Capítulo 9.- Verdad a Flote

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Era de noche. Laura estaba junto a Frank disfrutando de las atracciones de la feria.

El olor a manzanas acarameladas, llamaron la atención de los jovenes.

-Dos, porfavor.-dijo Frank al vendedor.

Laura divisó un rostro conocido entre la multitud. Con algo de esfuerzo, notó que aquel hombre con el ojo parchado, caminaba en su dirección.

-Usted debe ser la señorita, Laura Ferretiz, ¿verdad?.-dijo el hombre.

-Si, soy yo, ¿por qué?-dijo la joven.

El hombre realizó un extenso suspiro y abrió una cajita metálica.

-Tengo malas noticias, al parecer, su primo Mike falleció esta tarde en el zoológico. Aquí está su carnet de identificación y su billetera. Lo siento mucho.

Frank al escuchar eso, dejó caer ambas manzanas acarameladas y corrió a abrazar a Laura.

Varias lágrimas recorrían las suaves mejillas de Laura, la cual con voz entrecortada empezó a hablar.

-¿C..cómo es esto posible?, ¿cómo p...pasó?

-No estamos seguros, la policía, dijo que se desvistió y se lanzó a nadar con los lagartos y éstos lo devoraron, eso explicaría el hecho de que su ropa y pertencias estén intactas, pero... ¿cómo explicamos que su sangre estaba en el pasillo?

-¿Qué está tratando de decir?-preguntó Frank.

-No es casualidad, al parecer, el culpable de la desaparición de Carlos, tiene mucho que ver con este caso. Mañana revisaremos las grabaciones de las cámaras de seguridad en el zoológico, sería muy importante, que usted también las vea.-respondió el hombre dirigiéndose a Laura.

-Ahí estaré, sin falta.-respondió la joven mientras secaba sus lágrimas.

El hombre, dió media vuelta y se perdió entre la multitud.

Laura llamó a Ximena y le contó lo sucedido, luego de dos minutos colgó y se acercó a Frank.

-Frank, ¿podrías acompañarme al zoológico mañana?, le dije a Ximena, pero tiene que ir al doctor.

-Claro que sí, a las ocho y veinte pasaré por tí.

-Gracias, Frank.

-Ahora vamos, te llevaré a casa, debes descansar.

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El reloj marcaban las ocho y veinte y precisamente, Frank llegó a casa de Laura, ella salió, se saludaron y él le brindó un fuerte abrazo, Laura no aguantó más y dejó escapar sus lágrimas.

Después de que Laura se recuperó, subieron al coche y se dirigieron al zoológico como habían planeado.

El locutor de la radio indicaba que eran las ocho y cincuenta, por lo tanto Frank aceleró a tope para llegar a tiempo.

Nueve de la mañana, por fin habían llegado. Se bajaron del auto y caminaron por un angosto pasillo el cual los llevaba a las oficinas de los guardias que custodiaban las grabaciones realizadas por las cámaras de seguridad.

-Buenos días, ¿tú debes ser Laura verdad?-preguntó uno de los agentes que se encontraban dentro de la oficina.

-Buenos días, sí, soy Laura y él es Frank-respondió la joven-¿no habrá problema en que él esté aquí?-añadió.

-Para nosotros no, pero eso decides tú

-Tomen asiento, vamos a empezar.-indicó el hombre del parche.

Los jovenes tomaron asiento y uno de los agentes abrió una carpeta en el ordenador donde se encontraban las grabaciones del incidente.

Abrió la primera grabación y le dió play.

El Ritual: El Renacer de la Bestia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora