¡Déjame con mi virginidad! ©

Prólogo

— ¡Demonios Maia vas a cumplir los 17! — grite exaltada, está aparta la rasuradora de su cara y lleva sus manos a su cintura.

— Lo sé, lo sé — Sonríe y me mira picara. —Siento que será un año de cambios para mí—

—¿Por qué? ¿Te dejará de crecer el bigote?— pregunté burlona

Esta me mira molesta y me manda un estuche atrás, río a carcajadas y tomo mi teléfono viendo un mensaje de un grupo en el cual al parecer me entraron.

—Oye, mira esto— Maia se acerca a mí y mira hacia la pantalla.

—¿Qué veo? Que estás en un grupo— se encoge de hombros.

—No pendeja, el nombre del grupo— está miró y leyó en voz alta 2000 dólares a la más virgen entré al mensaje el cual habían unas 10 personas más.

Hola este es el reto más esperado, si eres virgen, felicidades, este es tu lugar, si estas aquí, es porque consideramos que eres perfecta para entrar, consiste en que permanezcas virgen durante un año y te podrás ganar 2000 dólares, pero claro, si eres virgen es porque no tienes con quien coger hahahah. Bueno, lo siento, seguía, tendrás que vivir en uno de mis apartamentos con un chico apuesto y si este logra robarte la virginidad pierdes el dinero, y bien, ¡Que empiecen los juegos del hambre!

Reí a carcajada al igual que Maia.

—¿Qué pendejada es esta?— pregunta Maia con sorna. —Tienes tan cara de virgen que estás en ese grupo— vuelve a reír.

Levanté una ceja y vi entre los integrantes el número de mi amiga.

—También estás, así que cállate— me crucé de brazos —¿Y bien? ¿Le entramos?— pregunté.

—¿2000 mil dólares y un viaje a Disney? Claro!— grita.

—Entonces sí, pero no iremos a Disney — esta me mira molesta pero asiente.

Vaya concurso, creo que está pan comido para alguien como yo, y más para Maia, que es muy dura, esos chicos tendrán que hablar con el diablo para hacernos caer, si no es así, no será, o eso pienso.

•Priisam•