellas estaban desaparecidas, hasta que apago la luz la chica y se acostó en su nueva colcha, era un edredón rosado, estaban casi juntos, un pequeño espacio los separaba y mirando el hermoso techo iluminado, cayeron dormidos.-


Jimin se despertó, giro hacia su derecha y Happy no estaba, ni su colcha, se sentó algo asustado, hasta que escucho un ruido en el baño, se levanto algo preocupado, abrió la puerta, pero la chica grito y cerro rápidamente.

-¿Pasa algo? -pregunto desde afuera-

-no -dijo dudosa-

-¿que haces ahí adentro con tu colcha? -no recibió respuesta, lo cual preocupo más a Jimin- Happy, si no me dices abriré la puerta de una patada -la chica se alarmo-

-¡no! Yo... la estoy lavando -el coreano no entendía que pasaba-

-¿de que se ensucio? -otra vez no recibió respuesta- voy a abrir -amenazo, Happy abre la puerta lentamente y saca la cabeza, esta algo sonrojada y malhumorada, Jimin estaba cruzado de brazos pidiendo una explicación-

-necesito... un favor

-¿que?

-paso... Lo que le pasa a las chicas una vez al mes -el chico tenia cara de confundido, pues no sabia a que se refería, Happy puso los ojos en blanco molesta- ya sabes... -Jimin negó- ¡me llego el periodo! -grito avergonzada y cerro la puerta, el coreano se sintió un poco incomodo pues, aunque no convivio con chicas los ultimos años, aun recuerda que en la escuela le enseñaron lo que era aquello, y vaya que era algo aterrador para él. La chica volvió a abrir la puerta, no podía mirarlo a los ojos- necesito, necesito que, que vayas a la farmacia y compres -decía tartamuda de la pena que tenía- compres, ya sabes, lo que necesitamos en estos días

-¡no, no, no!, estas loca si piensas que yo... -la chica azoto la puerta enojada, se acerco a su vestido y seguía tallando la mancha roja de el-

-¡eres un insensible! -grito desde adentro-

-¿no puedes ir tú? -la puerta se abrió, la chica estaba furiosa-

-¿como puedes decir esas cosas? ¡claro que no puedo ir! -volvió a cerrar la puerta-

-¿por que? -acto seguido, volvió a abrir la puerta, sus ojos estaban cristalizados-

-¡¿quieres que vaya dejando un rastro de sangre?! -Jimin tapo su rostro con las manos al imaginarse tal escena-

-esta bien -dijo rendido-

-no tienes por que avergonzarte -lo tranquilizo la chica- es algo normal

-¿tu porque estas avergonzada entonces? -pregunto al ver el rubor en las mejillas-

-¡solo ve! -sentencio y cerro la puerta. El chico tomo dinero y salio de la casa, al estar abajo paso por la casa de la señora Choi, de seguro ella podría ir a comprar eso que necesitaba Happy, pero al estar en la puerta, había un letrero grande que decía: ¡Aviso! salida familiar durante el fin de semana, pagar la renta el Lunes a primera hora que vuelva, gracias-

-¡mierda! -susurro enojado, así que bajo los escalones que faltaban y llego a la calle principal, camino una cuadra y llego a la farmacia, al entrar le dio la bienvenida la chica que atendía ahí- lo que faltaba -susurro- que una chica me atienda -camino por los estantes buscando aquel producto femenino, hasta que llego a su destino. Habían demasiadas, no sabia cual elegir, con alitas, sin alitas, grandes, pequeñas, tampones, copas menstruales. Agarro dos paquetes, uno azul y uno rosa, las miraba pero no entendía la diferencia, afuera de la farmacia estaban unas chicas, ya que era demasiado temprano las estudiantes abundaban por aquella calle, donde estaba parado daba a la gran ventada que estaba en la entrada principal, las adolescentes al ver al guapo chico eligiendo aquellos productos, no pudieron evitar pararse y mirarlo, Jimin sintió las miradas y giro, al ver a las chicas sonreír y morir de ternura camino rápidamente al pasillo de enseguida y se agacho avergonzado-

-¿puedo ayudarlo en algo? -pregunto amable la empleada, el coreano volvió a ponerse de pie y negó dudoso, las chicas que estaban afuera habían desaparecido. Salio del lugar avergonzado, llevaba los dos paquetes en una bolsa transparente, sentía las miradas en él aunque nadie lo miraba realmente, al llegar a la parada de autobús vio a aquellas colegialas, quienes sonrieron al verlo, Jimin comenzó a correr hasta llegar a su casa. Toco la puerta del baño, solo salio un brazo pidiendo lo que mando a comprar, el chico le entrega la bolsa y la puerta se vuelve a cerrar. Sale del baño una pequeña en pants grises y un suéter del mismo color, holgado y calientito del coreano, en la mano trae su edredón limpio-

-¡¿quien te presto eso?! -pregunto enojado, la chica dejo caer aquella colcha enojada y se acerco a Jimin-

-no tenia nada holgado, así que la tome

-pero, no puedes tomar mi ropa

-¡tu no sabes lo que es tener esto, no sabes lo que duele, ¡me duelen las...! -ambos se quedaron paralizados, Jimin apenado y Happy con las manos en sus pechos-

-yo... yo voy afuera -dijo el chico saliendo rápido de ahí- .


Llego la tarde, Happy durmió casi toda la mañana, Jimin solo la veía dormir y preparaba el desayuno, el cual comió solo, después la comida, igual comió solo, comenzó a preocuparse por ella, quien por fin despertó.

-Debes tener hambre -la chica negó, comenzó a poner sus tenis blancos- ¿a donde vas?

-quiero salir a caminar -seguía de mal humor-

-es mala idea

-necesito salir -se levanto y entro al baño, Jimin también puso sus tenis y una hoodie negra con capucha. Happy salio del baño, se veía realmente linda, seguía sonrojada, y había peinado su cabello en una cola de caballo - Vamos -ordeno y salio-

-ya no es Happy... -se quejo el chico, extrañaba a la pelirroja que siempre estaba de buen humor y sonriendo- Ahora es Angry...


Begin Again [Park Jimin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora