¿A quien pertenece el libro?

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El tiempo había pasado rápidamente, pronto los días se convirtieron en semanas y luego meses. No había descanso para los pocos nefilim sobrevivientes. Después de la guerra grupos de subterráneos inconformes con las alianzas empezaron a generar el caos en diferentes ciudades.

Clanes de vampiros y hombres lobo se peleaban por territorio, brujos empezaron a usar magia prohibida y mundanos empezaron a desaparecer, los nefilim al haber tenido muchas bajas después de la guerra, poco podían hacer para detenerlos, muchos institutos habían sido cerrados ante la falta de guerreros que lo custodiaran y solo en Nueva York parecía haber paz.

Lily y Maia se encargaban de mantener el orden ante la ausencia de la familia Lightwood y de vez en cuando viajaban a otras ciudades donde formaban alianzas con otros clanes.

Ellas estaban de regreso en casa cuando un pedido de la clave llegó, debían de acompañar a uno de los nefilim a Ecuador, el Instituto de Quito era uno de los pocos que aún se mantenía en funciones.

Se llevaron una grata sorpresa cuando vieron a quien debían de acompañar, el viaje fue rápido gracias a Catarina, ella abrió un portal y cuando llegaron tuvieron que ayudar a un grupo de jóvenes nefilim por no decir niños que estaban a punto de ser asesinados por un grupo diverso de subterráneos.

Las espadas seraficas brillaban al ser llamadas, los blancos colmillos de Lily buscaban encajarse en algunos hombre lobo mientras Maia usaba sus garras para destrozar a una selie, después de varios minutos lograron vencer a sus adversarios.

Gracias por su ayuda

No tienen que agradecer, nosotros deberíamos de haber llegado antes.

Después de que Catarina curara las heridas de los nefilim se regreso a casa llevándose a Maia y dos guerreros nefilim con ella, ambas tenían obligaciones, sobre todo Catarina, ella tenía a un viejo brujo que cuidar.

En horas de la noche un nefilim no podía conciliar el sueño así que salió rumbo a la biblioteca y se encontró ahí a una jovencita que estaba leyendo un libro, ella se veía muy tímida, pero apenas se dio cuenta que él era un ávido lector no pudo aguantarse la emoción de comentarle sobre el libro que estaba leyendo.

Ella se retiró un hora después pero le dejo su libro diciéndole que le iba a gustar. No tenía interés en la literatura moderna, menos si era de fantasía pero el libro se abrió misteriosamente sin haber ninguna corriente de aire, lo tomó entre sus manos y empezó a ojearlo en las páginas centrales sin prestarle mucha atención, hasta que...

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Cinco años después Isabelle estaba frente a una de las torres, cada día, desde aquella vez, iba a ella para sentirse cerca de su fallecido prometido, ya no usaba provocadores vestidos, sino una especie de túnica blanca signo de luto para los nefilim, el maquillaje había quedado en el olvido y los zapatos de tacón alto habían sido reemplazadas por zapatillas bajas. A Isabelle no se le permitió volver a ejercer como nefilim, ella ya no era la misma luego de aquel día y su padre temeroso de perderla lo había prohibido.

Ella recordaba aquel día en sus pesadillas, apenas llegó a Alacante corrió por las calles luchando contra demonios y submundo que se interponian en su camino, estaba preocupada por su familia y también por su novio, corría a toda velocidad mientras su látigo hacia caer a sus enemigos y lo escuchó, el viento trajo hacia ella un susurro un "Adiós mi amor, no olvides que te amo Izzy", se desespero y corrió más rápido buscando en dirección de donde provino aquella voz y lo vio a lo lejos, Simón estaba herido, sus muñecas sangrantes a causa de un demonio que se divertía torturandolo, corrió más rápido y vio cuando Lily intervenía y lo salvaba de que lo atravesará con sus garras, lo vio arrastrarse hasta la destruida torre y ahí lo vio cerrar sus ojos mientras una luz lo envolvía, segundos después todo había pasado la imponente torre estaba de vuelta pero Simón no, en ese momento un grito de dolor salió desde lo profundo de su ser y estuvo a punto de ser asesinada mientras caía de rodillas pero Maia la salvó recibiendo el ataque dirigido hacia ella, Lily saltó mostrando sus colmillos y las protegió a ambas y luego las saco de ahí.

—No puedo más, cada día duele más, te extraño Simón... —lágrimas caían como ríos por sus mejillas, ultimamante pensaba en acabar con su vida y cuando saco una daga oculta entre su túnica escucho una voz

No te atrevas Isabelle Lightwood

Levantó la vista buscando a quien le había hablado y lo vio, era él, estaba frente a ella, preocupación y decepción en el rostro del nefilim fue lo que vio, sus labios se abrieron pero no salía sonido alguno y mientras la daga caía de su mano, Simón también lo hizo.

Isabelle se levantó presurosa y corrió hacia él, no sabía si estaba soñando pero poco le importó, si había perdido la razón entonces bienvenida sea la locura si con ello podía sostener una vez más al hombre que amaba...
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No podía creerlo ¿Quién había escrito aquellas letras? No solo los nombres sino hasta el apellido, era fantasía pues aquello que narraba el libro no había sucedido, pero necesitaba leer más, necesitaba saber quién lo había escrito.

Ojeo rápidamente y se dio cuenta que era como un guión, tal vez un diario, no sabía cómo describirlo, no había nombre del autor pero si un seudónimo.

CALEM

Cinco letras ocupando una hoja entera, no entendía que significaba. ¿A quien pertenecia el libro? ¿Quién era el mundano que había escrito con tanta precisión la pérdida de Isabelle Lightwood?
El sabía de ello porque fue ella quien se lo contó, pero se supone que solo los miembros más cercanos a la familia estaban enterados. ¿Quién más además de ellos sabía?































Todos los párrafos en líneas cursivas es el libro que el nefilim está leyendo.

Tuyo... Mio... NuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora