Fase 3

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Yu-Gi-Oh! no es de pertenencia si lo fuera ninguna de las escenas altamente canons hubiera sido censurada y muy posiblemente se habría quedado con el concepto original.

Advertencia: Esto es tras la partida de Yami aunque no está del todo ceñido al canon. Si no te gusta el Angst o eres de corazón sensible por favor retirarse.

Sin más que decir espero lo disfruten.

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Negociación

Unos días después de la explosión airada de Yugi su amigo Tristán lo encontró tras la escuela llorando abrazando sus piernas. A sus pies el rompecabezas del milenio y algunas fotografías que tenían el sello de la empresa de Kaiba lo que le hizo suponer de inmediato que se las había entregado antes de borrar cualquier rastro de lo sucedido en la competición.

Tristán se sienta en silencio a su lado y suspira abrazándolo por los hombros.

—Yugi —dice en voz baja acariciando su espalda. —¿Qué pasa amigo?

—Yo... Yo intenté armar el rompecabezas para... hacerle volver —dice llorando en su hombro abrazándolo fuerte.

—Oh Yugi —suspira y palmea su cabeza—. Él no va a volver.

—Yo... debí... si hubiera... si hubiera hecho algo... Yami aún estaría aquí conmigo.

Tristán suspira y lo deja llorar y balbucear incoherencias de cómo pudo haber evitado lo inevitable. Lo que daría porque Yami volviera, que debió encontrar una forma de que se quedara, de lo mucho que lo extrañaba. Le permite lamentarse por lo sucedido y por todo lo que no hizo. Cuando está más tranquilo le relata lo mejor que pasó sólo con Yami; Tristán agradece escucharle reír cuando le cuenta situaciones que sólo habían compartido ambos susurradas contra su pecho como si fuera un secreto.

Se quedan ahí por un largo tiempo hasta que Tristán ya no escucha más que los suaves suspiros de un agotado y totalmente dormido Yugi apoyado en su pecho con lágrimas secas cubriendo su rostro y manchando su camisa. Acaricia la mejilla del menor y suspira con suavidad esperando pronto volver a ver al sonriente Yugi de siempre.

 Acaricia la mejilla del menor y suspira con suavidad esperando pronto volver a ver al sonriente Yugi de siempre

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