Admiraba todo su rostro, se veía tan pasivo con los ojos cerrados, la respiración lenta. Tan inocente ¿Quién diría que por las noches se convierte en un depredador en busca de víctimas sexuales?
La fresca y blanca sábana cubría solo la parte de debajo de su cuerpo, tenía el torso desnudo. Coloqué mi mano encima de él, mi intención no era despertarlo, solo que nunca me sentía lo suficientemente cerca.
Le eché un vistazo al reloj que estaba al lado de Justin <<9:00 am>> me levanté lentamente y busqué en los cajones de él una camisa, agarré una grande color gris oscuro y me metí al baño.
Su camisa me quedaba a centímetros de mi muslo, hice mi cabello mojado hacia un lado y comencé a peinarlo con mis dedos, volví a la cama a contemplar al Bieber pasivo. Solo que ahora estaba boca abajo. A penas me senté en la cama abrió un ojo y sonrió.
-Buenos días, Jus. –me acosté a su lado y me tapé con la sábana.
-Hm… Me gustas más sin la camisa. –Reí- pero así te ves demasiado atractiva. –la voz ronca de recién levantado era una de mis debilidades. Solo la de él logró retumbar en mis oídos, dejando un pequeño eco lejano en ellos.
Río. Paso mi mano derecha a su abdomen acariciándolo un poco.
-¿Tienes hambre? Estaba pensando en hacer de almorzar, así que dime que quieres.
-¿Qué que quiero? -lo miro a los ojos. Ellos se oscurecieron, estaban llenos de lujuria y deseo.
-Lo digo en buena forma, Bieber. - Echo mi cabeza hacia atrás para soltar una carcajada. El permanece con el ceño fruncido. Me levanto de la cama y camino hacia la puerta, sentí su mirada recorrerme las piernas, ya que la camisa me quedaba debajo de las nalgas. Así qué camino con un aire de modelo, llego a la puerta, la abro, me pongo al lado y coloco mis manos en la orilla de ella, me deslizo un poco de abajo hacia arriba, intentando ser sexy y él sonríe de una manera tierna y traviesa. Le guiño el ojo y me voy.
El cascarón de huevo crujió y salió la yema y clara de ella, hasta caer en el sartén, revolví el huevo con el jamón que había puesto tiempo antes, chispitas cayeron en mi mano, pero no me quejé. Después había hecho un poco de limonada y jugo de naranja, ya que no sabía que prefería.
-Huele delicioso -volteo y veo que Ryan se estaba acomodando en las sillas que estaban enfrente de la mesa. -Es bueno traer a una mujer aquí, hace falta.
-Gracias... supongo.
-Lo digo en buena forma, linda. En verdad nos hace falta la comida de hogar. Una vez casi quemábamos la cocina, eso pasa cuando tienes a dos inútiles que no saben prepararse nada. -río. No eran inútiles...
-Estaba pensando en invitarte a salir, si es que no tienes planes. -¿Salir? ¿Con el primo de mi novio? Bueno, no somos novios, pero para mí es como si lo fuera.
-Oh bueno, yo...
-No me digas que Justin y tú ya están en una relación -gira los ojos.
-No exactamente.
-Entonces no hay nada de malo -sonríe.
-Mira Ryan, te aprecio demasiado y...
-Lo entiendo, no quieres salir conmigo, con un ‘no’ bastaba, nena.
-No quería sonar descortés, y en verdad quiero a Justin.
-Está bien, está bien.
Le pase un plato para que se sirviera y yo también hice lo mismo. Me senté enfrente de él.