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No tengo una agenda
Todo lo que hago es pretender estar bien, así que 
no pueden ver que mi corazón esta en la licuadora


La pelirroja y el coreano caminaban por las calles nocturnas de Busan riendo y hablando sobre cualquier cosa que se les ocurría, cosas que les harían discutir en un divertido debate para defender su inteligencia y orgullo, pero aun así para los dos era diversión. Caminaban por una larga avenida llena de autos y personas. Aún estaban lejos de su pequeño hogar, ya que habían caminando tanto, no del tipo de caminata que te deja sin aliento, si no una lenta y relajante donde miraron el atardecer y disfrutaron del viento frío con un poco de brisa, al menos el buen humor de Happy había regresado. 

Caminaron un largo tramo en silencio para nada incomodo, estaban disfrutando realmente de la compañía del otro. La chica miraba a Jimin cuando estaba desprevenido, le gustaba mirar sus carnosos labios y sus hermosos ojos, era un placer y un infierno para ella, ya que solo podía hacer eso, mirarlos, tal vez nunca los tocaría en un beso o una caricia.

-Creo que mañana seguiré consiguiendo trabajo -rompió el silencio Jimin, la chica hace una mueca de desagrado- ¿qué?

-otra vez estaré sola -se quejo tiernamente, el coreano muerde sus labios para no sonreír. Happy noto esto y se sonrojo un poco- es decir, es aburrido no tener a alguien con quien pelear y hacer enojar

-pensé que ya tenías una amiga -se refería a la señora Choi-

-tienes razón, pero no podría ir todos los días a molestarla

-no eres una molestia -ambos se sonrojan, de pronto tantos cumplidos era algo extraño en ellos- a comparación de la señora Choi, es más insoportable que tu -dice algo nervioso, pero Happy no lo nota ya que sintió como alguien caminaba detrás de ellos, era una sensación para nada agradable, miro hacía atrás y estaba aquel hombre que vio en las infinitas escaleras y que fumaba un cigarro mientras la miraba, Jimin noto que la chica estaba un poco alarmada, miro hacía atrás él también y vio a aquél extraño hombre que sonreía y caminaba lento, con las manos metidas en los bolsillos de su suéter negro. El coreano deja de caminar y jala a Happy hacía él en una abrazo, aquel aterrador chico sigue su camino sin mirar atrás. El rostro de Jimin estaba serio, pero cambio al ver el rostro de la chica cerca del suyo, y sus manos abrazándola por la cintura, y ella con los brazos pegados en su pecho, sintiendo el corazón del chico palpitar demasiado rápido, el coreano la suelta, ambos estaban nerviosos-

-¿p-por qué, hiciste eso? -tartamudeo al preguntar-

-lo siento, yo... Solo te agarre para que no cayeras 

-¿caerme? 

-s-si, no viste el escalón -la chica miro hacía la derecha y no vio ninguno-

-pero no hay ningún...

- vamonos, ya es muy tarde -la tomo de la muñeca y comenzó a caminar rápido.-


Llegaron a su hogar, seguían discutiendo si aquel escalón estaba ahí o no, si Happy debía decirle gracias a Jimin o él debía admitir que quería abrazarla, lo cual lo ponía rojo como un tomate. En cuanto llegaron comenzó a llover muy fuerte. Al estar preparados para dormir ambos cayeron cansados en sus camas, pero un quejido despertó alarmando a Jimin. Prendió la lampara pequeña, vio la silueta de Happy retorcerse de dolor.

-¿Qué pasa? -pregunto asustado-

-no es nada -estaba acostada de lado con sus manos aferrándose a su vientre bajo- solo son dolores -volvió a gritar de dolor-

-dime ¿que debo hacer? -pregunto nervioso, levantándose para prender la luz-

-no te preocupes -el chico no sabía que hacer, le dolía más a él verla en ese estado, así que busco en los estantes, si podía encontrar medicina o pastillas, algo que la calmara-

-dime que hago -volvió a preguntar angustiado-

-ya se me pasará -su voz estaba cortada, las lagrimas inundaban sus ojos-

-no -se acerca a ella- no puedes estar así 

-un té 

-¿un té? -se levanta rápidamente y busca bolsitas de té- solo hay de hierbas -se apuro a calentar agua, mientras tanto la miraba preocupado, no dejaba de llorar y quejarse. Cuando el agua estaba lo suficiente caliente la vertió en una taza y puso la bolsita, la habitación se lleno de un cálido aroma a hierbas y se lo acerco, pero no podía levantarse, así que Jimin la ayudo a que tomara un sorbo, pero Happy se quejo de dolor y volvió a la posición que estaba, aferrándose a su vientre, el chico desesperado va a la alacena, donde tenía su dinero, agarra un poco y sale de la casa.-

La lluvia era realmente torrencial, bajaba por las escaleras casi en una cascada, al coreano no le importo y corrió bajando sin cuidado, estaba realmente empapado, al llegar a la calle principal giro en la esquina y llego a la farmacia para comprar medicamento para la pequeña. Happy estaba entre dormida y despierta por tan insoportable dolor, pero no solo era el vientre, la cabeza le retumbaba como si su cerebro quisiera salir. Entonces como si de un sueño se tratara, vio aquél chico extraño, el de las escaleras y que horas atrás caminaba detrás de ellos. Sintió tristeza, como si le acabaran de romper el corazón, las lagrimas caían de su rostro en un llanto inconsolable, sentía como si alguien la hubiera traicionado, y sintió mucho enojo. Y de pronto estaba en un parque, y aquel chico estaba también ahí, tenia una maleta roja en la mano corriendo, como si escapara de ella, y Happy tratando de alcanzarlo. Se despertó de golpe, se sentó asustada, estaba la luz prendida pero Jimin no estaba, ¿que acababa de soñar? ¿o acaso fue un recuerdo? Sintió gotear algo de su nariz, era sangre. La puerta se abrió de golpe dejando escuchar la torrencial lluvia, y al chico empapado con una bolsa en sus manos, se acerca a Happy asustado por ver a la chica llorar y por la sangre en su nariz la cual quita delicadamente.

-¿Qué paso? -su rostro dejaba notar la angustia que tenía, su dedo pulgar pasaba lentamente por encima de los labios de la pelirroja para seguir quitando la sangre. Esperaba la respuesta mientras su cabello goteaba y temblaba de frió-

-creo que... Recordé algo.

Begin Again [Park Jimin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora