Memorias

6 2 1
                                    



Después de limpiar mi obra matutina todo queda a la perfección, sin contar que Raúl ya no tiene cama, ni yo ropa limpia.

Aún después de que me he tardado tanto, el testarudo no llega. Por favor solo díganme que no tendré que ir a buscarlo a él igual... no me gusta esto de buscar sin hacerlo siquiera.

Tengo hambre así que reviso la nevera, la cual, siendo de esperarse está casi vacía. Tomo la manzana que queda, la paso por el agua para quitarle todo monstruo que quiera comerse mi estómago... Sonrío al recordarlo. Así es como mi padre me ponía la explicación universal más divertida, así es como me gustaba aprender. Siempre ha hecho tantas cosas por mí ¿por qué no me he dado cuenta? ¿Por qué me habré vendado los ojos ante lo maravilloso que es tenerlo? Él está para mí, siguió, aún con un caído, eso no lo detuvo. Sabía como hacer de un día el mejor del día, es decir, todos los días los hacía magníficos. Él, ese pequeño anciano tratando de sacarme una carcajada con cada tontería. Él, sólo él lo lograba, sonrío ante lo tonto que sonó, pero apuesto que solo él podía lograrlo. Me decía: -Querrás ser mi mejor amiga, pequeña rata gorda. Y tenía tanta razón (soy una rata gorda). Él es mi mejor amigo sobre todos los amigos que puedo tener. No puedo evitar soltar una carcajada ante eso, pero esas risas están acompañadas de lágrimas, lágrimas que llevan tiempo queriendo salir y demostrar el significado de lo que es mi padre. La intensidad de ellas es mucha, más de lo que jamás habría imaginado, y no es que yo sea una cascada, es que me duele que salgan, es que en mi corazón algo pasa, siento como escavan para dejarme un agujero permanente, pero no permitiré que sea así. Mi mayor, mi abuelo, mi tío, mi familia, él la representa en total. Él está para mi, él estuvo y él estará. No dejaré que mi inexperiencia en el exterior se interponga. Lo amo.

La tristeza es un muro entre dos jardines.

Ella no puede invadirme, ella es frágil y tan poderosa, yo soy frágil... somos tan iguales.    

La luna bajo el solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora