CAPITULO 7:A MOMENTOS DE PARTIR

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- Creo que debería ir con Tirian... Tía Polly tiene razón, necesitan a uno de nosotros con ellos - 

- No, el plan ya esta hecho y no es como que Jill y Eustace no se sepan defender, a parte Tirian es quien debe entrar por su unicornio -

- Su unicornio se llama Alhaja, y si quiero me voy con ellos, no eres mi jefe - Replico Anya a su esposo mirándole molesta y con los brazos en jarras

- De hecho, soy quien lleva el mando, Tirian me pidió a mi el plan por lo que se hace como yo diga -

- Antes que otra cosa soy tu esposa, no un objeto por lo que tengo derecho a replicar - El pecoso le ignoro mientras limpiaba la espada que Tirian le había dado - No me ignores -

- ¿Qué esperas que haga? Ya dije cual era el plan y se llevara a cabo como YO quiera -

- Edmund Pevensie a mi no me hables así - 

- !Pues deja de actuar como una chiflada¡ - 

- ¿Yo? !Deja de actuar como si lo supieras todo¡ -

- !Claro¡ !Como siempre tengo que asumir la culpa¡ - Los chicos se miraban molestos, Edmund ya había dejado en el piso la espada y le miraba fijamente, sus gritos se escuchaban por todo Cair Paravel y sus compañeros estaban muy sorprendidos pues nunca les habían escuchado discutir

- !Pues siempre la tienes¡ !Nunca sabes escoger las palabras, no sabes actuar¡ -

- !Y tu no sabes comportarte como una mujer casada¡ -

- ¿En serio? !Entonces debiste casarte con alguien más¡ - Grito Anya dolida pero sin dejar que Edmund le ganara

- !Claro que debí, pero me tienes como tonto enamorado de ti¡ -

- !Pues no salgas con quejas, mi persona MI temperamento¡ -

- !Anya Pevensie, te quiero proteger¡ -

- !Me se cuidar sola¡ -  Chilló Anya con lágrimas agrupándose en sus ojos al igual que Edmund quien ya no pudo más y bajo la cabeza

- Eres mi esposa... Y te amo, no puedo dejar que te hagan daño -

- Ed... - La morena no pudo hablar pues un nudo se formo en su garganta al ver a Edmund de esa manera frente a ella - Lo siento, siempre sucede algo malo cuando nos separamos, es solo que... -

- Lo sé... También lo siento, siempre buscas proteger a los demás pero estoy seguro de que se podrán cuidar, pensé en todas y cada una de las probabilidades de que algo salga mal -

- Sé que fue así... No debí desconfiar de ti -

- Siento haberte gritado, no te mereces nada de eso y las cosas que dije, estuvieron mal, lo siento -

- Yo también lo siento... No debí reaccionar, no de esa manera -

Edmund se acerco a su esposa y la envolvió en sus brazos con un sentimiento de culpa que no lo dejaba en paz, le había dicho cosas horribles a Anya, ni siquiera de niño le había dicho cosas así, la azabache aferro sus manos a la espalda de su esposo y sin querer unas cuantas lagrimas salieron de sus ojos

- Te amo, Anya... Y te prometo que siempre será así -

- En la salud y en la enfermedad -

- Hasta que la muerte nos separe... E incluso más allá - Completo Edmund después de que la chica lo secundara, ambos se miraron con una sonrisa y comenzaron a reír mientras el pecoso borraba los rastros de lagrimas en las mejillas de la morena 

Juntaron sus labios en una danza llena de necesidad, amor y pasión; ninguno de los dos sabia si ese sería su última vez juntos pues tampoco sabían si saldrían vivos de esta nueva guerra, así que sin perder más tiempo con peleas tontas, optaron por pasar sus últimos momentos entregándose en cuerpo y alma...

OoOoO OoOoO

A la hora de la cena, momentos antes de que todos partieran a sus respectivos planes, el silencio en el comedor era algo estresante pues nadie deseaba hablar, temiendo que Edmund y Anya volvieran a discutir y es que nadie sabia que había sucedido después de aquella explosiva y acalorada discusión 

- Lo sentimos, supongo que todos escucharon que tuvimos una discusión así que... -

- Una muy ruidosa discusión - Dijeron Jill y Lucy al mismo tiempo sin ningún humor en sus voces y mirando fijamente su plato

- Lo que Edmund quiere decir, es que realmente sentimos que tuvieran que escucharnos... - Dijo Anya tomando la mano de su esposo y dándole esa sonrisa de apoyo que hacía sentir bien al azabache, Tirian vio el brillo en los ojos de la chica y no pudo estar más de acuerdo en que ellos realmente de amaban

- No se preocupen... Así es el matrimonio, con altas y bajas - Dijo Digory sonriéndoles porque a final de cuentas quienes eran ellos para jugarles cuando sabían bien que estaban poniendo mucho en juego

- Hagamos un brindis, por el amor... - Dijo Tirian mirando a Edmund y Anya - Por la esperanza - Dijo esta vez mirando a Lucy quien le sonrió sonrojada - Y por Narnia... Porque mañana a esta hora, por fin sea liberada -

Los presentes alzaron sus copas, Anya y Edmund seguían tomados de la mano, Peter y Hailey se miraron y tomaron sus manos entrelazando sus dedos, Digory le guiño el ojo a Polly sonrojándola como nunca, Eustace y Jill tocaban sus dedos por debajo de la mesa pues aun no estaban listos para que todos supieran realmente que estaban saliendo y por último, Tirian y Lucy que a pesar de estar extremadamente alejados el uno del otro, compartieron una mirada que significo lo suficiente para ellos 

Una vez terminada la cena, subieron a sus habitaciones, era momento de prepararse, era momento de partir hacia lo que determinaría el destino de Narnia 

- ¿Lista? - Pregunto Edmund mientras Anya le acomodaba la armadura

- Contigo... Siempre - 

- Hailey, quédate cerca de mí, el que Tirian te haya dado tu varita no significa que no vayas a tener que usar tu espada -

- Lo se, cariño... Todo saldrá bien - Dijo la pelirroja a su preocupado esposo corriendo a abrazarlo 

- Todo saldrá bien, Digory... Son muchachos fuertes y astutos, saben lo que hacen -

- Lo sé, Polly... Es solo que me siento como... -

- Eres muy útil, Digory... Y te necesitan, yo te necesito, así que termina de prepararte, tenemos que servir a Narnia - Le interrumpió la rubia para después besar sus labios y salir de la habitación del cobrizo quien la vio irse con una sonrisa torcida 

- Tienes que prometer que no harás nada atrevido -

- Entonces no habrá diversión - 

- Hablo enserio, Jill - Le reprendió Eustace a la casi rubia cuando la escucho canturrear 

- Yo también - Jill le miro con una sonrisa y sin más miedos o vergüenzas dejo un beso en los labios del rubio que le fue correspondido

Lucy se miraba en el espejo, deseaba que Aslan viniera en su ayuda pues sabía que quien fuera el falso Aslan solo buscaba dañar a su preciado Narnia, tocaron la puerta y la chica se giro a ver, por esta apareció Polly Plummer

- Solo faltas tu, cariño -

- Ahora bajo - la chica tomo el arco de su hermana Susan  y salió pisándole los talones a su tía, al llegar abajo Tirian les estaba dado a cada quien sus caballos, por el momento Jill compartiría con Eustace, solo en lo que Tirian rescataba a Alhaja

- Gracias - Dijo Lucy cuando el Rey le entrego un hermoso caballo café con una mancha blanca en su cabeza, sus manos se rozaron y la castaña sonrió subiendo al caballo, Tirian rápidamente tomo su mano llamándole la atención 

- !Lucy¡ Yo... -

- No, no lo digas -

- Oh... Lo siento creí que... -

- No es eso... Prefiero que lo digas una vez que hayamos liberado a Narnia - Le interrumpió por segunda vez, esta vez con una enorme sonrisa que le dio esperanza al castaño - Deberías llevarte esto -

- No, no... Es momento de que lo tengas -

- Bien, lo usare si te necesito - Dijo Lucy guardando el cuerno de su hermana y comenzando a cabalgar juntos a sus hermanos y el ejercito narniano...

Narnia - La Última BatallaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora