EL ACOSADOR "Viejos Trazos De Un Doloroso Amor."

El plan de mamá Kai, planes mas oscuros. (Parte uno)

ADVERTENCIA:
CAPITULO CON CONTENIDO EXPLÍCITO.

Narra Reita

Ya estábamos por cerrar, limpiábamos las mesas y acomodamos las sillas, los platos al lavadero y Aoi barriendo el salón cual cenicienta.
Nada fuera de lo normal, el día fue muy bueno y de ganancia.
Terminando las últimas labores, Kai tomó la palabra.

-¡Señores! Hay que terminar de organizar la salida, realmente quiero pasar unos días con ustedes relajándome y disfrutando de su compañía.-

-¡Yo también quiero!-
Aoi levantó su escoba como si fuese un cetro o báculo y me apuntó con eso.

-Lamento decirte iguana fea que tenemos que ir a casa de Takanori para arreglar los detalles.-

-¿Y? Eso no es problema.-

Escuché las risas de los tres, Kai se me acercó y me palmeó el hombro.

-Vamos, cuanto antes mejor.-
Su tono fue tan raro, casi burlesco, vaya que son unos idiotas.

Me puse un poco nervioso, eso debo admitirlo, seguí su auto de Kai junto con los demás hasta llegar a la casa de Takanori.

-Toca.-
Apenas me bajé Kai casi me empujó hacia la puerta.
Lo miré mal pero hice lo que me pidió.

-¡No me interesa nada de lo que vendas! ¡Vete que estoy ocupado!-

La voz enojada de Takanori se escuchó al otro lado de la puerta, eso nos sorprendió, miré a los demás y luego me acerqué mas a la puerta.

-¿Taka? Soy yo, Akira, abre.-
Pude escuchar que estaba quitando el pestillo ¿estaba tan encerrado? La puerta se abrió y no reconocí al hombre enfrente de mi.

-Takanori... Joder ¿estás ebrio?-

-No... Te vale madre ¿no?-

-Akira, la niña.-
Kai se me acercó y me susurró eso al oído, volví a mirar a Taka, era más que obvio que estaba hasta las manitas de borracho.

-¿Y Layla?-

-Que te importa, vayanse, no tengo ganas de hablar con nadie, quiero estar solo.-
Quiso cerrar la puerta pero lo detuve y sin más entré. Aoi y Kai entraron hasta las habitaciones y tal como lo imaginamos, su hija estaba encerrada en su cuarto envuelta en una sábana con cara de preocupación.

-¿Que mierda haces enano? Ya no estás para portarte así ¿ese ejemplo le das a tu niña?-
Uruha se escuchaba mas que enfadado, Kai estaba hablando con Layla, yo solo veía que ella asentía o negaba.

-Taka ¿que ocurre contigo?-

-Nada que te interese...-

Miré alrededor y en la sala habían dos botellas de vodka, una vacía y otra a medio terminar y una de whisky igualmente a la mitad.

-¿Que te pasó? Tu no eres así.-

-¿Que me pasó? ¿¡Me preguntas que me pasó?! ¡Tu más que nadie debe saberlo! ¡Todo es tu jodida culpa! ¡tuya! ¡Maldito! ¡Tu iniciaste todo esto! Y yo... Yo te seguí como el perro idiota que soy.-

Comenzó a llorar y a golpearme el pecho, lo hizo unas veces más y las dejó apoyadas al igual que su cabeza.

-Taka...-

-Perdón... Perdoname Akira.-

Siguió sollozando, lo abracé con fuerza y el lloró más fuerte se aferró a mí con firmeza, acaricié su cabello y levanté su rostro pasando mis pulgares por esos bellos y sonrosados bomboncitos que tiene por mejillas. Sus ojos irritados y llenos de lágrimas me rompen el corazón.
No estoy entendiendo nada pero no me voy a poner a preguntarle en este momento, solo debo tranquilizarlo y hablar luego, tratar de arreglar las cosas entre nosotros.