-Justin, ¡deja de hacer eso! Harás que corra de aquí y finja no conocerte –Reímos.
Él estaba aventando pequeñas bolitas de papel por un popote. Me gustaba cuando era maduro, pero siendo sinceras, si no hubiera un lado inmaduro de él, me aburriría por completo. Mire hacia otro lado porque un señor volteo de donde había venido la bolita de papel y Justin fingió recoger algo del piso.
-Nos meterás en problemas -río.
-No importa ¿qué nos pueden hacer? ¿Regañarnos? -
El chico tenía razón. Mi celular vibra y es un número desconocido, era raro que me llamen. Pulso a contestar y una voz fría y conocida habló.
-Tu novio se ha acostado con unas cuantas putas.
-No sé quién seas, pero no vuelvas a hablar a mi celular, por favor -. Dije.
-¿No me crees? Tengo pruebas, preciosa, él no es quién tú crees.
-Y yo creo que tú eres un idiota al estar haciendo esto.
-¿Idiota? ¿Haz olvidado que te has acostado conmigo? Creí que eras más inteligente que eso, Caroline. –Escupió cada una de las palabras.
-Ryan... -susurro.
-Hago esto porque te quiero, preciosa. Él no te ama, el sólo te está utilizando -.
Cuelga y unos segundos después llega un mensaje con fotos de Justin desnudo con otras chicas, en el cuarto. Él no pudo haber hecho eso, he estado con él ayer y todo el día de hoy.
-¿Cariño? ¿Pasa algo? -Justin me miraba preocupado, sin pensarlo dos veces le enseñé el celular con las imágenes, esperaba un 'ignora eso' 'sabes que yo he estado contigo estos días' 'te quiero' pero sólo contesto con un desesperado 'Yo te lo puedo explicar' entonces todo esto era cierto, me había mentido, me había utilizado. Agarro mis cosas e intento irme pero él me detiene, me agarra de mi codo, no lo quiero ni mirar.
-¡Escúchame, Caroline! La gente que estaba alrededor nos miraba.
-Suéltame, Justin.
-¡No dejare que te vayas hasta que me escuches!
-Suéltame, idiota -sollocé-.
-Dijo que la soltarás, Justin. -Ryan estaba detrás de mí. Mis lágrimas empezaron a salir por las que las evitara, esto era ridículo.
-¿Qué haces aquí? -pregunta Justin.
-Protegiéndola de ti ¿qué no vez? Ahora suéltala.
-Fuiste tú… ¿Qué has hecho, Ryan?
-La verdad –El primo de Justin alza los hombros.
-¿Cuál verdad?
-¿De qué mierda estás hablado?
-¡No quiero saber nada! -grito con desesperación.
-¡Mírame, Caroline! Eso fue hace tiempo ¿tú crees que yo intentaría hacerte daño? -dijo Justin.
-No le hagas caso, mi primo es un mentiroso, preciosa. –Contesta Ryan en contra de Justin-
-Te quiero, Caroline. En verdad te quiero y no creí que desconfiaras de mí.
-¿Qué pensarías sí te mostraran una foto mía desnuda con hombres, eh? -le pregunto-
-Te preguntaría si eso fue hace tiempo. Intentaría calmarme.
En parte tal vez él tenga razón, puede de que la tenga.
-Él solo te está utilizando -Ryan parecía la mente negativa que intentaba ignorar, pero por más que tratara, más alto hablaba.
-¡Tu cállate hijo de puta! -explotó el oji miel -Se cuánto la deseas, pero ella no merece a un tío como tú.
-Ni como tú -contraataco su primo.
-Él intenta manipularte-Justin se dirigía a mí en voz baja- te quiero, sabes que lo hago. Esa foto fue hace tiempo, fue antes de que te volviera a ver. Pero me duele saber que hayas preferido actuar de esta manera en lugar de preguntármelo.
-No sabía... Yo... Creí que me mentirías.
-No te mentiría -negó.
-Preciosa, es hora de irnos -dijo Ryan jalando de mi mano, me zafo de ella lo más rápido que puedo y voy retrocediendo hasta toparme con Justin.
-Estás jugando sucio, Ry.
El ríe de la forma más burlona que nunca había visto. Sus ojos me escanearon de arriba hacia abajo, podía saber lo que pensaba. Podía saber que me desnudaba con la mirada, no imaginaba nada, sólo recordaba verme desnuda, era obvio con sólo verlo.
Por segunda vez, me odié.
-Podrás ser inteligente pero no lista, Caroline.
-Oh, no podré dormir por tal insulto. Haz el favor de mover el culo e irte de aquí, ya la haz cagado mucho.
-Sólo no quiero que cuando ese imbécil rompa tu corazón de mierda, vengas y quieras que te consuele.
-No te meterás entre mis bragas, Ry.
Justin ríe ante mi frase. Y se coloca enfrente en mí, yo sólo alcanzaba ver un poco por encima de su hombro.
-Es mejor que te vayas -Menciona Justin. Su primo pone los ojos en blanco, se gira y se va alejando de nosotros. De un momento a otro Justin estaba a tan sólo centímetros de mi nariz.
La gente que nos rodeaba empezó a ingeniar todo y volver a sus asuntos, otros seguían ahí esperando otro drama. Él le entrega dinero al mesero sin siquiera esperar el cambio y me jala hacia afuera. A penas habíamos dado vuelta en la esquina estampa ambas manos cerca de mi cabeza, acorralándome. No podía ver sus facciones, perfectamente. Había poca luz, lo único que alcanzaba a ver era su sombra. Siento su respiración en contra de mis labios.
-Lo siento, Jus. -susurro.
-Te dejo pasar esta, Caroline. Sí vuelves a desconfiar de mí en algo, tus nalgas tendrán una dura paliza ¿entendiste? -río-
-Mejor bésame -suplico-