Quinta Parte: REUNIDOS - CAPÍTULO 78

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QUINTA PARTE: REUNIDOS

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QUINTA PARTE: REUNIDOS

CAPÍTULO 78

Lug se quedó petrificado al verla, así que fue ella la que corrió llorando hasta él y lo abrazó sollozando:

—¡Oh, Lug! ¡Lug! ¡Gracias al Círculo! ¡Vine lo más rápido que pude!

—¡Oh, Dana! ¡Perdóname, mi amor!— dijo él, también entre lágrimas.

Ella abrazó con fuerza su escuálido cuerpo, como queriendo envolverlo y protegerlo. Acarició su escaso cabello y las palabras le salieron entrecortadas:

—Cormac nos dijo que... tus ojos habían sido... que estabas...

—Ya estoy bien, amor, ya todo pasó— la confortó él.

—Estás tan delgado...— lo abrazó ella más fuerte.

—Estoy bien, te lo aseguro.

—Estás empapado... Déjame...— dijo ella, tomando su túnica y sacándosela por la cabeza. Luego lo envolvió en una manta para secarlo.

—No quiero imaginarme...— balbuceó, volviéndolo a abrazar.

—Tranquila, ya todo pasó— dijo él enterrando, su rostro en el cabello de ella—. Te extrañé tanto...— rompió en sollozos de pronto—. No debí separarme de ti, no debí...

—Soy yo la que no debí dejarte ir así— se culpó ella—. Todo está bien ahora. Estamos juntos.

—Y trabajaremos en esto juntos— prometió Lug.

Siguieron abrazados por un largo momento más hasta que sus emociones se calmaron un poco. Lug enjugó las lágrimas de ella y secó las suyas, y vio que al lado de Govannon había dos figuras más que lo observaban entre asombrados y complacidos.

—¿Llew?— extendió la mano hacia su hijo.

Llewelyn corrió hacia su padre y lo abrazó también con fuerza.

—¡Cuánto me alegra verte, hijo!— le dijo Lug, pero por detrás de él le lanzó una mirada de reproche a Dana. ¿Por qué había arrastrado Dana a Llew en esta peligrosa misión? Dana captó su mensaje y le respondió:

—Fue Llew el que nos trajo hasta aquí.

—¿Qué?— preguntó Lug, azorado.

—Es cierto, padre— respondió el muchacho—. Mi habilidad es la teletransportación. Fui yo el que trajo a mamá y a Cormac hasta aquí para rescatarte.

—¿Cómo...?

—Es una larga historia— dijo Dana—. Tu hijo ya no es un muchachito, es un hombre.

Lug suspiró, poco convencido, pero luego sonrió y volvió a abrazar a su hijo diciendo:

—Gracias, Llew, estoy orgulloso de ti.

LA CONSPIRACIÓN DEL ESPIRAL - Libro IV de la SAGA DE LUGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora