IV.V ENTRAN LA REINA Y HORACIO.
REINA
No quiero hablar con ella.
HORACIO
Insiste en veros, desvaría. Su estado da pena.
REINA
¿Qué quiere?
HORACIO
Habla mucho de su padre, de las trampas
de este mundo; balbucea y se da
golpes de pecho; se ofende por minucias;
habla sin concierto. Lo que dice es absurdo,
mas lleva a quien la oye a interpretar
su incoherencia. Se hacen conjeturas;
amoldan a su idea las palabras que juntan,
las cuales, a juzgar por los gestos y los guiños,
darían pie a sospechas que, aun siendo
infundadas, serían maliciosas.
REINA
Habrá que hablar con ella, no sea que siembre
dudas peligrosas en mentes malévolas.
Hazla pasar.
[HORACIO se dirige a la puerta.]
[Aparte] En mi alma enferma, pues vive en pecado,
cualquier nadería predice un gran daño.
La culpa no sabe fingir su recelo
y al fin se traiciona queriendo esconderlo.
Entra OFELIA tocando un laúd, con el pelo suelto y cantando.
OFELIA
¿Dónde está la hermosa majestad de Dinamarca?
REINA
¿Qué ocurre, Ofelia?
OFELIA [canta]
¿Cómo conoceré a tu amor
entre los demás?
Con venera y con bordón
y sandalias va.
REINA
¡Ah, pobre Ofelia! ¿A qué viene esa canción?
OFELIA
¿Decíais? Atended, os lo ruego.
[Canta] Ya murió, señora, y se fue,
ya murió y se fue:
césped a su cabecera
y piedra a sus pies.
REINA
Pero, Ofelia...
OFELIA
Atended, os lo ruego.
[Canta] Su mortaja, blanquísima...
Entra el REY.
REINA
¡Ah, mírala, esposo!
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HAMLET
ClassicsHamlet, la obra más conocida de Shakespeare, es en realidad una pieza llena de lagunas e indefiniciones. Una obra enigmática y misteriosa, en la que cada personaje es un artista de la simulación. El propio Hamlet es un ser en continua transformació...