Lucifer's Angel (Eduardo Vargas).

Capitulo 26

Habíamos ideado un plan con los cabros para que pudiera hablar con mi morena y explicarle todo lo que el Edson le había contado a su amigo, como hoy entrabamos a concentración no había manera de poder salir a no ser de que fuera con un parte médico, y aunque esto podía costar mi titularidad en el primer partido, las ganas de arreglar las cosas con mi morena eran mucho más importantes.

Ahora estábamos corriendo por la orilla de la cancha como calentamiento, yo iba entre el Charles y el Edson quienes hablaban animosos con el Queno y el care' pato que corrían unos centímetros más adelante que nosotros, en el momento que vimos aparecer a don Juan a la cancha supimos que era el momento preciso para llevar nuestro plan a cabo. El Charles me miro de reojo y yo asentí ligeramente con la cabeza, ambos miramos al Edson quien en ese momento se puso a empujar al queno y el care' pato, y empezamos a jugar entre los cinco a una especie de "pinta", en un momento el Edson me hizo una falsa zancadilla pero como actor de Hollywood me tiré al piso haciendo la tremenda performance, el resto del equipo frenó a mi lado mientras yo me agarraba el tobillo y gritaba de dolor.

- Paramédico, -Gritó el Charles, pocos segundos después llegó don Juan a mi lado, dando órdenes para que todos se corrieran-.

- Perdón compare, de verdad perdón, -Repetía una y otra vez el Edson, mientras yo seguía quejándome de una falsa lesión-.

- ¿Qué le pasa Juan?, -Preguntó Pizzi con preocupación en su voz, pobre profe, él se preocupaba por mi, y yo le estaba mintiendo, pero era por una buena causa-.

Don Juan me hacía masajes y se notaba en sus manos que estaba nervioso, si lo pillaban él arriesgaba su trabajo, pero lo hacía por mi, después de que le contamos mi historia con los cabros y que le suplicamos tres horas él accedió a ayudarme, sentía que me echaba el spray para calambres, gire la vista desde mi pierna a mis compañeros y estaban todos los weones mirándome como viejas copuchentas, rodé los ojos, y volví a concentrarme en fingir que me dolía.

- Creo que lo tenemos que llevar a la clínica, -Dijo nervioso don Juan-, ¿Cómo fue que le pasó esto?, -Giró su vista a los chiquillos-.

- Veníamos jugando, -Dijo el care' pato-.

- Si, y yo le hice una zancadilla pero no pensé que iba a caer tan fuerte, -Explicó el Edson-, Hermano de verdad que perdón.

- Tranqui hermano, si no me duele tanto, -Con ayuda de don Juan y el Charles me levanté del piso y al pisar con el pie que se supone tenía malo me volví a quejar de dolor-.

- Juan lleválo a la clínica, necesito que esté bien para el partido el Domingo, -Ordenó Pizzi-, Los demás a seguir corriendo, dale vamos, a la cancha todos.

Caminé con ayuda de don Juan a un auto de la ANFP, habían decidido no llevarme en ambulancia para no llamar la atención de la prensa, cuando estuvimos lo suficientemente alejados de el resto le di las gracias por su ayuda, subimos al auto y manejó hasta la dirección que le indiqué, a los cuarenta minutos estábamos abajo del edificio donde vivía mi morena, le pedí a don Juan que me esperara en el estacionamiento y como de costumbre tuve que sacarme una foto con el conserje para que no le avisara a ella que yo estaba ahí, como era un caballero de ochenta años, no me molesté en pedirle que no subiera a las redes sociales, porque era obvio que con cuea' tenía teléfono. Caminé al ascensor y subí hasta el piso del departamento de mi morena, cuando estuve ahí toque el timbre, espere unos minutos antes de que ella abriera la puerta, cuando lo hizo sonreí aunque ella no estaba contenta de verme.

- ¿Qué haces aquí?, -Preguntó cruzándose de brazos, me daba miedo cuando estaba enojada-.

- Necesito hablar contigo morena, -Respondí entrando al departamento antes de que me cerrara la puerta en la cara-, Y no me pienso ir hasta que me escuches, mira que estoy arriesgando mi pega y la de un inocente.

- Puedes pasar, no te preocupes, -Dijo irónica cerrando la puerta, yo rodé los ojos-, Creí que te había quedado claro que no quería saber nada de ti.

- Si, y ahora sé porque estas así pero quiero que sepas que estas equivocada morena, lo que te contaron no es así, -Ella enarcó una ceja-, Bueno no tan así, -Me miró interrogante aún cruzada de brazos, sabía que era mi oportunidad de hablar-, Mi amor, lo que el Edson le contó al Ramiro es verdad, yo le di un anillo a la Dani, -Suspire, ella bajo su mirada, me acerqué y tome su mentón haciendo que me mirara-, Pero no era para que nos casáramos, en ese momento lo tomé como demostración de una nueva oportunidad de nosotros dos, porque estaba dolido contigo, y porque ella estaba ahí conmigo, porque pensé que nunca más te iba a ver, y porque después de todo el tiempo me había prometido a mi mismo que trataría de olvidarte, pero no pude, nunca te pude sacar de aquí, -Tome su mano posándola en mi pecho donde se supone que iba el corazón-, Y pensé que lo estaba logrando allá en México, creí que podía vivir sin ti pero no, cuando te vi el otro día mi corazón latía así como esta latiendo ahora, porque cuando te tengo cerca mi corazón lo nota, sabe que te ama a ti y a nadie más, por eso te pedí que lo intentáramos de nuevo, y ayer terminé con la Dani, -Ella me miro impresionada, entrelace la mano que tenía en mi pecho con la mía-, Mi amor ahora no hay nada que nos separe, si tu estas dispuesta a arriesgarte e irte conmigo a México, vamos a poder ser felices, juntos, como nosotros queremos, como lo merecemos.

- ¿Lo que me dices es enserio?, -Preguntó con sus ojos brillosos y una sonrisa enorme dibujada en su rostro, yo asentí-.

- Si morena mía, -Sonreí tomándola de las mejillas-, Yo estoy dispuesto a todo por ti, ahora te toca decidir a ti, ¿te vas conmigo a Rusia?.

- Si mi amor, a Rusia, a México, al fin del mundo si es necesario.

Sonreí y junté nuestras bocas en un beso, amaba sentir sus suaves labios, no podía creer que por fin se iba a atrever a dejar lo que fuese necesario para estar conmigo, sabía que ella estaba tomando una decisión difícil pero me iba a encargar el resto de la vida de que no se arrepintiera, iba hacerla la mujer más feliz del mundo hasta el último día de su vida.

- Te amo mi amor, -Dijo a penas nos separamos-.

- Y yo te amo a ti mi morena, -Sonreí besando su frente-.

- ¿Cómo es que pudiste venir, no se supone que deberías estar concentrado?, -Preguntó burlesca, ahí me acorde de don Juan, cerré los ojos-, ¿Qué pasa amor?.

- Tuve que inventar un accidente para que me dejaran salir y don Juanito me ayudó, está abajo esperándome, -Sonreí, ella me miro horrorizada-, Tranquila amor, la sobrina del Charles me va a pasar un parte médico, ahora lo voy a tener que ir a buscar si.

- Ay Eduardo por la chucha, -Sonrió-, Ándate entonces antes de que se den cuenta de que jamás te llevaron a la clínica.

- Pero dame un beso antes, -Le pedí con una sonrisa-.

Se acercó a mi rodeando con sus manos mi cuello, yo hice lo propio con su cintura aferrándola a mi y juntamos nuevamente nuestros labios, ahora estaba completo, ahora mi corazón estaba feliz, sólo esperaba que la Dani no hiciera mayor problema con los niños. 

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Y ya se nos acerca el final ♥ 

Muchas gracias por leer y también por votar, que lindo que les guste la historia :)  

HOY JUGAMOS ! ASÍ QUE ESPERO QUE GANEMOS, LES TENGO TODA LA FÉ A LOS CABROS.

Pásense por las otras fics ♥ 

Shuubi