CAPITULO 12: EL PAIS DE ASLAN

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- Dejalo, Lu... - Pidio Eustace a su prima pues aunque el no supiera lo que era perder al amor de tu vida, imaginaba como era

- Pero él... -

- No, Lu... Déjalo, debe dejarlo salir -

Una mano se coloco en la mejilla de Edmund, limpiándole las lagrimas que salían y obligandole a abrir los ojos

- ¿Por qué lloras? - Pregunto Anya debilmente mientras sorprendia a todos, Edmund la miro fijamente y sin importarle que Aslan estuviera frente a ellos estampo sus labios con los de su esposa

Su beso era brusco, apasionado y lleno de necesidad, la morena aferraba sus manos a él aún sin entender que era lo que estaba sucediendo, cuando se separaron Edmund la sento en el suelo y se arrodillo frente a ella tomando su cara

- Nunca... En tu vida, se te ocurra volver a hacer algo como eso, Anya Pevensie -

- ¿De qué hablas? - 

- ¿Qué de que habla? ¿De qué habla? !Estuviste muerta, estabas muerta, no tenias pulso¡ - Chillaba Hailey llorando mientras le daba golpes a su prima quien solo podía quejarse

Fue entonces que la morena abrio sus ojos como platos y miro hacia abajo, para luego girarse hacia Aslan con sus ojos comenzando a llenarse de lagrimas

- Todo esta bien, mi niña... En orden y en su lugar - 

La morena sonrio y comenzo a sollozar mientras corria a abrazar a Aslan y le agradecia desde el fondo de su corazón, ante la extraña mirada de todos los presentes

- Aslan, ¿Qué sucedió? No volveremos a casa porque no hemos logrado salvar Narnia, ¿verdad? -

- No, Lucy, no es eso... Ustedes no pueden volver porque en aquel mundo, en su mundo, ustedes ya no están -

- ¿A qué te refiere, Aslan? -

- ¿Morimos? - Secundo Anya a su prima mirando a Aslan sin entender - Pero tu has dicho... -

- El que hayan muerto no significa que no tienen otra oportunidad para ser feliz -

- ¿Qué sucederá con Narnia, mi señor? - Pregunto Tirian con la cabeza gacha pues temía que fuera su culpa

- El que ustedes conocían, aquel mundo en el que ustedes reinaron, no era el verdadero Narnia, es mi país el único y verdadero  aquel del cual ustedes también son sus reyes, aquí encontraran a todos aquellos que fueron dignos y puros de corazón -

- Eso quiere decir que... -

- Así es mi querida Lucy, hay gente esperando verte - 

Tras decir esto la pecosa Pevensie no pudo aguantar más y salió corriendo ante la mirada de todos, seguida de una Anya cuyos ojos comenzaron a llenarse de lagrimas, los chicos se miraron sin entender pero corrieron tras ellas

- !Señor Tumnus¡ - Chilló Lucy lanzándose a los brazos del fauno que la recibió con una gran sonrisa - !Oh, mi señor Tumnus¡ -

- Lucy Pevensie, has crecido demasiado -

Anya se detuvo mirando la escena con una gran sonrisa, deseaba ver al fauno Tumnus pero también a aquel centauro Orion pues la habían protegido con valentía y honor, pero sobre todo buscaba a ese chico de cabellos largos azabache que tanto le había amado

- Anya... - La morena quedo fría en su lugar mientras se giraba, Edmund abrió los ojos como platos y sonrió abiertamente

-¿James?... James... !James¡ - 

Ahi estaba, el rubio hermano de Anya tan diferente a ella, alto, rubio, de ojos verdes y sonrisa picara, sin embargo ambos de gran corazón, la morena esconda su rostro en el cuello de su hermano mientras dejaba que las lagrimas se deslizaran por tus mejillas, ajustando su agarre a su hermano 

Narnia - La Última BatallaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora