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- No bromees con eso Simón, se que es mi hijo

- No tengo porque bromear solo repito lo que Clary le dijo a Jocelyn

Jace empezo a gritar molesto por la mentira dicha y Simón lo ignoro no queria irse de la lengua, volteo hacia Isabelle y le pidió salir quería hablar con ella sobre lo sucedido el día que Alec fue detenido por los nefilim.

- Para eso estamos reunidos Simón les diré todo lo que recuerdo.

Tomo la mano de su novio y empezó su relato, yo fui a Alacante un mes antes de que Alec y Clary desaparecieran, me presente ante el concejo y acuse a mi hermano de traición, no tenía pruebas pero a ellos les bastó con mi palabra. En ese entonces Alec estaba de misión en Brasil y Magnus estaba en la India asistiendo a un reunión de grandes brujos.

Ellos fueron por Alexander y lo trajeron a rastras, lo encadenaron como al peor de los delincuentes, cuando el me vio pidió mi ayuda pero no se la di y los ancianos se burlaron de él diciendole que fui yo quien lo denunció. Aún lo recuerdo la ultima mirada que me dio estaba llena de dolor, recuerdo como desde ese momento dejo de mirarme no dijo nada a nadie y permaneció en silencio, pensativo, mientras le hacían preguntas, hasta que se levantó y dijo que era inocente, que era mentira el jamás traicionaría a sus camaradas.

Los largos minutos que permaneció en silencio lo tomaron como una confesión, no era asi, lo hizo por mi, porque si se defendía y yo quedaba como una mentirosa me castigarian a mi, no lo entendí en aquel momento, como esos ancianos pensé que era culpable, hasta que empezaron con la tortura, lo golpearon una y otra vez pero aún gritaba que era inocente, lo flagelaron y luego lo quemaron, al último uno de ellos dijo que fueran por el brujo refiriendose a Magnus, mientras otro me tomo a mi, me lanzaron al suelo diciendo que al ser su hermana de seguro era su cómplice, eso lo asusto y se inculpo, lo hizo para que Magnus no sufriera el mismo martirio que él, lo hizo para que a mi no me lastimaran, supliqué que se detuvieran pero no me hicieron caso, dos hermanos silenciosos llegaron iban a arrancarle las runas así que corrí buscando a papá pero él no estaba, luego fui a ver a la cónsul, Jia fue conmigo, ella detuvo todo.

Se llevaron a mi hermano a una celda mientras Jia avisaba a mi padre. Tres días vi como mataban a mi hermano de hambre y sed, ni siquiera curaron sus heridas, al cuarto día lo soltaron no había pruebas más que mi acusación, esos viejos, esos malditos solo querían deshacerse de él, querían matarlo por ser gay, era una manera de darles una lección, era su manera de decirles a todos que iban a morir si deshonraban a la comunidad nefilim con su inclinación sexual o con su elección de pareja. Alec no sólo era gay también había elegido a un brujo, a un submundo como su pareja, jamás en nuestra historia había pasado aquello, jamás hasta ahora y esos viejos tradicionalistas estaban asustados de que otros nefilim siguieran su ejemplo.

Desde ese día, él no volvió a mirarme, no volvió a hablarme y por más que intentó recordar como es que terminé acusándolo ante el concejo no puedo, lo último que recuerdo es estar paseando con Simón festejando nuestro aniversario y luego estar parada frente a esos viejos acusándolo de traición, aunque intentaba detenerme, aunque quería cerrar mi boca no podía, cuando veía como lo torturaban deseaba protegerlo con mi cuerpo pero no podía moverme hasta que se inculpó y supe que lo matarían, solo ahí se movió mi cuerpo.

Por favor créanme, estoy diciendo la verdad, Magnus por favor perdóname debí decírtelo pero él me lo prohibió, me dijo que no me metiera en sus vidas o me mataría con sus propias manos, yo no quería que me odiara más así que cayé.

Todos estaban en silencio sin saber si creerle o no.  

Tuyo... Mio... NuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora