Casa abandonada

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Seguro que todos hemos tenido sueños extraños. Hemos soñado con personas de tres ojos, muertos que nos atacaban, muertes de personas queridas, sollozos de amargura e incluso de lujuria. Llamadme loca con esto último. Yo también soñé que me precipitaba al vacío y los que saben, lo explican como algo biológico para evitar que muramos. Me suena irónico incluso. A veces también soñamos con cosas muy lindas. Soñamos y no queremos despertar porque lo que hay ahí dentro es mucho mejor que la realidad tras abrir los ojos. Por ello digo que me suena irónico. ¿Por qué hace que despertemos cuando a veces no queremos ni hacerlo?. Cada mañana queremos esos cinco minutitos más, queremos continuar aunque no estemos soñando. Sigo sin entender entonces.
Hoy soñé con algo extraño. Soñé con una maldita casa abandonada que ya vi hace mucho tiempo(en aquel entonces me acompañaba una persona que repite y otra que no lo ha hecho). Es muy grande, en una calle desierta, hay arena y un perro como estatua en la cancela. Tiene la cabeza rota. No quiero entrar pero mis piernas no se detienen. La persona que me acompaña sonríe y yo me doy cuenta que sonrío también, me siento segura, pero aún con miedo. Entramos. Hay un piano con una sábana que solo cubre parte de él. Las telarañas reinan por todas partes con gotas de rocío, todo muy extraño. Polvo. Encuentro un candelabro encendido y no entiendo porqué, se supone que nadie vive ahí. Quiero llorar. Polvo. Hay muchas habitaciones a los lados y unas escaleras enormes en mitad de la sala que se dividen en dos caminos. Mucho miedo. Quiero llorar, pero no lo hago. Sigo sonriendo. Entro en una de las habitaciones de la parte baja. Hay una cocina. Polvo. Esta persona me coge de la mano y me lleva por las escaleras grandes, me dice que me ha llevado allí para que se me quite el miedo. ¿Qué miedo?. Me siento extraña pero fuerte. Cogemos el camino de la izquierda y entramos en una enorme habitación preciosa. No hay polvo. Las sábanas que hay encima de la cama me resultan muy familiares, muchísimo. Vuelve a repetir: se te tiene que quitar el miedo. No entiendo nada enserio. Miro por la ventana y la calle sigue igual. Parece que la nube de arena se ha comido completamente la calle solo se ve esta casa y la de enfrente que parece el reflejo de esta. También tiene la estatua de un perro pero esa no tiene la cabeza rota. Cuando me giro la persona que me acompaña está desnuda y me doy cuenta que yo también. Vamos al baño. Me resulta realmente familiar. Coge la ducha y comienza a llenar la bañera y con esta cogida en la mano me repite: quítate el miedo de una vez, confía en mi. Pero yo no entro en la bañera. Siento mucho frío. La persona que me acompaña de repente empieza a desvanecerse pero no puedo moverme. Sigue sonriendo y repitiendo las mismas palabras. Alguien quiere entrar a la habitación...
Una telaraña que no me deja escapar con gotas de rocío que resbalan por mi cuerpo. Miedo. Polvo. Una melodía. Me despierto. Fin.

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