Capítulo 4.- Infortunio.

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El reloj apuntaban las tres de la tarde  y en ese momento un armonioso sonido se propagó por toda la Facultad, se trataba de la campana del fin de clases.
El profesor se retiró del aula y al mismo tiempo Laura se paró frente a Ximena.

-Ahora si me vas a contar todo lo que hablaste con Carlos.

-Si, Lau, no tengo mucho que contar, simplemente lo molesté y le dejé en claro su posición en esta facultad.-*Ximena tomó un poco de aire y miró nuevamente el reloj de su iphone*.

-Espero que no lo haigas traumado. Veo que andas apurada...

-Tengo una cita, con un estudiante de intercambio.-dijo Ximena con una sonrisa.

-¿¡Y esperas hasta ahora para contarme!?, tengo que regresar a casa temprano hoy.-dijo Lau con desánimo.

-Tranquila, tú regresa a casa y luego te cuento todo.

 Laura asintió y fue a la salida, mientras que Ximena se dirigió al campus, ahí se encontró con Carlos el cual estaba sentado en el césped mirando al cielo fijamente.

*****
-Hola Carlos, ¿qué tal?-dijo Xime con una ligera sonrisa.

-Hola, ¿lista para las lecciones?-dijo Carlos mientras acomodaba sus lentes.

-Si, pero me gustaría que vayamos a un lugar más privado, no me concentro con tanto ruido.

-Y ¿a dónde vamos?-preguntó Carlos.

-Ven -respondió Xime mientras tomaba de la mano a Carlos.

Ambos caminaron por varios minutos hasta llegar a una zona algo desierta.

-Bienvenido a mi lugar secreto favorito dentro del campus-dijo Xime con una sonrisa.

-Interesante, aunque está algo alejado-respondió Carlos.

-Aquí no viene nadie, por lo tanto hay un bello silencio, es un buen lugar para desestrezarse.

-Ya veo -dijo Carlos.

-Bien Carlos, quítate la ropa-dijo Xime con una sonrisa pícara.

-¿¡Q..qué!?-dijo el joven con sobresalto.

Ximena puso sus manos sobre el cuello de la camisa de Carlos y lo miró fijamente.

-Que te quites la ropa.-dijo seriamente.

Carlos no podía creer lo que estaba pasando, su cerebro no podía asimilar la situación, pero algo lo impulsó a hacer lo que le pedía la muchacha, así que asintió y se desvistió rápidamente.

Posteriormente y para infortunio de Carlos, quién hace pocos segundos era una hermosa joven, ahora era un espectro de dos metros de altura con una gran mandíbula y alargadas garras con un gran filo.

Carlos quería correr, pero sus piernas le jugaban en contra, el miedo que sentía no le permitía hacer nada y no paraba de temblar, como si fuera poco no había nadie cerca a quien pedirle ayuda, su única compañía era el gran espectro infernal que estaba frente a él observándolo con sus grisáceos ojos.

Carlos, vió su vida pasar lentamente y dejó escapar una lágrima de su mejilla, luego el mounstruo se lanzó sobre él y lo devoró con un gran apetito.

Después de haberlo devorado, un humo muy denso envolvió a la bestia, la cual agarró su cabeza con ambas manos clavando sus garras en la frente y lanzó un fuerte ahullido de dolor. En pocos segundos, el humo se disipó y la bestia había desaparecido, solo estaba Ximena sentada sobre el césped con una mano en su frente. Ella se sentía un poco mareada, así que llamó a su padre para que la vaya a recoger, el cual para su suerte estaba a pocos metros de la Universidad.

La joven se puso de pie y caminó a paso acelerado hasta la puerta de salida, donde su padre ya la estaba esperando y la llevó a casa.

El Ritual: El Renacer de la Bestia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora