El Ritual: El Renacer de la Bestia.

Capítulo 1.- Desaparición.

-¡Ximena!, ¡baja a desayunar o llegarás tarde!-gritó la mamá.

Al oír los gritos de su madre llamándola, la joven de diecinueve años, estatura media-alta, cabellos lacios color castaño, ojos verdes, nariz bien perfilada y labios finos, dio un salto en la cama y luego empezó a abrir sus ojos lentamente.

Después de casi dos minutos, su cerebro, finalmente había logrado asimilar la orden de despertarse y prepararse rápidamente.

La joven observó la hora en su reloj de pared, el cual marcaban las siete y treinta. 

-¡Mierda!, ¡se me hace tarde!

Ximena corrió hacia la ducha y tomó un rápido baño mientras se cepillaba los dientes, luego se vistió con una blusa de color celeste y un estampado californiano, unos jeans negros y unos zapatos deportivos negros.

Después de vestirse, guardó su smartphone en el bolsillo izquierdo de su pantalón, tomó su bolso y bajó rápidamente las escaleras.

-¡Hey, señorita!, ¿no piensa saludar a su padre?-dijo el padre de Ximena, el cuál era alto, con una musculatura bien definida, a pesar de tener treinta y ocho años, aparentaba ser mucho más joven, sus ojos de color azul y cabellos rubios.

*La joven se acercó a su padre y le dio un abrazo*.

-Buenos días papá, se me hace tarde-respondió Ximena con voz desanimada.

-Ven a desayunar, tu madre preparó ese omelette que tanto te gusta, no te preocupes por el tiempo, yo te llevo en el auto.-dijo el padre con una sonrisa.
Ximena asintió con la cabeza y fue a la mesa. Su madre, la cuál era la fiel imagen de su hija, pero con mayor edad, le sirvió el desayuno y se retiró a su habitación.

Veinte minutos más tarde, la joven corrió al auto, un Mercedes-Benz SLR McLaren, donde su padre ya la estaba esperando, se subió y luego se dirigieron rápidamente a la Universidad Stanford, donde ella estudiaba en la Facultad de Administración.
 
Cuando finalmente llegó a la Universidad, se despidió de su padre y se dirigió a su salón de clases rápidamente para ver a su mejor amiga Laura, la cuál era una chica de estatura media, color de piel blanca, ojos azules, cabellos color café, labios finos, además de ser popular, era dedicada a sus estudios.

-Hola Lau-dijo Ximena acercándose a su mejor amiga, la cual vestía un abrigo de mangas largas color rosa y unos jeans grisáceos, además de unos converse rosas.

-Hola Xime, pensé que no vendrías hoy...

-Me quedé dormida, pero bueno... lo importante es que llegué, ahora cuéntame todo sobre tu fin de semana.

Ambas empezaron a platicar por varios minutos hasta que llegue su profesor de Administración.

*Laura le entrega un sobre a su mejor amiga*.

-Toma Xime, organizó una fiesta por mi cumpleaños, y debes de venir a como de el lugar.-expresó Lau seriamente.

-Claro que iré, no me perdería tu fiesta por nada de este mundo-respondió Ximena con una sonrisa.

*Posteriormente escucharon clases por varias  horas.*

****
Una vez acabadas las clases, Ximena y Laura empezaron a platicar en el campus.

-Xime, ¿vas a ir tú sola, o con Alex?-preguntó Laura.

Alex es el novio de Ximena, un chico alto, atleta, cabellos rubios, ojos azules y estatura alta.

-Iré con Alex, por supuesto-respondió Ximena.

-Bien, entonces dale esta invitación a él.-dijo Laura entregándole otro sobre.

-Gracias Lau, ahí estaremos sin falta, te lo prometo.-dijo Ximena con una sonrisa.

*****

El reloj marcaba las ocho con cuarenta y dos minutos, Ximena estaba lista, llevaba puesto un vestido largo de color negro, unos zapatos de tacón alto del mismo color, un collar de oro adornado con varios trocitos de cristal.

Alex llamó a la puerta, él vestía una camisa a cuadros de color azul y unos jeans negros.

-Buenas noches madame,¿está lista para partir?-dijo el joven haciendo reverencia.

-Obvio que sí, vamos.-respondió Ximena.

El joven tomó de la mano a su novia y la dirigió hasta su auto, un BMW Z4, y le abrió la puerta, ella se sentó y suavemente cerró la puerta, el joven corrió hasta el otro lado del vehículo y dio un salto sobre la puerta, se sentó, encendió el auto y arrancó.

Después de diez minutos, finalmente, Ximena y Alex llegaron a casa de Laura, la cual los recibió con una gran euforia, ella vestía una blusa de tela azul y una minifalda del mismo color, además de unos zapatos de tacón grisáceos.

-Lau, feliz cumpleaños-dijo Ximena mientras le entregaba un regalo.

-No tenías que molestarte-contestó su mejor amiga-¡gracias!

-No hay de que-respondió Ximena.

Alex imitó el gesto de su novia y también felicitó a Laura, posteriormente pasaron a disfrutar de la fiesta.

Después de un par de horas se encontraban Laura, Ximena y Aldahana, (una nueva integrante popular, recientemente añadida al grupo), compartiendo vivencias y riéndo un poco.

-Xime, a dónde vas-preguntó Laura.

-A buscar a Alex, ya hace un rato que no lo veo-respondió su mejor amiga.

Ximena recorrió toda la sala en busca de su amado, pero no lo encontró allí, entonces uno de los invitados le dijo que lo vió subir acompañado de alguien.
Ximena no perdió tiempo, y subió a toda prisa por las escaleras, dobló a la derecha y mientras se aproximaba a la habitación escuchaba ciertos ruidos casi incomprensibles. Impulsada por la curiosidad, abrió la puerta sin preguntar y lo que vió, no le gustó para nada.

Observó a su novio semidesnudo junto a una muchacha un poco menor a él, la cual buscaba desesperadamente cubrir su cuerpo con las sábanas.

-Serás un hijo de... -Exclamó Ximena sin conseguir terminar la frase- y salió corriendo.

-Espera Ximena-gritó Alex sin mucho éxito.

Ximena con lágrimas en sus ojos se dirigió donde su mejor amiga.

-¡Dame las llaves del auto de Alex!-dijo exhaltada.

-¿Se van ya?-preguntó Lau desconcertada.

-¡Me iré yo sola!, por favor dame las llaves.

-No puedes conducir, estás borracha-dijo Lau

-¿¡No entiendes que debo irme!?-gritó Xime-dime dónde están las malditas llaves.

-Están sobre la mesa-dijo Aldahana.

-Gracias-respondió Xime más calmada, y salió de la habitación de Lau.

Xime recogió las llaves del coche de Alex y se dirigió hacia la puerta.

Una vez dentro del coche introdujo la llave en el switch y lo encendió, bajó el vidrio de la ventana y se despidió de Lau, no sin antes pedirle disculpas por haberle gritado antes.

-Ximena, ¡espera!-se escuchó una voz entre los invitados.

Al percatarse que dicha voz pertenecía a Alex, Ximena puso primera marcha y arrancó el coche pisando fuertemente el acelerador.

Pasaron tres días y no habían noticias de Ximena, sus padres estaban desesperados, pues su única hija estaba desaparecida.

Las investigaciones policiacas no daban resultado alguno de su paradero.

Sus padres perdían las esperanzas y los policías llegaban a la conclusión de que posiblemente ella haiga caído a un barranco. Una punzada de dolor en el estómago sintieron ambos padres al escuchar dicha suposición.